Imagen de la Churrería El Mara en una de las ferias
La histórica churrería itinerante que endulza la Navidad en CyL: "Daremos 15.000 raciones de chocolate con churros"
“Tenemos que pagar el 60% de lo que recaudemos, repartido en un 39% de IRPF y un 21% de IVA”, asegura Luis Ángel, el dueño de la Churrería El Mara.
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El chocolate con churros pasa por ser un plato típico de la gastronomía española que ha sido difundido, también, en varios países hispanoamericanos como Chile, Argentina, Perú, Uruguay o Paraguay. Brilla desde hace más de un siglo.
Se puede consumir como desayuno, al levantarse de la cama, o también como rica merienda. Sobre todo, en los meses en los que el frío aprieta como son estos de diciembre, enero o febrero, y es una elaboración que está muy presente en la época navideña.
Un contraste de sabores equilibrado que pasa por mezclar esa dulzura amarga que aporta el sabroso chocolate al que hay que añadirle los aromas salados y aceitosos del crujiente churro. Una delicia para entrar en calor en Navidad.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con Luis Ángel Caballero Pescador, que está al mando de la Churrería El Mara. Itinerante y que tiene, en la actualidad, un total de cuatro camiones y puestos que se despliegan, a lo largo del año, y también en estas épocas especiales, por la geografía castellano y leonesa para dar el mejor servicio y un sabroso chocolate con churros a todo el que lo precisa.
“Tenemos más de 150 años de historia”, apunta nuestro entrevistado que nos cuenta todos los detalles y secretos de su churrería itinerante.
Una vida asociada a la churrería
“Me considero un trabajador incansable. En la actualidad, si no te esfuerzas y lo das todo, no tienes cabida en este mundo. El que quiere dedicarse a esto es porque ha nacido en ello, si no, es difícil encajar en el exigente mundo de la feria”, explica Luis Ángel Caballero Pescador.
El palentino, de 47 años, nació en Palencia. Ha pasado toda la vida dentro de la Churrería El Mara, que nació también en la capital palentina y, además es ingeniero industrial y da clases en un instituto. Se encarga de gestionar las cuatro churrerías móviles con las que cuenta el negocio en la actualidad.
“Recuerdo que pasé mi infancia de pueblo en pueblo. Mis padres eran feriantes y había que vivir de algo. La vida no era tan fácil como ahora. Antes se trabajaba mucho. Ahora es más sencillo desarrollar la actividad”, explica nuestro entrevistado.
Un negocio que nace en Palencia y al que nuestro entrevistado ha estado ligado toda la vida, ayudando primero a sus padres y gestiona, en la actualidad, los cuatro camiones que se desplazan de localidad en localidad.
“Recuerdo que, de pequeño, quería ser cualquier cosa, hablando de profesiones, salvo churrero. Al final, la vida me llevó a este sector y a dar un desarrollo en Churrería El Mara. Ahora contamos con cuatro camiones que se desplazan a las distintas ferias donde, además, montamos escenarios, más de cien hinchables y contamos con un departamento de ingeniería”, nos explica José Luis.
Trabajadores en la Churrería El Mara
Más de 150 años de historia de la Churrería El Mara
El palentino asegura pasa por ser la cuarta generación que gestiona el negocio itinerante que “suma más de 150 años de historia” y que siempre está presente en fiestas de pueblos como pueden ser Cigales o Íscar, en la provincia de Valladolid.
“Fue mi bisabuelo el que comenzó con la Churrería El Mara. Después sus hermanos. Más tarde cogería las riendas mi abuelo y después mi padre. Desde el año 2003 estoy yo al frente con un negocio que va evolucionando y una empresa que crece”, asegura nuestro entrevistado.
Lo hace con cuatro camiones, cuatro churrerías bajo el paraguas de la marca El Mara, que recorren diferentes lugares de Castilla y León. Antes llegaba hasta Bilbao. Ahora, principalmente, se instalan en Valladolid, Palencia y Burgos, en las capitales, y también en municipios grandes de esas provincias.
“Habitualmente, y dependiendo de la feria y del lugar al que nos desplacemos en cuestión, suelen ir a trabajar al puesto entre tres y siete personas. Vendemos churros, porras, buñuelos, churros de chocolate, churros rellenos, gofres o patatas fritas, entre otras cosas”, añade.
Sin duda, el chocolate con churros es su auténtica especialidad.
Fotografía de la Churrería El Mara
15.000 raciones de chocolate con churros por Navidad
“El chocolate con churros es nuestra especialidad. Hay que probarlo. La gente dice que es el mejor. La receta es sencilla. Nuestros churros solo llevan agua, sal, harina y un toque mágico de cariño. La semana que viene tenemos varios eventos y se van a llevar un total de 2.000 raciones a colegios, ayuntamientos y demás”, afirma Luis Ángel.
Añade, además, que “les va bien” y que “cuentan con una clientela fija”. Además, apunta que “donde van triunfan” y que esta Navidad “daremos 15.000 raciones de chocolate con churros”, casi nada.
En estas fechas mágicas, van a instalar una churrería itinerante en Palencia, al lado de la Plaza Mayor, otra en Íscar (Valladolid), una más en Aguilar de Campoo (Palencia) y la más pequeña de estas churrerías itinerantes se va a dedicar a recorrer colegios y ayuntamientos en diversos eventos programados.
“Sí se puede vivir de este negocio con nuestras cuatro churrerías, pero el problema son los impuestos. Tenemos que pagar el 60% de lo que recaudemos, repartido en un 39% de IRPF y un 21% de IVA. Por suerte, tengo mi plaza como profesor, además de este negocio, y puedo salir adelante”, explica nuestro entrevistado.
Mirando al futuro, y pensando en todos estos pagos y demás, barrunta que “el mundo de la feria en general quedará, en pocos años, en manos de pocas familias y que las más pequeñas acabarán desapareciendo”.