El talento se marcha de Castilla y León y son fundamentalmente los jóvenes los que más se van. Se forman aquí, realizamos un importante desembolso económico en su formación: más de 2.200 millones de euros anuales, que representan aproximadamente el 20% del presupuesto de la Junta de Castilla y León. El sistema educativo junto con la sanidad representan las partidas más elevadas, no siempre gastadas de forma eficiente. En esta Comunidad la Consejería de Educación debería plantearse como agrupar a los niños en unidades educativas comarcales con un transporte adaptado a las necesidades de los alumnos en el que también podrían colaborar las diputaciones provinciales, destinando sus recursos a esto y no a tener tantos cargos públicos. Analizar seriamente que grados son viables en las cuatro universidades y financiar a los jóvenes para que fueran a estudiarlos a otras ciudades de la Comunidad mediante becas, en vez de mantenerlos todos, y en muchos casos con un escaso número de alumnos que los hacen insostenibles.

Éxodo urbano

Realizamos una importante inversión económica, que sería una magnífica inversión de futuro si los jóvenes se quedaran a trabajar aquí. Pero nos encontramos con que se está produciendo un segundo éxodo: después del rural, al que hemos asistido durante las últimas décadas, asistimos al urbano: los jóvenes se van de las ciudades medias de nuestro país hacia las dos grandes urbes: Madrid y Barcelona, que es donde esta el empleo cualificado y muchas otras oportunidades.

Una media superior a 2.200 jóvenes, son expulsados anualmente de Castilla y León por falta de los puestos de trabajo que demandan.

Además, resulta que nuestros jóvenes son de los mejor formados del país, el nivel de formación aquí esta por encima de la media nacional.

 Nuestros jóvenes son lo más importante que tiene una sociedad que mira al futuro porque ellos son la base sobre la que se asienta. Algo tendremos que hacer antes de que sea demasiado tarde.

Castilla y León es la Comunidad con la segunda edad media de la población más alta de España, tenemos de media casi 48 años, este dato se ha ido elevando a pasos agigantados en los últimos tiempos, nuestra sociedad está envejecida y esto entraña graves problemas de sostenibilidad del sistema. Las pensiones se pagan con las cotizaciones de los que trabajan y aquí cada vez hay más pensionistas y menos población activa. El sistema es claramente insostenible y cada vez lo va a ser más. Esto lo estamos viendo también en el debate abierto en entre el Banco de España y el Gobierno sobre la revalorización de las pensiones con el IPC, algo de todo punto insostenible.

Creer en el futuro

La cuestión es que existen ejemplos de cómo abordar la retención de talento y además combatir la despoblación: En Escocia, en la región de las Tierras Altas se puso en marcha hace 50 años un modelo de gestión integral del territorio para retener a la población y frenar su marcha. 

Se creó un Organismo público, el Highlands and Islands Enterprise (HIE) encargado de generar incentivos e iniciativas para que la población se quedara. Entre las acciones realizadas que son de muy diversa índole ha estado la de crear una red de universidades como polo de atracción de estudiantes y talento, realizando un seguimiento caso por caso de manera individual de los universitarios que estudian dentro y fuera de Tierras Altas para ofrecerles oportunidades de todo tipo, incluidas las del emprendimiento en sectores que están ligados al aprovechamiento de recursos endógenos, especialmente el turismo y la energía.

El éxito de este modelo de revitalización del medio rural ha sido muy notable ya que la población se ha incrementado en un 22% desde que comenzó a trabajar. Habían tenido décadas de pérdida de población continuada.

Este Organismo ha sido un éxito por varias razones: porque tiene una organización autónoma y despolitizada, porque planifica a medio y largo plazo, ha desarrollado una estructura con oficinas en el territorio y una dinámica de trabajo muy proactiva junto con una cultura de cooperación con las instituciones públicas y con el sector privado.

Tomar decisiones

En definitiva, para todos aquellos que piensan que no se puede hacer nada y hay que seguir viendo como los jóvenes se marchan, les digo que hay soluciones. Primero porque también desde el Gobierno central se podía hacer algo, diseñando una ordenación del territorio para conseguir que no todas las grandes empresas se instalen en Madrid y Barcelona, con una política de incentivos que pueden ser múltiples, desde la oferta de suelo industrial a bajo precio, ya que hay miles de metros cuadrados ociosos por todo el país, a incentivos fiscales para impulsar la instalación en ciudades medias…. Por citar solo algunos ejemplos. Además, creando en Castilla y León un Organismo como el de Escocia, tutelando y guiando a los jóvenes para que emprendan sus negocios en esta Comunidad, que hay grandes e importantes sectores de desarrollo: energías, turismo, agroalimentación. Somos una verdadera potencia en ellos.

Siempre se puede hacer algo, todo es revisable y lo que es realmente importante es querer revertir el status quo y abordar soluciones para que los ciudadanos crean en la política y en lo que significa realmente: es el arte de tomar decisiones que benefician y mejoran la vida de las personas. Así que tomen decisiones que para eso les han elegido los ciudadanos.