Es muy importante conservar las tradiciones y acrecentarlas, puesto que conforman nuestra cultura y nos forman como sociedad. El pasado domingo 7 de agosto mientras participaba en la Romería de Malangosto a más de 2.000 metros de altitud en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama me venían a la cabeza lo importante que es la implicación de determinadas personas apasionadas para que la tradición pueda continuar

Hay muchas decisiones personales que determinan que la vida avance por determinados derroteros y se trata más bien de decisiones que provienen del área emocional de nuestro cerebro y no del racional. Lo escuchaba recientemente en TED (plataforma digital de conferencias), lo contaba Simon Sinek con mucha claridad, os lo recomiendo (The Origin of the WHY). Este sentido emocional tiene que estar en todas aquellas cuestiones que consiguen ser exitosas.

Riqueza natural y cultural de la mano

En el caso de la Romería de Malangosto que se celebra en la línea divisoria entre Madrid y Segovia, la iniciativa surgió de Jaime Alpens, un promotor de la recuperación de las tradiciones, que había nacido en Niza y que llegó a Segovia en 1961 y que constituyó la Asociación de amigos del Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita, este libro del S XIV está considerado una de las obras cumbres de la literatura española de cualquier tiempo, no solo de la Edad Media.

Por Malangosto discurren las calzadas romanas más importantes de la época, la que unía Compluto (Alcalá de Henares) con Segovia y Cauca (Coca), la Romería recuerda uno de los pasajes del libro del buen amor, el encuentro entre La Chata y el Arcipreste, celebrándose una misa previamente.

El lugar es espectacular, dominándose un paisaje de la Sierra incomparable, que hasta llegar allí discurre por una senda que permite admirar los bosques de pinares que se despliegan por la cadena de montañas que te conducen hasta el punto de ascenso hasta la cruz que esta en lo más alto y a dónde se llega finalmente caminando durante aproximadamente un kilómetro.

Personas apasionadas

Quiero destacar aquí que las personas son fundamentales porque esta es una iniciativa popular cien por cien. No participa ninguna Administración Pública. A Jaime Alpens le cogió el testigo Juan Tapia, que viene desempeñando su función de forma absolutamente apasionada y entregada. Lidera y desarrolla la iniciativa con sus propias manos, estando al frente de todas las tareas, desde transportar los santos que se sacan durante la procesión hasta conectar la megafonía y entregar los títulos que se reconocen, manteniendo toda la organización.

Hay multitud de tradiciones que están sostenidas por personas que hacen posible el mantenimiento de las mismas en todo el territorio.

¿Qué haríamos sin personas que de forma altruista se implican en el mantenimiento y desarrollo de una tradición como esta que se ha celebrado ya durante 53 años consecutivos?

Muchas de ellas se perderían, por no decir todas.

Personas como Antonio Lucio y sus compañeros dulzaineros y tamborileros que fueron acompañando con su música la procesión y la celebración de la misa, o como Chema López, un sacerdote que ha entregado su vida a las personas con enfermedad mental y a los chicos con problemas de desarraigo social, y que celebra la misa cada año con verdadera motivación y pasión contagiándola a todos los que estuvimos allí.

Protección de nuestra riqueza natural

Destacar que encontrarnos en el Parque Nacional de Guadarrama también es la motivación emocional de muchas personas, qué desde Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza que a finales del XIX realizó la primera expedición de carácter pedagógico que se realizaba en España y fue a este espacio, desde entonces se empezó a pensar ya en su interés. Habría que esperar hasta el año 2001 para que las Comunidades de Madrid y Castilla y León retomaran la iniciativa que culminó en su declaración en 2013 mediante Ley aprobada en las Cortes Generales.

Hay siempre personas que ponen y han puesto pasión para llevar a buen puerto iniciativas maravillosas con las que toda la sociedad consolida su cultura y se hace más rica, más próspera y más solidaria.

Mientras se celebraba la misa en Malangosto y me acariciaba el aire limpio y fresco de la sierra en la cara y me sentía en paz ante el espectacular paisaje natural que tenía delante, dominando la vista de montañas y bosques de pinares reflexionaba sobre las palabras que Chema estaba pronunciando en su homilía: “Vigilad vuestro interior y si no os gusta algo cambiarlo, buscad como ayudaros a vosotros mismos. Mirad a los demás sin hacer juicios y sin prejuicios, intentad buscar en que coincidís. No descuidéis la vigilancia de vuestras intenciones, despreocuparos de la de las cosas. Importa lo que sentís, eso es lo que os hace mejores, no importa lo que tengáis".