Los efectos de un incendio en una zona donde se permite el pastoreo extensivo, a la izquierda, y una zona restringida al ganado, a la derecha.

Los efectos de un incendio en una zona donde se permite el pastoreo extensivo, a la izquierda, y una zona restringida al ganado, a la derecha. Asaja Ávila

Ávila

La imagen de las zonas limpias gracias al pastoreo frente al "polvorín" de áreas restringidas: "Son un avivador de las llamas"

Asaja Ávila reclama "cordura y sentido común en la gestión del territorio" tras los incendios forestales que vienen azotando a la provincia y a Castilla y León en general.

Más noticias: Detenido el autor del fuego del Valle del Tiétar que arrasó 2.200 hectáreas: es un trabajador de extinción de incendios

Publicada
Actualizada

Asaja Ávila ha reclamado este miércoles "cordura y sentido común en la gestión del territorio". Y lo ha hecho demostrando los efectos de un incendio en una "zona limpia gracias al pastoreo de ganadería extensiva", a la izquierda de la imagen que encabeza esta información, frente al "auténtico polvorín" de una zona restringida al ganado, a la derecha.

Con esta demostración, desde la organización agraria han censurado los "terrenos cerrados y restringidos al ganado por decisión de las autoridades medioambientales de la Junta de Castilla y León".

Y es que, según ha avisado, estas zonas cerradas al pastoreo de ganadería extensiva son todo un avivador de las llamas por la "acumulación de combustible vegetal".

Una reivindicación que hacen después de que Ávila haya vuelto a colocarse "en el mapa de la tragedia" a raíz de los incendios graves que se han registrado en San Bartolomé de Pinares-Las Navas del Marqués, el Barranco de las Cinco Villas-Mombeltrán y Navaluenga.

"Con un territorio cada vez más vulnerable, fruto de la falta de planificación, de una prevención forestal ineficaz y de medios claramente insuficientes por parte de las administraciones, año tras año el balance es dramático", han lamentado.

Para la organización agraria estos incendios "no son fruto de la casualidad" y responden a "años de políticas equivocadas, que han dejado el medio rural sin manos que lo cuiden".

En este sentido, han apuntado que la apuesta ha sido un "modelo de renaturalización" que "expulsa a quienes han vivido y trabajado en el campo", convirtiendo a montes y pastizales en "auténticas bombas de combustible por falta de limpieza y gestión". "El abandono es hoy el mejor aliado del fuego", han precisado.

Bajo este contexto, han reivindicado que la ganadería extensiva "es, y siempre ha sido, la herramienta más eficaz de prevención".

Así lo han afirmado porque el "pastoreo reduce la carga vegetal, rompe la continuidad del combustible y mantiene abierto y limpio el territorio".

"Sin embargo, lejos de ser reconocidos como aliados, los ganaderos somos víctimas de normativas absurdas que nos prohíben los usos y costumbres tradicionales, nos impiden acceder a zonas de monte y nos ponen todo tipo de trabas burocráticas", han incidido.

De esta manera, han criticado además que también se les aparta de "colaborar en la extinción, a pesar de conocer mejor que nadie cada rincón del terreno".

A dicha "lista de obstáculos", se le suma el "injusto acotamiento de los pastos durante cinco años" después de un incendio, "una medida que castiga doblemente a quienes ya han perdido sus recursos, y que en la provincia de Ávila se sigue aplicando pese a la modificación hace unos años del artículo 92 de la Ley de Montes".

"Con esta restricción, se priva a los ganaderos de su medio de vida y se dificulta aún más la recuperación económica y ambiental de la zona, cuando precisamente el pastoreo controlado podría contribuir a regenerar el terreno y prevenir nuevos fuegos", han asegurado.

Para Asaja Ávila, el resultado es una "paradoja peligrosa", pues se "limita" su actividad y se "criminaliza" su labor, "pero cuando el monte arde, se lamenta la falta de prevención". "La realidad es que sin ganaderos no hay gestión activa del territorio, y sin gestión, el fuego avanza sin control", han reivindicado.

Por eso, exigen medidas "urgentes y sensatas" como el incremento de la inversión en prevención real, con desbroces, limpieza de montes y "apoyo decidido" al pastoreo extensivo.

También apuestan por suprimir el acotamiento de pastos tras un incendio, haciendo que se facilite el acceso al ganado y evitando un "castigo añadido a las explotaciones afectadas".

En tercer lugar, abogan por eliminar las "trabas administrativas" que "dificultan el acceso a ayudas y la recuperación de la actividad tras un incendio".

Solicitan que se reconozca y se facilite la participación activa de ganaderos y agricultores en la prevención y extinción, "integrando sus conocimientos y medios en los planes oficiales".

Por último, exigen que se permita la utilización "responsable" de maquinaria agrícola en épocas críticas, "adaptando las restricciones a la realidad de cada comarca y sin impedir que el sector trabaje y mantenga el campo limpio".