Luis Argüello
Argüello hace una defensa a ultranza de la vida y carga contra el aborto: “En España hay 100.000 al año. Es un drama”
El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid hace un llamamiento para que “el drama del aborto no sea naturalizado ni normalizado”.
Más información: El arzobispo de Valladolid exige elecciones ante el bloqueo y Sánchez le invita a presentarse: "Ahí tiene Abogados Cristianos"
Luis Javier Argüello, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, que en las últimas horas ha protagonizado varias polémicas y enfrentamientos por la situación política que vive el país, ha publicado su carta pastoral del 16 al 31 de diciembre, en la que hace un llamamiento a la vida y carga contra el aborto.
“En los días previos al nacimiento del Señor, la Iglesia, llena de asombro, dice, junto a María, junto a Israel: ‘¡Oh! Es una aclamación al que viene, al Emmanuel, a quien va a estar con nosotros”, asegura Argüello al comienzo de su misiva, de tres páginas.
Añade que el nacimiento del Señor es la “fuente y el fundamento de nuestra esperanza” y ahora “somos nosotros los que, pisando sus huellas, sabiéndonos parte de su cuerpo y queriendo realizar su mismo camino, vivimos como peregrinos de la esperanza y con la esperanza de saber que la historia está definitivamente sostenida por el Emmanuel, que también se llama Jesús, el Salvador”.
Defensa a ultranza de la vida
Argüello, citando al Papa Francisco, pone los “ojos en la familia, en la vida, en la familia abierta a la vida”. Afirma que el próximo día de la Sagrada Familia, concluyendo el Año Jubilar de la Esperanza “somos convocados de nuevo a sellar una alianza que haga visible la esperanza” una alianza que “convoque a la esperanza y a los frutos de vivir con esperanza”.
“El Papa Francisco miraba a la familia y a la alianza que la constituye, el matrimonio como un verdadero signo de esperanza. Hacer una alianza para toda la vida. Una alianza que se mantiene aún en medio de dificultades y conflictos”, afirma.
Una convocatoria que “pedía promover una alianza para la esperanza que se concretara en una campaña en favor de la vida y en favor de la natalidad”.
“Si, cuando miramos a una mujer embarazada y decimos que está en estado de buena esperanza, de alguna manera hay una intuición del pueblo, de lo que significa el nacimiento, de lo que significa una nueva vida que llega con su misterio, con sus incertidumbres, con las dificultades, incluso, económicas, sociales, con las que la familia y el recién nacido pueden encontrarse”, afirma Argüello.
El arzobispo de Valladolid asegura en su carta que “la fuerza de la vida es más grande” el deseo de “transmitir a otros la vida que hemos recibido como un don es, sin duda, un gran deseo de signo de esperanza apunta”.
También hace un llamamiento a favor del “matrimonio abierto a la vida” que “facilite a los esposos que puedan ser padres acogiendo una nueva vida” significando el valor de la maternidad y la paternidad y “ayudando también a los padres a que puedan acoger a sus hijos y educarles desde las diversas formas de colaboración y de solidaridad”.
Carga contra el aborto
“¡Cómo no!, hablando de una alianza en favor de la vida y de la natalidad, no podemos esconder el drama del aborto. El hecho de que, en nuestra nación, en España, haya más de 100.000 abortos al año, cuando el déficit que tenemos de crecimiento vegetativo es de poco más de esa misma cifra, 100.000 personas que mueren más de las que nacen. No deja de ser un verdadero drama social”, añade el presidente de la Conferencia Episcopal.
Argüello habla de “ayudar a madres embarazadas que dudan si acoger la nueva vida o no para acoger esta vida, que puedan luego educarla y, si no es así, a promover políticas en favor de la adopción, para acoger esta nueva vida”.
“También esta alianza en favor de la vida nos pide a todos nosotros una presión moral y política para que el drama del aborto no sea naturalizado ni normalizado, sino que siga siendo para todos nosotros una llamada de atención”, añade Argüello.
Apunta que “estamos llamados a unir oración, compromiso social y político y ayuda concreta, solidaridad concreta y real en favor de las mujeres embarazadas, también de su esposo, padre de la nueva criatura, para que la vivienda, las condiciones laborales, y las situaciones de posibles dificultades de salud o de otro tipo puedan ser apoyadas” y “también la vida como expresión concreta de la esperanza se abra paso entre nosotros”.
Argüello hace un alegato en favor de la familia y contra el aborto en días en los que el nacimiento de Jesús lo abarca todo.