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Alba de Tormes se divierte al ritmo joven del playback

21 octubre, 2018 08:36

La fiestas de Alba de Tormes en honor a Santa Teresa han pasado su ecuador y llegan, este fin de semana, a su final con festejos taurinos de primer nivel, como el Concurso de Recortes con Cosme y Alberto Tiki en esta tarde de sábado, y mañana, domingo, interesante novillada picada con tres jóvenes valores, Marcos, Antonio Grande y Manuel Diosleguarde, que se enfrentarán a novillos de Garcigrande y Domingo Hernández.

Pero antes, en esta lluviosa y fresca noche de viernes, los jóvenes -no importan las peñas- han sido los protagonistas con el tradicional, ya en su XXVII edición, Concurso de Playback, que fue seguido por cientos de personas que llenaban la plaza de toros 'La Cubierta'. Fue el momento de la alegría, de la participación, des 'desmadre' y, cómo no, de la imaginación y también la interpretación. Porque de todo se da en este veterano concurso.

Unos mejor, otras peor, otras mejor y otros peor. De todo hubo en el escenario albense. Eso sí, en ningún momento cayó la intensidad de las interpretaciones. Porque haberlas, las hubo para todos los gustos, como también la música que interpretaban. Si Rihanna se llevó el primer premio, no desmerecieron los Village People, con un Óscar Sierra que se 'excitaba' en esa interpretación tan 'sui generis' del cantante de color Victor Willis. Pero también el policía, que ponía cara de 'gaylespol' en la interpretación de Glenn Hughes. Y cómo no, el cheyenne que no Wyoming, con sus piernas al aire tal Felipe Rose. Y también el albañil duro David Hodo, con hache, por favor. Y Randy Jones haciendo de cowboy que no de vaquero español... Y qué decir del apuesto marinero Alex Briley que cambió la villa del Tormes por una copa en el 'Monster' del Village newyorquino... Es que, por favor, se lo 'montaron' de madre...

Pero también Rocío Jurado y Raphael, en aquel dueto insuperable de 'Como yo te amo'... y no te vas, y no te vas... pero se fue la más grande. Y Elvis Costello entre la algarabía de Las Vegas y, cómo no, Ricky Martin que vagaba como un alma en pena en las noches de blanco satén... Y más, y mucho más, como ese grupo que se divirtió a lo grande, porque viven la fiesta y saltan, y brincan. Porque nada es lo que parece y lo que parece es un disfraz. Es hacer de la vida un carnaval. Eso es la fiesta en su pura esencia, cachis!

REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO