El 29,2 por ciento de los más de 452 encuestados en 40 municipios en Castilla y León se decantarían por el PSOE en unas elecciones generales --seis puntos menos que los apoyos cosechados en las elecciones autonómicas del 26 de mayo, cuando le votaron el 35,21% de los electores--; mientras que el 22,1 por ciento votaría al Partido Popular, lejos también del 31,87 de sufragios recabados en la pasada cita electoral, según el Centro de Investigaciones Sociológicas en su estudio postelectoral de las elecciones autonómicas y municipales 2019.

De su lado, para Cs un 9,7% de los encuestados muestran su intención de voto, por debajo del 15,12% del mes de mayo; mientras que Unidas Podemos subiría del 5 al 7,1% y Vox se mantendría prácticamente, con una ligera caída desde el 5,5 al 5,1%.

En las pasadas elecciones generales del 28 de abril, el PSOE fue el partido más votado con un 29,78%, que le supuso 12 diputados; el PP consiguió el 26,05 de los votos, con los que obtuvo diez diputados; Cs logró el 18,90% de los sufragios, que le dieron 8 escaños; Vox consiguió el 12,30% de los votos, que le sirvieron para lograr 1 acta; y Unidas Podemos se quedó en el 10,39% del voto, resultados con los que no consiguió ningún escaño.

Sobre la calificación de la labor del Ejecutivo regional en los últimos cuatro años, el 40,3% considera que se trata de una gestión regular, el 20,1 buena, el 24,4 mala y un 1,1 muy buena, si bien el 32,7 por ciento de los encuestados cree que si hubiera estado otro partido en el Gobierno la situación hubiera sido idéntica, frente a un 26,3% que entiende que hubiera sido mejor y el 11,9 peor.

La mayoría se siente únicamente español

En cuanto al sentimiento territorial, el 38,9 se siente únicamente español, el 37,2 tan español como de Castilla y León, el 14,2 más español que de su comunidad y el 0,7 se siente más castellanoleonés que español, idéntico porcentaje de quienes se sienten únicamente castellanoleoneses.

Sobre las fórmulas alternativas de organización territorial del Estado, la mayoría, un 35% prefiere la situación actual, un Estado con comunidades autónomas; el 29,6 opta por el centralismo, es decir, un Gobierno central sin autonomías; un 18,1 por un Estado en el que las autonomías tengan mayor poder, y un 1,1 abogan por un Estado en el que se reconociese a las CCAA la posibilidad de convertirse en estados independientes.

En el caso concreto de Castilla y León, el 33% está conforme con el nivel de autonomía obtenido, frente a un 25,7 que preferiría un menor grado y un 19% que defiende un mayor autonomismo. Además, el 37,6 considera que la creación y desarrollo de las CCAA ha sido negativo para España, el 32,1 positivo y un 16,2 ni positivo ni negativo.