Las manifestaciones de agricultores han marcado las noticias en España en la última semana, la terrible muerte de los dos guardias civiles, Miguel Ángel y David en Barbate, a manos del narcotráfico, que nos ha conmovido hasta lo más hondo, y en un orden decreciente el incremento de los precios de la cesta de la compra y, entre ellas, los datos del INE acerca del incremento de población en nuestro país. Ya somos 48,5 millones de habitantes en España, todo el crecimiento se ha producido por la presencia de extranjeros, que son ya casi ocho millones.

En los últimos ocho años, la población en España se ha incrementado en dos millones de habitantes, un crecimiento muy importante y que en este último año ha venido marcado claramente por la llegada de extranjeros. El balance del crecimiento de la población netamente española es negativo ya que seguimos sin superar con los nacimientos el número de fallecimientos en nuestro país. Tenemos un grave problema de natalidad, las tasas en nuestro país son muy bajas, estamos en las más bajas del mundo. Nuestra tasa es de 1,3 hijos por mujer, estamos un punto por debajo de la media mundial, que es de 2,3. Los únicos países donde la tasa de natalidad es menor son Corea del Sur, China o Malta.

POR QUÉ ESTA TASA DE NATALIDAD

Hay muchas razones por las que en España la tasa es tan baja y esta ligada fundamentalmente al retraso que tenemos para alcanzar la estabilidad laboral y unos niveles salariales que permitan independizarse a los jóvenes, la falta de políticas que apoyen la conciliación de la vida laboral y familiar. También acompañando de una visión cada vez más hedonista de la vida, en la que no quieren asumirse responsabilidades, ni compromisos. En definitiva, un modelo que en nada garantiza el equilibrio de las pirámides poblacionales.

La población en España esta cada vez más envejecida, de hecho, somos el país junto con Portugal y Grecia en el que más se ha incrementado la media de edad, estamos en los 45,3 años y ha subido cuatro años en la última década, en la UE está en 44,5.

La realidad es que la población en nuestro país esta muy envejecida al igual que en la UE, las tasas de mayores de 65 años se sitúan en una media del 21% frente al 16% de 2001. Al mismo tiempo, han disminuido los menores de 20 años.

Efectivamente, tenemos un problema estructural que debería de abordarse con políticas serias, de largo recorrido que permitieran revertir las tasas de natalidad que tenemos en nuestro país.

LA DESPOBLACIÓN

Este problema que es preocupante con carácter general y que afecta a todo el territorio, adquiere mayor gravedad en las Comunidades Autónomas que sufren los problemas de la despoblación. En nuestro país encabezadas por Castilla y León y seguida por Asturias, Aragón, Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura y en menor medida alguna otra Comunidad con problemas puntuales en algunas zonas tienen serios problemas demográficos y sobre todo de mantenimiento de la población. En todas estas regiones los jóvenes emigran a Madrid o a Barcelona en busca de mejores puestos de trabajo. La población en estos territorios esta muy envejecida y lo hemos podido ver también con motivo de la movilización del sector agrario. También aquí hay un problema relacionado con la falta de relevo generacional y que requiere también una política específica para resolverlo.

Cuando se publican los datos de población debería de ser un buen momento para reflexionar acerca de cómo abordar la solución de algunas de las cuestiones que se identifican a través de los mismos. Si resulta que reflejan que nuestros saldos vegetativos son negativos, y que mueren más personas que nacen deberían de adoptarse medidas para superar esta situación. Si al mismo tiempo esto nos permite descubrir que hay una población envejecida muy alta y que se están poniendo en riesgo las tasas de mantenimiento de los niveles de sostenimiento de las prestaciones sociales de esta población, razón de más para actuar sobre la raíz de este problema que tiene que ver con las bajas tasas de natalidad.

POLÍTICAS ESTRUCTURALES

Si al mismo tiempo se puede ver con claridad dónde existe más desequilibrio desde el punto de vista territorial y afecta a una importante superficie de nuestro país, que esta localizada en el medio rural, razón de más para abordar una Estrategia de recuperación de la población del territorio cuando afecta a cuestiones esenciales como es el mantenimiento de la vida y de las producciones de alimentos que son imprescindibles para un país y que se ha dejado sentir estos días a partir de las reivindicaciones de agricultores y ganaderos.

Creo que cuando se hace un diagnóstico es un buen momento para definir y proyectar el futuro. Aprovechar el conocimiento de los datos de población de nuestro país no debería de quedarse simplemente en una información aislada que se consume en el día y de la que no se saca ninguna conclusión. Debería ser un buen momento para que desde la toma de decisiones políticas se abordara la definición de una Estrategia, un Plan de acción para abordar las soluciones a los problemas que se han identificado.