Todo amante del deporte coincide en que cuando el arbitraje toma protagonismo por encima del juego es una pena. Y eso es lo que ha pasado esta tarde en el Ángel Nieto. Los pistachos cayeron por un solo punto (24-25), pero no es lo que más ha dolido al público zamorano, sino la labor del cuadro arbitral.

Desde los primeros minutos de partido el Alcobendas ha jugado duro, con marcajes fuertes, sin dejar respirar a los pistachos y con acciones claramente sancionables, que los colegiados han pasado por alto, ante la mirada atónita de la afición viriata. Según pasaba el encuentro y viendo que la pasividad arbitral no cambiaba para el Rutas del Vino, los propios jugadores comenzaban a protestar las decisiones, Leo Álvarez no dejaba de gesticular y el respetable del Ángel Nieto montaba en cólera ante lo que estaba sufriendo su equipo. Tal era el enfado del público zamorano que, en algunos momentos, los pitos y las voces eran tan altos que ensordecían hasta la voz incansable del 'speaker' del Balonmano Zamora.

En líneas generales el encuentro se ha mantenido en ambas partes muy igualado en el marcador, aunque con ventaja de los madrileños desde los primeros minutos del partido. Los goles iban cayendo de uno y el otro lado de los equipos, pero los visitantes lograban mantenerse por delante siempre con 2 o 3 puntos, ante la grada desesperada de Zamora, que incluso con el enfado del arbitraje, animaba sin descanso y con fuerza, ansiosa por una más que merecida remontada que, por desgracia, no llegaba y dejaba el marcador a un solo punto de la victoria.