El matrimonio que cambió Andalucía por un pueblo de Burgos

El matrimonio que cambió Andalucía por un pueblo de Burgos Cedida a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León

Burgos

Jésica y Javier, el matrimonio que dejó Sevilla para iniciar una nueva vida en un pueblo de Burgos: "El clima ha sido clave"

Han montado una lavandería en la localidad y afirman que en este lugar han encontrado "una gran paz" entre sus silenciosas calles y un entorno natural privilegiado.

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Los pueblos se están llenando de vida. Cada vez son más personas las que los eligen para compartir su día a día y disfrutar de la tranquilidad que ofrecen.

Algunos se marchan a zonas cercanas a sus residencias habituales y otros deciden moverse por la geografía española en busca de una nueva vida. Este es el caso de Jésica y Javier (de 30 y 46 años), un matrimonio que lo dejó todo en Andalucía para mudarse a un pequeño pueblo de Burgos.

Pradoluengo -que cuenta con 1.070 habitantes- ha sido, entre un infinito listado, el sitio perfecto para instalarse. Estuvieron buscando diversas opciones en varios puntos del país, pero este les conquistó por muchos motivos.

Él es de Córdoba y ella es de Honduras, aunque estuvieron ocho años viviendo en Sevilla por trabajo. "Nos recorrimos casi media España en busca del sitio perfecto", explica Jesica en declaraciones a El Español Noticias de Castilla y León.

Nunca habían estado en esta zona castellana y leonesa, pero a través de Holapueblo -que anima a los ciudadanos a instalarse en el medio rural y emprender- lograron encontrar el que sería su nuevo hogar. Pero, ¿qué fue lo que les enamoró para elegirlo? Ellos lo tienen muy claro, y entre risas, reconocen que "el clima ha sido clave".

Pese a que es un "cambio radical" porque querían huir del calor sofocante que el sur de España ofrece, también se trata de un sitio que "no es de paso", sino que el que va lo hace para disfrutar de este entorno.

En noviembre de 2023 fue cuando hicieron este cambio radical de vida y del que destacan la "gran paz" que han encontrado entre sus silenciosas calles y su entorno natural privilegiado. "Hemos tenido buena acogida. Para los vecinos somos uno más", afirma.

En un inicio, iba a ser él quien se quedara con el taller del pueblo cuyo dueño estaba a punto de jubilarse. Sin embargo, y en vista de que finalmente iría para largo, analizaron las necesidades que allí había y lo que más podría interesar a los vecinos.

"Pensamos varias ideas de proyecto y negocios. Algunos no eran viables y otros sí. Al final nos reinventamos y conseguimos encontrar lo que mejor se adaptaba a las necesidades", asegura.

Por ello, Jésica decidió emprender y montar una lavandería. Tuvieron en cuenta que el pueblo era muy pequeño, y funciona "de maravilla, muy bien", ya que también tienen acuerdos con hostelería y casas rurales para que envíen a sus clientes o sean ellos quienes disfruten de estos servicios.

Ahora quieren dar un paso más. Teniendo en cuenta que en la zona de alrededor hay muchas localidades -en 30 kilómetros a la redonda una suma de 17.000 habitantes- y que muchas son personas mayores, van a instalar un servicio de recogida.

La lavandería que han montado en el pueblo burgalés

La lavandería que han montado en el pueblo burgalés

De este modo, serán ellos los encargados de hacerse con la ropa que necesiten lavar los vecinos o negocios de la zona y, posteriormente, también se la llevarán hasta sus domicilios. Una ayuda, sobre todo, para las personas más mayores que "no tienen medios".

Para quienes como ellos están pensando en cambiar sus vidas, el mayor consejo que dan es que "siempre hagan visitas al pueblo en el que quieren vivir" para conocer "sus realidades". Asimismo, reconoce que están "muy a gusto" y que incluso su madre se mudó con ellos desde Córdoba y ahora está "encantada".

Asimismo, Jésica, que tiene un hijo de 12 años, encuentra en esta localidad burgalesa la "tranquilidad". "No es lo mismo vivir en una ciudad donde hay más peligros que en un pueblo que tienen más libertad para moverse", asegura.

Un cambio con el que han mejorado en calidad de vida y que, pese a que ha tenido momentos más complicados, con el paso del tiempo han logrado hacer de Pradoluengo su sitio ideal y en el que vivir para siempre.