David y Esmeralda en su pastelería

David y Esmeralda en su pastelería Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Palencia

De Francia a Palencia para triunfar con su coqueta pastelería: "Abriremos pronto nuestro nuevo salón de té"

Esmeralda y David llegaron desde Burdeos hace dos años con la idea de abrir un negocio que marcha viento en popa y a toda vela.

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La repostería francesa es la pastelería típica de este país europeo que está considerada como una de las más importantes del mundo y que ha influenciado a otras en todo el globo terráqueo. St. Michel, a modo de curiosidad es el patrón de los reposteros franceses y la festividad se celebra el 29 de septiembre.

Se cree que la repostería y la pastelería francesa ya surgió en la Edad Media, cuando se comenzó a distinguir el oficio de pastelero con el de cocinero, y en 1556 nacería la primera academia de pasteleros que reglamentaría el aprendizaje del arte de la pastelería.

El calisson, el cruasán, la tartaleta de crema, conocida con el nombre de Flan Pâtissier son solo alguno de los postres típicos del país galo que también se pueden disfrutar en Castilla y León y, en concreto, en Palencia.

Todo gracias a Esmeralda Atienza y a David Authier, dos franceses que llegaron hace dos años a la capital palentina para montar su coqueta pastelería que lleva el nombre de ‘Allô Paris’ y que se ubica en pleno centro de la ciudad.

Ambos charlan con EL ESPAÑOL de Castilla y León para contarnos los secretos de su éxito y una historia que no tiene desperdicio.

La Pastelería Allo Paris de Palencia

La Pastelería Allo Paris de Palencia Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

De Burdeos a Palencia

Somos dos personas trabajadoras que siempre hemos tenido sueños y hemos intentado cumplirlos y aquí estamos, ahora, en Palencia haciendo lo que más nos gusta que son buenos dulces”, asegura Esmeralda Atienza, en declaraciones a este periódico.

Ella y David Authier se conocieron en Burdeos hace once años. Desde entonces comparten vida. Ella tiene 47 años ha pasado ya por tres empresas, él tiene 46 y lleva toda la vida como pastelero.

Ambos llegan a Palencia hace dos años. Nuestra entrevistada tiene familia en la capital palentina, algo que ha hecho las cosas más fáciles para que la Pastelería ‘Allô Paris’ sea muy frecuentada por vecinos y turistas.

Sus elaboraciones están buenísimas.

Más de año y medio de historia

“En 2023 constituimos la sociedad y fue en enero de 2024 cuando abrimos las puertas de nuestra pastelería. Comenzamos con una página en blanco total. Con un local en bruto y todo lo hicimos nosotros”, asegura Esmeralda.

El sueño de montar un negocio en el extranjero juntos se cumplía a principios del año pasado en la calle Mayor de la capital palentina, la más conocida del lugar y en un local con 120 metros que cuenta con tienda y obrador.

“En nuestra pastelería entra leche, huevos, frutas y demás productos del campo y salen pasteles como por arte de magia. Vendemos pasteles franceses de todo tipo con la experiencia que atesora David”, nos explica nuestra entrevistada.

El equipo lo forman otros dos trabajadores más y buscan hacer “pasteles franceses con productos locales para dar a conocer la repostería gala”.

“Lo que más gusta es la tartaleta de frambuesa y también el pastel de tres chocolates”, añade Esmeralda.

Los deliciosos dulces de Allo Paris

Los deliciosos dulces de Allo Paris Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Otro nuevo proyecto

La gente que pasea por delante del negocio se para para deleitarse con la belleza del lugar y, sobre todo, con la pinta que tienen unos pasteles que quitan el sentido para poner ese toque dulce a la vida que es tan necesario.

“De momento nos va bien. Tanto que, en agosto, antes de las Fiestas de San Antolín, queremos abrir nuestro nuevo salón de té para que puedan degustar allí nuestras elaboraciones”, explica Esmeralda.

No es sencillo sacar adelante un negocio, pero ellos lo consiguen gracias a una gran calidad de producto y también a las manos de todos los trabajadores que se esmeran por dar lo mejor a los clientes.

“Daremos lo mejor de nosotros, tanto en la pastelería como en el salón de té, para que la gente siga confiando en nosotros”, finaliza Esmeralda.