
Una trabajadora haciendo calcetines en la fábrica Calcetines Mingo de Pradoluengo Facebook
El pueblo de Burgos que ha conquistado a España con sus calcetines: "Es el mayor piropo que nos pueden echar"
De todos los colores, tamaños y técnicas de fabricación posibles, incluso a través de plásticos procedentes del mar, han sido lucidos hasta por futbolistas del Real Madrid o el Barça.
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Pradoluengo es un municipio de la provincia de Burgos enclavado en la comarca de Montes de Oca y conocido en toda España como 'el pueblo de los calcetines'.
Una historia que se remonta a hace más de 500 años con la llegada de la industria textil a la localidad. Empezaron fabricando balletas, después pasaron a las boinas y, cuando estos mercados ya resultaron "insuficientes", se pensó en los calcetines, los cuales llegaron para quedarse.
Tanto es así, que hoy en día, "a Paradoluengo no se le puede entender sin el textil". Hasta el punto de que para sus vecinos este apodo "es el mayor piropo que nos pueden echar", confiesa la teniente de alcalde del municipio, Mari Carmen San Martín, en declaraciones a este periódico.
"El fundamento y la economía de Pradoluengo siempre ha sido esta industria" y, en concreto, los calcetines, los cuales actualmente representan "un 20% del consumo nacional".
Esto es posible gracias a las ocho fábricas, con muchos años de historia y por las que ya han pasado varias generaciones, que aún perviven en el pueblo, pese a las dificultades a las que se han ido enfrentando con el paso de los años a causa de la aparición de fuertes competidores, entre los que desctacan países como China.
Pradoluengo ha llegado a tener un total de 30 fábricas de calcetines. Sin embargo, estas han ido cerrando, entre otras razones, por los aranceles del país asiático.
"Ellos empezaron a fabricar calcetines a montones y a precios y costes mucho más bajos, y llegó un momento en el que ya no podíamos competir con ellos", recuerda Mari Carmen.
"Los ofertaban a un precio muchísimo más barato de lo que a nosotros nos costaba producirlo, entonces era imposible", añade.
También señala la falta de relevo generacional como otro de los causantes de que los fabricantes textiles del municipio hayan ido desapareciendo.
Una problemática derivada, entre otras cosas, de la emigración de un gran número de familias, que se marcharon de Pradoluengo tras la implantación de las nuevas tecnologías en las fábricas y el consiguiente exceso de mano de obra.
Y es que, este dio lugar a numerosos despidos, lo que también ha motivado desde entonces, una notable pérdida de población en el municipio.
Si bien, según destaca Mari Carmen, precisamente la tecnología es la que ha convertido al pueblo en un referente en producción, innovación y sostenibilidad dentro de la industria de los calcetines.
Esto, teniendo en cuenta que son varias las fábricas que hoy cuentan con los últimos avances tecnológicos, a través de los cuales llegan a fabricar calcetines con plásticos procedentes del mar, como es el caso de la empresa Calcetines Mingo.
Cualquiera podría pensar que tanta fábrica productora de lo mismo ha podido llegar a ser contraproducente por la existencia de un gran número de competidores en la misma zona.
Pero nada más lejos de la realidad, pues, tal y como asegura la teniente de alcalde, "el mercado siempre ha estado muy diversificado".

Imagen general de Pradoluengo
Mientras unos se han especializado en calcetines de trabajo, otros han apostado por los deportivos, pasando por el fútbol, el tenis, el baloncesto o el ciclismo, entre otros deportes, otros por los de vestir y hay quienes se han centrado en las medias.
"Productos dirigidos a diferentes sectores y mercados que no nos generaban mucha competencia".
Además, antiguamente había empresas que se encargaban de coserlos, otras de plancharlos, otras del etiquetado y cartonaje... "Pero esto sí que se centralizó con la llegada de las máquinas que hacían todo el proceso", explica Mari Carmen.
Lo que siempre les ha unido ha sido su apuesta por tratar de ser "los más competitivos en precio y en diseño" frente a otros centros de producción nacionales ajenos a Pradoluengo.
Y es que, los calcetines fabricados en este pueblo, en concreto, los de la empresa Sademi, los han llevado desde los futbolistas más conocidos de equipos españoles y europeos como el Real Madrid o el Barça, a través de firmas como Nike, Adidas o Luanvi, entre otras; hasta "las primeras figuras de montaña" y ciclistas de la talla de Perico Delgado. Y lo siguen haciendo.
Todo "un orgullo" que ha hecho que el municipio sea conocido en prácticamente todos los rincones de España.
Más de Pradoluengo
Además, para Pradoluengo, el hecho de ser tan famoso (por sus calcetines, sí, pero famoso al fin y al cabo) es todo un logro, teniendo en cuenta que es un pueblo ubicado en plena sierra donde "faltan mejores comunicaciones e infraestructuras, sobre todo carreteras". Una de las principales reivindicaciones del Consistorio.
Ahora bien, no se puede negar que está lleno de vida y ganas de seguir llegando a todos los rincones del planeta.
Prueba de ello son sus tres museos relacionados con la industria textil y las diferentes tiendas de calcetines que alberga el municipio, entre las que destaca Mestizaje, por estar concebida como un espacio museístico más, visitable de lunes a domingo, y en el que todos los artículos son "de kilómetros cero".
También los constantes esfuerzos del Ayuntamiento por mantener viva la que se ha convertido en la seña de identidad de Pradoluengo, a través de iniciativas que buscan "dar visibilidad y continuar el legado textil del pueblo".
Sin embargo, es importante decir que Pradoluengo es mucho más que sus calcetines, pues, además de contar con múltiples servicios, que van desde comercios, bares, restaurantes y bancos, a un colegio, un centro de salud, residencias e incluso "un camping de lujo", el municipio alberga un imponente patrimonio cultural, arquitectónico, natural y gastronómico que bien merece ser visitado.
Destacan la parroquia de la asunción de Nuestra Señora de la Asunción, las denominadas tres ermitas de Pradoluengo, la Casa Consistorial, el mercado, municipal, la plaza de toros y su plaza Mayor.
Lugares a los que se suman, además, diferentes rutas de senderismo por la Sierra de la Demanda, como la Indiana, la de los Batanes o la que transcurre por el Bosque Calcetín. Todas ellas ofrecen vistas fascinantes y el mejor contacto con la naturaleza.
En definitiva, numerosos encantos, garantía de disfrute, relax y diversión, que atraen cada año a un gran número de turistas, deseosos de conocer el famoso pueblo de los calcetines y comprar su propio par. Porque, según dicen, enamoran a todo el que los prueba.