El Seprona ha descubierto y denunciado un criadero de perros operando en la comarca burgalesa de Odra-Pisuerga en flagrante violación de la normativa legal vigente. Los propietarios de este establecimiento han sido señalados por múltiples infracciones relacionadas con la cría y cuidado de animales.

El criadero, carente de la licencia ambiental y del núcleo zoológico necesario para operar legalmente, ha sido objeto de atención por parte de las autoridades. Uno de los aspectos más alarmantes descubiertos durante la inspección es la ausencia de cartillas de salud para los caninos. Estos perros no estaban registrados en la localidad, lo que plantea serias dudas sobre si se les ha proporcionado los tratamientos médicos obligatorios, incluyendo la vacuna antirrábica y la desparasitación equinocócica.

Las instalaciones mismas revelaron condiciones inaceptables de vida para los animales. La inspección reportó un total de 39 perros en el lugar, con 36 de ellos perteneciendo a la raza bulldog inglés. Algunos de estos perros se encontraban confinados en jaulas que apenas medían 100 centímetros de ancho por 50 centímetros de alto, mientras que otros deambulaban sueltos en espacios sin acceso a luz solar.

Estos perros compartían su entorno con objetos que podían ser peligrosos para su bienestar y con riesgo de lesiones. De hecho, dos de los animales presentaban heridas visibles en el momento de la inspección.

Además, se observó que había dos camadas de cachorros de bulldog inglés alojadas en una habitación que carecía de ventilación adecuada y en la que el calor era excesivo. A pesar de su corta edad, estos cachorros se encontraban en condiciones que ponían en riesgo su salud. Cabe destacar que ninguno de los perros en el criadero estaba equipado con microchips identificativos, lo que complica aún más su rastreo y supervisión.

El Seprona ha tomado medidas firmes contra los propietarios del criadero ilegal, presentando denuncias por las diversas infracciones a la normativa vigente.