La semana pasada asistí a dos conciertos muy diferentes: el de Alejandro Sanz en Madrid, en el WiZink center y el de los solistas de Coven Garden en Pedraza de la Sierra (Segovia). Nada que ver ni en el género musical, ni los escenarios en los que se celebraban, ni el número de asistentes, ni los objetivos.

El WiZink es un superescenario, preparado para los grandes espectáculos, y Pedraza es una villa medieval cuyos orígenes se remontan al S XIV y que celebra hace ya más de 30 años un concierto de música clásica el primer y segundo sábado del mes de julio.

EL TURISMO

Tampoco los objetivos que se persiguen en cada uno de estos espectáculos se parecen. El de Alejandro Sanz se centra en dirigirse a los seguidores de su música y en el deleite a través de la misma en el marco de una actividad profesional que desarrolla este magnífico músico.

En Pedraza, hay algo más y que es muy importante para la supervivencia de este pueblo: hay un objetivo de promoción turística a través de la música. Pedraza es un pueblo que se ha desarrollado en torno al turismo y que todas las actividades económicas que existen tienen a los visitantes como destino: restaurantes, hoteles, tiendas de muy diversa índole…..

Cada año se elige un grupo de música clásica que es quien centra el interés de los visitantes. También hay mucha gente que acude solo a visitar el pueblo y disfrutar de un paseo entre velas y calles antiguas en las que todas las luces artificiales se han apagado.

Con la colaboración de los vecinos y la dirección del ayuntamiento de Pedraza y de la Fundación del mismo nombre se desarrolla una actividad que nos permite a todos transportarnos a otro tiempo, en un ambiente cargado de encanto y de magia.

LA FUERZA DE LA MÚSICA

Alejandro Sanz nos condujo con su música y la especial demostración de su capacidad artística, a todos los tiempos de su trayectoria, a un recorrido de todas sus letras y con la fuerza de su voz a vivir una experiencia extraordinaria. Salió a un escenario espectacular, con un brillante acompañamiento de músicos y toda la tecnología que convirtieron su irrupción en el escenario en una explosión de arte.

Es verdad que él parecía un poco triste, quizás, detrás de las gafas que ocultaban ligeramente su mirada, pero salió a dar todo lo que siente por la música y eso se notaba, vibraba en el ambiente.

Con los solistas del Coven Garden en Pedraza en el marco incomparable de la explanada del castillo, las partituras elegidas de Vivaldi, Schubert, Sarasate y magistralmente interpretadas por Vasko Vassilev, Kauro Yamada y Samuel Staples, bajo un cielo estrellado y una brisa de aire que nos acariciaba la mejilla, al tiempo que mirando al cielo podías ensimismarte en tus sueños.

En ambos espectáculos la magia nos unió a los que estábamos allí. Creo que la música es eso que te hace vibrar y te toca el alma cuando se dan las circunstancias idóneas. En estos dos conciertos yo me sentí embargada por el buen ambiente, acompañada de buenos amigos con los que compartí la noche.

En definitiva, planes perfectos para este tiempo de verano. Una buena amistad, buena música y el resto viene solo.

Madrid estaba lleno de gente el día del concierto de Alejandro y los 15.000 espectadores salimos a disfrutar la noche con las pilas cargadas. Comenzaban las celebraciones por el día del Orgullo Gay y había gente de todo el mundo por todos los lados.

EL DESARROLLO RURAL

Mientras en Pedraza solo alcanzan las 5.000 personas en este evento que celebran una vez al año. Se ha convertido en un acontecimiento que trae desarrollo económico al pueblo y que es fundamental para su pervivencia y la de los empleos que existen en esta zona del medio rural segoviano.

Es una buena forma de demostrar que el turismo es un atractivo de primer orden para los pueblos y uno de los pocos motores de desarrollo económico que existen en el medio rural. España tiene tanta riqueza en sus pueblos que mostrar que darían para múltiples eventos y generar empleo de manera permanente.

Solo hace falta articular las medidas necesarias para organizarlo y potenciarlo. Podríamos tener muchas actividades turísticas en el medio rural durante los 365 días del año porque tenemos espacio y recurso suficiente para hacerlo.