Este verano de 2023 es el adelanto de un año turístico histórico. Se van a superar las cifras de visitantes extranjeros de 2019, que fue el último antes de la pandemia. España alcanzará probablemente este año los 85 millones de turistas internacionales. Hemos necesitado tres años para volver a las cifras de turismo que tenía España.

Somos lideres mundiales en la recepción de turistas. Solo Francia esta por delante de nosotros. El país vecino ha cuidado mucho siempre sus estrategias turísticas y las ha desplegado por todo su territorio. No les queda ni un rincón, ni un producto turístico por explotar.

España tiene el mejor sol y playa, con el mejor clima y la mejor comida, y por supuesto la mejor gente: somos hospitalarios, alegres, divertidos, tenemos mucho ambiente de fiesta y nos mezclamos con los que nos visitan. Nuestro pasado intercultural está muy presente.

Oferta turística excepcional

Tenemos mucho más de lo que nosotros mismos somos capaces de reconocer. Me visitaba esta semana mi amiga que vive en Miami y me glosaba las cualidades que tiene España: me decía Maritza que en EE.UU no tienen la calidad alimentaria que tenemos nosotros. Que no podían disfrutar ni de lejos de la excelencia de alimentos que tenemos aquí.

Ciertamente, somos unos privilegiados en cuanto a la calidad de nuestros alimentos que llevan además el sello de Europa. Nuestro continente destina el 40% de su presupuesto anualmente para garantizar la seguridad alimentaria de lo que comemos. Europa desde la creación de la Unión Europea hizo una apuesta clara a través de la PAC para garantizar la calidad y los máximos estándares en la producción de alimentos.

Los agricultores y ganaderos españoles tienen que cumplir con las exigencias europeas en cuanto a los procesos productivos, y a las practicas que desarrollan, para garantizar que los alimentos respetan el medio ambiente y los criterios de sostenibilidad. En ello está también presente la tradición ancestral que tenemos en los procesos que garantizan alimentos y materias primas excepcionales. Finalmente, los procesos de elaboración que nuestra rica gastronomía aporta consiguen que el resultado sea imbatible.

Principal fuente de ingresos

La oferta turística de España es única porque el desarrollo a lo largo de los años nos ha permitido ofrecer a los que nos visitan experiencias inolvidables que hacen que los visitantes nos elijan todos los años como su destino favorito. Somos capaces de atraer a más del 5% del movimiento turístico mundial que gira en torno a los 1.500 millones de turistas anuales. Esto lo ha logrado España con un trabajo sostenido en el tiempo desde los años 50 del siglo pasado.

El turismo se configura como la principal fuente de riqueza de nuestro país con más del 12% de nuestro PIB proveniente del gasto que realizan los turistas y que este año también se ha incrementado y asciende a 180 euros al día. Por este motivo la economía española resultó tan castigada durante la pandemia, ya que provocó la paralización de todos los movimientos turísticos.

Estamos de nuevo de enhorabuena superando las cifras prepandemia y esto redunda directamente en una mejora de nuestra economía, con un incremento de las cifras de empleo que es la mejor riqueza de cualquier persona: disponer de trabajo.

Turismo de interior

Ahora bien, ¿porque no llevar este modelo a las zonas de interior de nuestro país? Sabemos hacerlo y caben aun desarrollos de experiencias turísticas en las zonas de interior de nuestro país que necesitan urgentemente crear empleo para combatir la despoblación.

El turismo es uno de los sectores de la economía con más potencialidad para conseguir la creación de empleo y riqueza en los pueblos de nuestro país. Este verano visitaba lugares como Silos (Burgos) o la Sierra de Francia, concretamente La Alberca en Salamanca o Cuellar (Segovia) que tienen importantes atractivos turísticos, tanto naturales, como culturales y gastronómicos que están francamente desaprovechados. Podrían convertirse en centros de atracción turística con muy poco esfuerzo. Estoy convencida de que muchos turistas querrían llegar a estos destinos si los conocieran.

Para ello es necesario promocionarlos y trabajar desde las Administraciones Públicas en su potenciación y desarrollo. Contamos con cantidades millonarias de los Fondos de Recuperación Económica de la UE o también llamados Next Generation, que no se están plasmando en el desarrollo de estos lugares de interior para aprovechar la oportunidad que nos brindan para hacerlos crecer y desarrollarse desde el punto de vista económico.

Las Comunidades Autónomas tienen mucho que decir en esta tarea. Las competencias en materia turística recaen sobre ellas. Pero estamos como siempre, que si nadie coordina en este país la acción pública y estamos entretenidos en procesos electorales, en reivindicaciones independentistas banales, no trabajamos en lo que realmente importa.

En definitiva, gastamos el tiempo y la energía en debates y acciones que no aportan nada a la mayoría de los españoles. Mientras, tenemos un país que es de lujo, que cada vez visitan más turistas, que admiran y desean todos los que nos conocen, pero que las políticas que se desarrollan no consiguen avanzar en zonas de interior de nuestro territorio que tendrían en el turismo su futuro.