La estrategia de Mañueco para un plácido final de legislatura: un debate inédito para pillar a sus rivales en horas bajas

La sombra del adelanto electoral cada vez se aproxima cada vez más a Castilla y León. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha hecho gala de su lado más estratega con la convocatoria a finales de marzo, por primera vez desde que accedió al cargo en julio de 2019, del debate del Estado de la Comunidad.

Un adelanto inédito de un debate que suele celebrarse siempre al finalizar el segundo periodo de sesiones, a finales del mes de junio, para hacer balance del mismo y antes de las vacaciones de verano, y que ha disparado los rumores de un posible adelanto electoral después de casi un año de Gobierno en minoría de Mañueco.

Será la primera vez que el debate de política general se celebre antes de la fecha habitual desde que el presidente de la Junta accedió al cargo y es que en 2020 tuvo lugar el 30 de junio y el 1 de julio, al igual que el año pasado, cuando se celebró el 26 y 27 de junio.

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En 2023, en cambio, debido a la celebración de las elecciones generales en julio, se retrasó a octubre, entre acusaciones de la oposición a Mañueco de haberlo pospuesto para evitar el control de la Cámara. En 2021 el debate no se celebró debido a la moción de censura del PSOE y en 2022 por las elecciones autonómicas.

El posible adelanto electoral

En esta ocasión, Mañueco ha realizado un hábil movimiento estratégico para afrontar un hipotético adelanto electoral, que podría producirse, una vez celebrado el debate, a partir del mes abril, con la consiguiente llamada a las urnas, como pronto, en junio de 2025, o en mayo, con unas improbables elecciones en julio.

Más probable sería que el presidente de la Junta se plantease convocar las elecciones en el mes de junio, antes de finales de mes, para ir a las urnas en septiembre, o en el noveno mes del año para celebrar los comicios en noviembre, tres meses antes del momento en el que deberían tener lugar.

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Un adelanto técnico con el que el presidente de la Junta trataría de acudir a las urnas aprovechando la delicada situación de sus dos máximos rivales en la Comunidad: el PSOE y Vox.

La bicefalia del PSOE

Los socialistas continúan manteniendo una inusual bicefalia a pesar de que el nuevo secretario general del PSOE CyL, Carlos Martínez, fue proclamado hace ya casi un mes en el XV Congreso Autonómico y es que su predecesor, Luis Tudanca, sigue siendo portavoz en las Cortes y protagonizando los cara a cara con Mañueco en los plenos.

El PSOE CyL, por tanto, no ha terminado de culminar su transición y no le ha dado tiempo a sanar las dolorosas heridas abiertas tras la guerra entre Tudanca y Ferraz a raíz de su intento de adelantar las primarias a noviembre y del propio conflicto interno que se generó en el seno de la formación a raíz de la intentona del burgalés.

La posición de los socialistas de cara a encarar el debate del Estado de la Comunidad es, pues, aún de debilidad y el presidente de la Junta podría aprovechar para imponer sus condiciones en los tradicionales ofrecimientos de pactos del debate de política general, en un contexto, además, de mano tendida de Martínez.

El nuevo secretario general del PSOE CyL ha ofrecido a Mañueco llegar a grandes acuerdos en materias como los presupuestos o la Ley de Violencia de Género y es previsible que el presidente de la Junta haga referencia a estas cuestiones en su discurso, pero sabiendo que tiene la sartén por el mango.

Además, si el debate del Estado de la Comunidad precede a un adelanto electoral, el presidente de la Junta pillaría igualmente con el pie cambiado a los socialistas que se verían obligados a llevar a cabo la siempre tortuosa configuración de las listas en un contexto delicado, ante las divisiones internas que siguen muy presentes.

Esa situación de fragmentación se ha dejado ver bien a las claras en la dura campaña de las primarias del PSOE de León, que se celebran este domingo, y en las que los dos candidatos, Javier Alfonso Cendón y Diego Moreno, han protagonizado un duro enfrentamiento con acusaciones de malas prácticas y descalificativos.

La transición en Vox

La tercera fuerza de las Cortes de Castilla y León, y principal rival del PP en el ámbito de la derecha política, Vox, se encuentra sumido en un proceso de transición desde la dimisión del exportavoz y exvicepresidente de la Junta Juan García-Gallardo hace poco más de un mes.

El partido ha vivido, además, una rebelión interna tanto en el grupo parlamentario, por parte de los díscolos Javier Teira y Ana Rosa Hernando, cuya dimisión se negó a firmar Gallardo, y que siguen como procuradores no adscritos, como en los ayuntamientos de Salamanca y Palencia y en varios pequeños municipios.

Teira y Hernando aprovechan cada intervención en las Cortes desde que fueron expulsados para arremeter contra su antiguo partido, que ha pasado de contar con 13 a 11 procuradores, y en el Ayuntamiento de Salamanca el grupo municipal de la formación ha saltado por los aires.

Los concejales rebeldes Alejandro Pérez y María de los Ángeles Carpio destituyeron al portavoz del grupo municipal Ignacio Rivas, afín a la dirección provincial y nacional, y acabaron expulsados. Rivas ha quedado como único concejal de Vox en el Grupo Mixto y Pérez y Carpio continúan como concejales no adscritos.

En Palencia, el partido ha expulsado a la portavoz en el Ayuntamiento, Sonia Lalanda, que llevaba meses arremetiendo con la dirección, a la que calificaba de "oligarquía", y criticando a su propia formación. Lalanda ha asegurado que permanecerá como portavoz hasta que la decisión de expulsarla no sea definitiva.

Además, también se han producido rebeliones en varios pueblos de Salamanca por parte de alcaldes y concejales que se han unido a la plataforma crítica impulsada por Teira y Hernando y que tiene ramificaciones en otras comunidades autónomas y apoyos entre excargos del partido, como el gurú neoliberal Rubén Manso.

Mañueco, pues, podría aprovechar también esta situación de transición en Vox −que aún no tiene candidato para las elecciones autonómicas, aunque las quinielas apuntan al presidente de las Cortes, Carlos Pollán− para afrontar cómodamente un debate en el que no tendrá que hacer frente al siempre duro Gallardo.

Un debate que se celebrará a finales de marzo por primera vez en el mandato de Mañueco en un movimiento que podría anticipar un adelanto electoral en el que el presidente trataría de recuperar o acercarse a las históricas mayorías absolutas de su predecesor, Juan Vicente Herrera, para gobernar, por primera vez, sin ataduras.