Los aficionados de Ávila tributaron ayer viernes un homenaje muy merecido a Andrés Hernando que, aunque segoviano, se le considera abulense de adopción.

Fuimos también amigos y aficionados de otros sitios que sentimos por Hernando especial afecto y admiración. Y allí nos congregamos en la moderna y bien conservada plaza de toros de Ávila que como se recordó por el Alcalde de la ciudad fue inaugurada en una corrida en la que intervino Andrés.

Y es que el motivo del festejo, clase práctica con los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, no era otro que celebrar el 60 aniversario de la alternativa de Andrés recibida de la mano de Victoriano Valencia y con El Viti como testigo el 1 de Julio de 1962 en Segovia, cortando tres orejas y saliendo a hombros por la puerta grande.

Por la noche tomando un sándwich en el hotel avulense Palacio de los Velada en compañía de su esposa Sonsoles Aboin, su hijo Gonzalo su nieto y Miguel de las Peñas, nos comentaba que aunque el homenaje había resultado muy lucido y vistoso, ya que se cortaron cinco orejas y un rabo, a unos bravisimos novillos de su propia ganadería, que había faltado algo: una becerra para que el la hubiera toreado. Y es que Andrés está en plena forma a sus 84 años y seguro que nos hubiera deleitado toreando con la valentía y el arte que le caracteriza.

Hubo un detalle en el festejo que no puedo obviar, el tercer novillo fue incansable embistiendo y cuando el torero se perfiló para matar, surgió un grito unánime del público: "no le mates" y así tres veces. Pero no podía ser indultado y Mateos tuvo que estoquearlo de forma certera lo que, a su vez, provocó el entusiasmo general y los dos orejas y el rabo del animal y una gran ovación al ser arrastrado Una prueba más del respeto y admiración a los toros de lidia en su comportamiento en la plaza.

En definitiva un gran homenaje a nuestro querido maestro Andrés Hernando al que deseamos muchos años más de vida y bienestar con su familia y nosotros sus amigos. Salud y suerte.