Las calles de Cataluña 'arden' tras conocerse la sentencia del llamado 'procés'. Condenas a los líderes independentistas por sedición y, en algunos casos, malversación de fondos públicos relacionada con la celebración del '1 de Octubre'. Como era de esperar, la decisión de los magistrados no ha dejado contento a casi nadie, especialmente en la comunidad catalana, donde las protestas se suceden desde que el pasado lunes se hiciera pública.

El conflicto social entre los catalanes entre sí y los independentistas y el resto de España tiene muchas vertientes históricas y, algunos, se prolongan en el tiempo desde hace años. Es el caso de los llamados 'papeles de Salamanca', la supuesta 'repatriación' de documentos por parte de la Generalitat de Cataluña que se encontraban en el Archivo General de la Guerra Civil Española, ubicado en la calle Gibraltar de la capital del Tormes, antes llamada calle del Expolio en alusión a los hechos acaecidos en 2006 cuando salieron miles de documentos con nocturnidad y presencia policial.

Desde entonces, la lucha encarnizada por la custodia de los 'papeles' no ha perdido un ápice de vigencia. No en vano, en Salamanca se creó la Asociación Salvar el Archivo, comandada por Policarpo Sánchez, que persigue la devolución de los documente, en primer término, y también, que no salgan más archivos con destino a Cataluña. Algo que desde allí tampoco han dejado de reclamar con vehemencia como parte del manido argumentario del 'España ens roba', que reside en las entrañas del movimiento independentista, ahora dominante, o casi, en la comunidad catalana.

Al frente del Govern, el president Quim Torra, delfín del fugado Carles Puigdemont y heredero de los políticos presos por sedición. Abogado y escritor, el regidor catalán hizo carrera militando en las filas del independentismo hasta llegar al puesto que ahora ocupa. Entre otras hazañas, escribiendo, por ejemplo, artículos de opinión sobre los 'papeles de Salamanca'. De hecho, el 13 de diciembre de 2011 publico un artículo en el que animaba a los catalanes a mandar al Archivo de Salamanca, citando su dirección, todos los papeles que encontraran por casa. Véase, facturas de la luz y el agua, domiciliaciones bancarias e incluso panfletos publicitarios de supermercado.

Con ironía, el president lamentaba que “todos los catalanes somos unos sin papeles, hasta que esta infamia no acabe”. “De todas formas yo ya me he cansado. ¿Quieren papeles? Démosles papeles. ¡Muchos papeles, una orgía de papeles, todos los papeles del mundo!”, escribía Torra, con el objetivo de acabar “empapelándoles”, como rezaba el título del artículo escrito en catalán en el diario 'El Matí Digital'.