Urogallo en su hábitat.
Estas son las zonas de Castilla y León a las que no se puede acceder en época de reproducción del urogallo
La Junta alerta de multas de hasta 200.000 euros para los ciudadanos que no cumplan la normativa.
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El urogallo es una especie catalogada en peligro de extinción y declarada en situación crítica por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, cuya población silvestre se encuentra por debajo de los 200 ejemplares.
Por este motivo, la Junta ha restringido a los ciudadanos el acceso a áreas críticas de urogallo para evitar molestar a la especie en época de celo. Una medida que se lleva aplicando los tres últimos años y con la que se prohíbe el acceso, tránsito y estancia de personas.
Esta comenzará desde el martes 15 de abril hasta el 31 de mayo, en horario de 23:00 a 09:00 horas, en los términos municipales de Villablino, Palacios del Sil y Murias de Paredes.
Con ello buscan "intentar frenar y revertir el declive de la especie amenazada" y "reducir las molestias" en una época clave como es el celo. En este periodo, los machos y hembras de urogallo se reúnen en enclaves que recogen características adecuadas de hábitat.
Es al atardecer cuando los machos llegan a su punto elegido para el celo, donde duermen, y al amanecer comienzan a reclamar a las hembras con su canto característico.
Debido a la concentración de ejemplares alrededor de los cantaderos, la existencia de molestias en esta época es muy perjudicial para la reproducción, ya que puede conllevar el abandono de las zonas de canto por los machos y hembras.
Por ello, para evitar molestias, desde la Junta han limitado el acceso, tránsito y estancia a distintas zonas.
Se trata de los montes de utilidad pública en las áreas críticas AS-04, AS-10, AS-11, AS-15 y AS-24, dentro de la Zona de Especial Protección para las Aves ES0000210 ALTO SIL, OM-05, OM-06, OM-07 y OM-08 en la Zona de Especial Protección para las Aves ES0000364 Omañas, así como en el área crítica OM-04 situada en un monte particular de esta ZEPA.
El incumplimiento de las medidas está tipificado como infracción grave pudiendo conllevar multas desde los 5.001 hasta los 200.000 euros. Una norma dirigida a los visitantes, no afectando a propietarios de terrenos ni titulares.
De manera simultánea a la regulación del acceso, se ha establecido un operativo para la vigilancia de la zona, con la participación de agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y las Patrullas oso y urogallo de la Fundación del Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León. Igualmente se han colocado señales en los accesos para informar a los visitantes sobre la regulación temporal que se aplica.
