A estas alturas de la película todos los años nos referimos al verano, a la serpiente mediática que sirve para dar cobertura a los medios, a... las lorzas al sol; en fin, que damos por concluso el curso y nos enfrentamos a la relajada temporada estival.
 
Este año venimos jorobando ese tiempo con la historia con todo tipo de reclamaciones a la vista de un gobierno que muere y al que tenemos que sacar todo lo que podamos en un "a por ellos".
 
La sanidad en lucha, una sanidad muerta y destrozada por la incompetencia de un ejecutivo que gestionó la pandemia como el peor del mundo, la división de las autonomías y la división administrativa que nos llevó a la muerte y que dejó muerta una sanidad que venía herida.
 
La administración en lucha por la inacción de un gobierno que llegó con la idea de hacer una administración nueva, que no hizo, y le sustiuyó un gobierno que la vendía a cachos a los independentistas a los que precisaba para mantenerse en el machito.
 
Unos pensionistas que claman por pensiones dignas ahora y las que vengan en el futuro, que lo tienen aún más negro, y que siempre han sido la moneda de cambio, incluso tras el pacto de Toledo que se quedó en Toledo y lo respetaron dos días y el del medio, para volver a utilizar al pensionista como chivo expiatorio y como rehén de la mentira.
 
Una Justicia que se comenzó a destrozar con Felipe Gónzalez y que uno tras otro asestaba un nuevo golpe, que todos acarician como necesaria, pero a la que todos le meten mano para prostituirla y que ya estalla, pero lo hace en fascículos, con enfrentamientos fratricidas entre sus operadores, con más razón que un Santo, pero sin conciencia de Poder y sin abordar los problemas.
 
Finalmente los abogados, la cucaracha de la sociedad que todos precisan y a todos les dan asco, que nunca han tenido una pensión digna, que se dejan someter, que no pueden acomodar su vida personal y laboral, que si alguien paga el pato serán ellos, a los que se le concede el único caramelo de los meses de agosto inhábiles... madre mía. Yo no quiero el mes de agosto inhábil, yo quiero que mis hijos no sean parias obligados a vacar en agosto, sino que, como todos los sectores, pueda comunicar mis vacaciones al Consejo y en los períodos informados ni corran los plazos, ni tenga juicios, y pueda descansar en paz... lo de los meses de agosto sirve a otros que vacacionan en julio, descansan en agosto y vuelven a vacar en septiembre; vamos, que tienen dos meses de vacaciones como los profesores... en fin.
 
Todas estas reclamaciones, todas justas y ninguna abordada por los partidos políticos que se presentan a las elecciones, debieran de ser parte de los pactos a firmar con nuestro voto, no unos renglones en un programa hecho exclusivamente para vender la moto y que todos sabemos que "lo dicho en campaña no es para cumplir, sino para agradar"
 
Necesitamos un gobierno que firme un pacto con los electores y que si no lo cumple le exijamos responsabilidades. Para ello deberían de ofertar y desarrollar una legislación ad hoc, por la que se cree un contrato electoral y unos modelos de control que nos permitan revisar el grado de cumplimiento y exigir responsabilidades al político, eso es lo que ofrece un alto nivel de calidad democrática que precisa de una exigencia mediante accountability, de forma que podamos disfrutar de una democracia lo más real posible y no una simple partitocracia, que es lo que tenemos, cooptada por los líderes de estos que los manejan cuales Césares modernos y que echan a los leones a los díscolos, rodeándose de putillas y chaperines que loan el desnudo del rey como el más lindo de los vestidos.
 
El modelo partitocrático quebró hace tiempo, dando curso a las nuevas formaciones que afirmaban traer una nueva forma de hacer política y finalmente se mimetizaron, dejando otra vez más desprotegido al "perrito sin alma" que sigue ladrando a la luna en pos de un modelo democrático real que ningún partido nos trae.
 
Qué más da Pepé que Juan, si ambos me dan patadas, me engañan, me mienten, buscan su lucro y me miran por encima del hombro en lugar de escucharme y comprender que sólo les pido coherencia. Aquel que realmente demuestre que viene a servir será el que reconstruya la democracia y se lleve a los "perritos sin alma" como el flautista de Hamelín; entre tanto, lo que tenemos es una hedionda política cursada por mediocres que se sirven de nosotros para vivir como los senadores romanos en las termas y burdeles de Tesalónica y a los que algún día despediremos como los bárbaros acabaron con Roma.