Chopos e investigadores de la ULE que participan en el proyecto

Chopos e investigadores de la ULE que participan en el proyecto

León

La ULE lidera un proyecto pionero que usará IA y Big Data para seguir la biodiversidad en choperas de Fresno de la Vega

Ambas instituciones apuestan por impulsar una gestión forestal inteligente con tecnologías de vanguardia.

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La Universidad de León y el Ayuntamiento de Fresno de la Vega han presentado una innovadora colaboración que va a situar al municipio a la vanguardia de la digitalización ambiental en el entorno rural. Todo gracias al proyecto DIGIS3 (Digital Innovation Hub of Castilla y León) cofinanciado por la Unión Europea.

 Una colaboración que va a conllevar una mentora tecnológica en el uso de Internet de las Cosas e Inteligencia Artificial con el fin de realizar el seguimiento de los servicios ecosistémicos, en especial, de la biodiversidad animal con sensores in-situ, sistemas de análisis que están basados en Big Data o gemelos digitales.

El segundo de los servicios es una prueba de concepto para implementar y probar herramientas de detección y análisis, visuales y sonoros, de fauna en tiempo casi real en las masas arboladas del municipio.

Este sistema permitirá la automatización del procesado y análisis de datos, generando informes periódicos que cuantifiquen la biodiversidad presente en la plantación de chopos a lo largo del año. También se incluirán tareas de supervisión y control, además de una estrecha colaboración en la interpretación de los resultados con el equipo técnico del ayuntamiento.

Según explica la catedrática Flor Álvarez Taboada, co-investigadora principal del proyecto DIGIS3, se trata de aplicar tecnologías "muy punteras" que suponen el uso de sensores o escáneres láser para crear gemelos digitales de las choperas.

A la vez utilizar "Inteligencia Artificial, los sensores de imagen y de sonido o el análisis de grandes volúmenes de datos, para hacer un seguimiento en tiempo casi real de la fauna que habita estos espacios. Así sabremos qué especies tenemos en las choperas en diferentes momentos del año y cómo eso va variando durante el año".

En Europa, expone Taboada, hay otros proyectos de foto trampeo para seguimiento de aves, por ejemplo, pero "integrar todo esto y automatizarlo y meter los algoritmos de IA para la identificación automática va a suponer que no tendrá que haber una persona ni viendo las fotos, ni escuchando los trinos durante 40 horas, y el integrar todo en esa réplica 3D que tenemos de la chopera, que es el gemelo digital, es lo que es súper novedoso".

Colocación de los sensores

La colocación de los sensores en la masa arbolada comenzará en cuatro o cinco hectáreas de chopera a partir del día 15 de mayo en un proyecto con una duración inicial hasta diciembre de 2025.

Según Álvarez Taboada con intención de continuar "para hacer el seguimiento de la biodiversidad durante todo el ciclo de una chopera porque no es que perdamos la biodiversidad en el momento que la cortamos, sino que esa biodiversidad va a cambiar, vamos a tener otras especies y nos gustaría analizarlo en todo el ciclo de vida".

Para ello, a los datos obtenidos de la chopera adulta de Fresno se unirán los obtenidos de otras choperas más jóvenes y después también "compararlo con el bosque de ribera, chopos plantados más cerca del cauce del río (que no son plantaciones con fines fundamentalmente comerciales) para que se vea que realmente que las choperas, los bosques plantados, los bosques cultivados son biodiversos y tienen esos servicios ecosistémicos que son mucho mayores que lo que puede tener un cultivo agrícola".

Cuando se habla de gestión de choperas, Álvarez Taboada, que también forma parte del Comité Ejecutivo de la 'Comisión Internacional del Chopo' de la ONU, no solo se trata de maximizar el beneficio económico con la venta de la madera, sino que también tiene en cuenta "el valor de la biodiversidad".

Con este proyecto "queremos ser capaces de cuantificarlo y de identificarlo". En este sentido, añadió que el objetivo es que "la información no se quede sólo en el ámbito científico, sino que llegue a las entidades locales y que con estos datos objetivos de los servicios ecosistémicos y el valor de los mismos, puedan tomar decisiones más informadas, más sostenibles y que esto redunde en un impacto todavía más positivo para la comunidad".