Como era previsible, ayer jueves, diputados y senadores decidieron quien presidía sus respectivas cámaras,  y quienes, de entre sus colegas, integraban la mesa de gobierno de las mismas.

Lo que ya no estaba tan claro, al menos en el Congreso de los Diputados, quien iba a presidir la cámara baja y quiénes iban a acompañarle en la mesa de gobierno. Y ello porque Puigdemont, el presidente que en opinión de la Lage tiene el mando a distancia de las políticas que debe seguir el gobierno español, anunció que sólo harían pública su votación un par de horas antes de iniciarse la sesión. Y así fue, y una vez más, el Presimiente Sánchez, que miente aún estando en funciones, se plegó a las exigencias del prófugo golpista, y con ello consiguió colocar al frente del Congreso  de los Diputados a su candidata Francina Armengol, de la que hablaré del más adelante.

Y teniendo en cuenta las exigencias de los 20 partidos integrados en Sumar, y los compromisos de los partidos separatistas catalanes y vascos, y el visto bueno del "Presidente en la distancia", la candidata socialista obtuvo 178 votos es decir, dos más de la mayoría absoluta, y fue proclamada presidente en primera votación. La sorpresa surgió cuando VOX, que había comprometido su apoyo a Feijóo a cambio de nada, decidió retirar su apoyo a la candidata del PP, Cuca Gamarra, y votó a su propio candidato Gil Lázaro. Una vez más, la izquierda vota unida, incorporando a su mayoría progresista a los supuestamente partidos de izquierda de Just y del PNV, y la derecha derecha española nuevamente de forma separada, con lo que los 172 votos previstos para la candidata popular se redujeron a 139, al retirarla su apoyo los diputados de Vox.

Una vez más, las versiones no concuerdan: populares afirman que no había compromiso alguno en ceder un puesto en la mesa del Congreso al grupo de VOX y estos entendían que sí existía tal acuerdo, algo que anoche mismo desmintió Bermúdez de Castro en el programa el Cascabel de TRECE. En todo caso, el regocijo era evidente en los escaños de la izquierda, mientras que los diputados populares expresaban su disgusto. Y este hecho puede poner en cuestión el mantenimiento del apoyo "gratuito" de Abascal a la investidura de Núñez Feijóo, y hacer dudar hasta al Rey sobre quién puede presentar mayor número de apoyos.

Indudablemente fue el PP quien ganó las elecciones, y desde el inicio de la democracia, el Jefe del Estado encomendó la formación del gobierno a quien había ganado las elecciones, y quien las había perdido lo aceptó democráticamente, algo que Su Sanchidad dejó en evidencia que no iba a aceptar y no hay mas que ver la juerga preparada por el PSOE en la noche electoral de su dulce derrota.

Y por si alguien tiene alguna duda, basta ver cómo desde ya, Super Sánchez está incumpliendo la ley de gobierno que establece que el gobierno en funciones sólo se pueden tomar decisiones rutinarias y no de carácter político, como lo es la presentación en Bruselas de la petición de los separatistas que exigen que sus lenguas sean aceptadas en Bruselas como idiomas oficiales, algo que tendrían que aceptar todas las naciones presentes en Bruselas, y  adelantar sin esperar al cambio de reglamento, autorizar la utilización de las lenguas propias en el Congreso de los Diputados, con lo que un español precisará la traducción simultánea para entenderse con otro español. Algo inédito en cualquier otro país europeo, al margen del coste económico de esta concesión, y por supuesto y saltándose el Reglamento del Congreso, podrán constituir grupo parlamentario propio, lo que aumenta sensiblemente su asignación económica y sus derechos políticos como grupo político propio.

Y esto no ha hecho más que empezar, pues Puigdemont sigue reclamando la amnistía, el referéndum para la autodeterminación, la anulación de los más de 80.000 € de la deuda... y a saber cuantos compromisos más, que al menos de momento siguen ocultos, y Puigdemont advierte que las votaciones en la mesa del Congreso no comprometen sus votos en la investidura, y afirma que la palabra de Pedro I el Mentiroso no es fiable. En cualquier caso ya se han garantizado la mayoría en la mesa: tres miembros, incluido la Presidenta, para el PSOE, dos para Sumar, y cuatro para el Partido Popular.

Y especial mención merece la elección de la nueva presidenta del Congreso, presidenta de Baleares recientemente derrotada en las elecciones autonómicas, y cuyos méritos políticos son dignos de mención: su marcado carácter nacionalista amparado en las siglas del PSOE, con lo que Sánchez hace un nuevo guiño a los separatistas, su apuesta por forzar la utilización del catalán, quizás pensando en la entelequia de los llamados " Países Catalanes", su participación en una juerga nocturna de música y copas en plena pandemia, incumpliendo las normas que ella misma impuso en las Baleares, los casos de prostitución de menores en establecimientos regidos por su propio gobierno, y algún caso pendiente de presunta corrupción. Y a cambio, pasa a ser la tercera Autoridad del Estado y la política mejor pagada del Estado con una retribución que supera los 200.000 € anuales.

Por su parte, las elecciones en el Senado no han deparado sorpresas, pues la mayoría absoluta del Partido Popular no dejaba lugar a dudas. El  nuevo presidente, Pedro Rollán, uno de los hombres del equipo de Feijóo, debe de tener cuidado con sus declaraciones públicas, pues su referencia a las posibles conversaciones con Just tuvieron que ser matizadas. En todo caso, en el supuesto de no lograr la elección de Núñez Feijóo como Presidente del Gobierno, el Senado cobrará una importancia inédita hasta el momento.

En fin, una vez más tendremos una semana de espera, aunque el Presimiente, en cuanto acuerde las concesiones exigidas por el Prófugo Golpista, dará instrucciones a la Presidenta del Congreso. Tiempo al tiempo. Al menos por una semana. ¿Será posible que en esa semana  el PP y Vox terminen sus disputas? Que Dios me oiga.

Hasta el viernes que viene.