Ya son varios países europeos los que han optado por el confinamiento domiciliario después que esta segunda ola esté azotando duramente al conjunto del continente. El último ha sido este mismo sábado el Reino Unido, cuyo primer ministro,Boris Johnson, ha anunciado que el país cerrará hasta el próximo 2 de diciembre. 

Lo hace el mismo día en el que también Austria y Grecia han tomado medidas. Los primeros con un toque de queda desde las 20 hasta las 6 horas y el cierre de bares, restaurantes y hoteles, y los segundos, con unas medidas similares al menos en las zonas más pobladas del país. 

En el caso del Reino Unido, como anunció Johnson, se cerrarán los comercios no esenciales, incluidos bares y restaurantes salvo para los servicios a domicilio. Especificó, sin embargo, que las medidas serán menos restrictivas de lo que lo fueron en marzo y abril. De hecho, colegios y universidades, según comentó, permanecerán abiertos y se podrá hacer deporte. 

Se toma esta medida después de intentar parar los contagios del virus con confinamientos locales que no han servido y ante una segunda ola que, según avisó, puede llegar a ser peor que la primera tras superar el millón de casos en el país.