El doctor de la ULE José Manuel Fernández Guisuraga en uno de los terrenos afectados por los incendios

El doctor de la ULE José Manuel Fernández Guisuraga en uno de los terrenos afectados por los incendios ULE

León

Un experto, alto y claro sobre los incendios: "Hay tres factores principales detrás de la virulencia de los fuegos"

El doctor de la ULE José Manuel Fernández Guisuraga aporta, además, todas las posibles soluciones a los "incontrolables" incendios que han asolado Castilla y León estas semanas.

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Mientras Castilla y León va poco a poco remontando la situación por los incendios forestales, llega el momento de la reflexión sobre lo sucedido. Por eso, hay quienes ya han empezado a buscar respuestas a este episodio voraz que ha arrasado con miles de hectáreas en la Comunidad.

Uno de ellos es el doctor José Manuel Fernández Guisuraga, miembro del grupo de Ecología Aplicada y Teledetección de la Universidad de León (ULE), quien ha identificado tres factores principales detrás de la virulencia de los fuegos.

"Los incendios más destructivos no se apagan solo con recursos de emergencia. La verdadera clave está en la prevención", ha reivindicado este investigador de la ULE.

Entre los factores que achaca a estos destructivos incendios forestales, los cuales avisa que pueden ser "incontrolables" y cuya frecuencia, intensidad y extensión "ha superado los límites que los ecosistemas pueden soportar", está el incremento de temperaturas y sequías asociadas al cambio climático.

También la acumulación de biomasa tras el "abandono de los usos tradicionales del medio rural". O la meteorología extrema en los episodios de incendios, que bajo condiciones de sequedad, viento y calor crean situaciones "explosivas, especialmente en terrenos abruptos".

"Donde antes había un paisaje mosaico con cultivos, praderas y pastos que interrumpían la continuidad de la vegetación, hoy encontramos grandes extensiones de matorral y arbolado denso que alimentan incendios incontrolables", explica el experto.

Por eso, Fernández Guisuraga resalta que gestionar el territorio de manera activa y sostenida es "esencial para reducir la carga de combustible vegetal que alimenta los incendios".

En este sentido, aboga por implementar "medidas eficaces" como la recuperación de los aprovechamientos ganaderos, agrícolas y forestales que durante siglos "mantuvieron los paisajes en mosaico".

Apuesta así por promover el pastoreo extensivo, por la selvicultura preventiva, la apertura de franjas de baja combustibilidad o cortafuegos verdes y, "sobre todo", fomentar actividades que "mantengan vivo el medio rural".

A todo esto, el doctor suma las quemas prescritas o controladas, que son una herramienta de gestión llevadas a cabo en épocas de bajo riesgo bajo supervisión técnica.

"Estas quemas reducen de manera muy significativa la carga de combustible tanto en zonas de matorral abierto como bajo arbolado. Cuando un incendio alcanza una zona previamente gestionada con quema prescrita, su intensidad se reduce drásticamente y aumenta la capacidad de los equipos de extinción para controlarlo", apunta.

El investigador de la ULE incide en que los incendios continuarán existiendo, pues forman parte del ciclo natural, pero el objetivo "pasa por conseguir que sean manejables, que no se conviertan en catástrofes que arrasen territorios enteros como hemos visto en los últimos días en León".

"Los medios de extinción son fundamentales y realizan un trabajo encomiable, pero la evidencia científica demuestra que los incendios más destructivos no se apagan solo con recursos de emergencia. La verdadera clave está en gestionar activamente el territorio para reducir la carga de combustible", subraya.

Como conclusión, avanza que el futuro de los montes y la seguridad de las comunidades rurales "depende de que sepamos gestionar hoy el riesgo de manera inteligente". "En ese camino, la ciencia y la ciudadanía deben ir juntas", zanja Fernández Guisuraga.