El alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez, con los galardonados en la gala de entrega de los Premios Fernando de Antequera, este jueves

El alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez, con los galardonados en la gala de entrega de los Premios Fernando de Antequera, este jueves

Empresas

Medina del Campo premia a sus empresas y comercios locales: "Son fundamentales para el desarrollo económico y social"

El Ayuntamiento de la Villa de las Ferias ha recuperado los históricos Premios Fernando de Antequera 12 años después y ha reconocido, en una emotiva gala celebrada este jueves, a Loyu 2000, El Canario y Pistacyl.

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En el corazón de Medina del Campo, el comercio y la empresa local siguen siendo el alma visible de una identidad que se remonta siglos atrás. Las calles de la Villa de las Ferias respiran actividad gracias a generaciones de familias que han transmitido de padres a hijos el orgullo de atender a sus vecinos, a comercios que renuevan constantemente su oferta para seguir siendo referencia y a nuevos emprendedores que eligen este municipio para desarrollar sus proyectos.

Aquí la economía se construye con cercanía: cada compra en un establecimiento del centro es un voto de confianza al tejido productivo propio, cada empleo creado permanece en la villa y cada iniciativa empresarial contribuye a que las calles mantengan su vitalidad y su carácter único. En Medina, el comercio local no es solo un sector: es la manera cotidiana de entender el progreso.

Este jueves, 4 de diciembre, el Auditorio Emiliano Allende acogió con lleno absoluto la gala de entrega de los Premios Fernando de Antequera, una cita histórica que regresa para celebrar la energía emprendedora que late en la localidad. Tras nueve años de paréntesis, desde la última edición celebrada en 2013, la distinción volvió a brillar para reconocer públicamente la trayectoria, el talento y la contribución al desarrollo económico y social de tres empresas clave de Medina del Campo y su comarca: Loyu 2000, El Canario y Pistacyl.

El origen de estos galardones se remonta a mediados de la década de los 2000, cuando comenzaron a celebrarse con el propósito de reconocer públicamente el papel clave del tejido empresarial medinense en el progreso económico, social y laboral de la villa. Tras una serie de ediciones celebradas entre 2005 y 2013, los premios quedaron en pausa. Sin embargo, su espíritu, el de poner en valor a quienes cada día sostienen y dinamizan la economía local, permaneció vivo entre comerciantes, empresarios e instituciones.

Es por ello que, en 2025, el Ayuntamiento ha decidido recuperar esta distinción histórica, actualizándola a los retos del presente y adaptándola a una realidad empresarial más diversa, innovadora y abierta al mundo. Esta recuperación responde a una visión clara: reconocer el esfuerzo de quienes generan empleo, apreciar la resiliencia y adaptación al cambio del comercio local, visibilizar nuevas iniciativas y emprendimientos emergentes y fortalecer el sentimiento de comunidad económica y empresarial.

Los premios están organizados desde el área de Desarrollo Local, coordinada por la concejal Patricia Carreño, con la implicación del Círculo de Progreso, presidido por José Manuel Fernández, que ha trabajado junto al Ayuntamiento en la elaboración de las bases, criterios y jurado.

En un ambiente de emoción, Medina del Campo demostró una vez más que valora y aplaude a sus empresarios como merecen: con orgullo colectivo y la certeza de que su futuro se sigue escribiendo desde sus propias calles. En la gala, la empresa Loyu 2000 recibió el Premio Excelencia Empresarial, el almacén de vinos y licores El Canario fue el agraciado con el Premio Trayectoria Profesional y el Premio Emprendimiento fue para Pistacyl.

La gala, además, contó con la participación especial de la prestigiosa periodista Anne Igartiburu, que ofreció una charla magistral centrada en el valor del empresariado, la actividad económica, el liderazgo y la innovación como pilares del desarrollo local. Un evento impulsado desde el área de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Medina del Campo, coordinado por su concejal, Patricia Carreño, y que ha contado también con la fundamental implicación del Círculo de Progreso, presidido por José Manuel Fernández.

Durante el evento, se entregó también la Beca Rodrigo de Dueñas para impulsar el talento juvenil, la creatividad y el compromiso de los jóvenes con el desarrollo económico, social y ambiental del territorio. El proyecto ganador fue 'Invernadero hidropónico de forraje fresco en Medina del Campo', de Alberto Navas Crehuet, y la entrega del galardón la ha realizado la concejal de Innovación, Nuevas Oportunidades y Lucha contra la Despoblación, Olga Mohíno.

El jurado destacó este proyecto por su viabilidad técnica, su enfoque innovador, su contribución al desarrollo local y su alineación con los criterios medioambientales.

"Son fundamentales"

La concejal de Desarrollo Local, Patricia Carreño, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, que el objetivo del Ayuntamiento con la recuperación de estas históricas distinciones, que se celebraron anteriormente entre 2005 y 2013, es "poner en valor el tejido empresarial del municipio" y "reconocer el esfuerzo, la trayectoria y el talento de las empresas y del comercio local". "Son fundamentales para el desarrollo económico y social de la villa". señala.

Carreño ha indicado que el jurado de los galardones estaba conformado por un representante del Ayuntamiento, un representante del Círculo del Progreso, un representante de La Caixa, que ha colaborado en los Premios, y también por el presidente de la Mancomunidad Tierras de Medina. "Hemos querido poner en valor tanto la industria y comercio de Medina como de su comarca, porque Medina no es nada sin su comarca y su comarca no es nada sin Medina", destaca.

La concejal de Desarrollo Local asegura que, con la elección de las empresas galardonadas, se ha pretendido "reconocer a la industria de la comarca y al pequeño comercio y a la gran empresa de Medina". Y destaca la importancia de la ponencia magistral de Anne Igartiburu que ha explicado las claves del emprendimiento y del mundo empresarial en una conferencia centrada en sus vivencias personales.

Durante el acto también se ha hecho entrega de la Beca Rodrigo de Dueñas, creada en 2024 para impulsar el talento juvenil, la creatividad y el compromiso de los jóvenes con el desarrollo económico, social y ambiental del territorio, una beca que apoya iniciativas que contribuyan al futuro de Medina del Campo y su comarca. "Medina es la Villa de las Ferias y queremos impulsarla y seguir ayudando a nuestro comercio y a las empresas medinenses y de la comarca", asegura Carreño.

Una empresa familiar

Loyu 2000 es una empresa familiar cuya historia se remonta a 1948, cuando los hermanos Félix y Eliseo López Yuguero comenzaron una pequeña herrería en Rodilana. Décadas después, aquella iniciativa artesanal se ha transformado en una compañía sólida, competitiva y altamente especializada, gestionada en la actualidad por la siguiente generación familiar.

Con 60 trabajadores, amplia experiencia y unas instalaciones de más de 7.500 m², Loyu 2000 destaca por un modelo empresarial basado en la autonomía operativa, la calidad del servicio, el cumplimiento de plazos y la incorporación permanente de nuevas tecnologías.

El director de la empresa familiar de estructuras y carpintería metálica Loyu 2000, Joaquín López, describe, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, como una "gran alegría y satisfacción" la recepción del Premio Excelencia Empresarial en los galardones de este jueves.

"Es muy satisfactorio que reconozcan el trabajo de toda una vida de una empresa familiar, desde los abuelos y luego principalmente mi padre y mi tío. Conseguir a base de mucho trabajo, sacrificio, esfuerzo, formación que te reconozcan y ser empresa de referencia en Medina del Campo y la zona pues nos hace estar muy contentos", asegura.

López incide, además, en que "el reconocimiento es para todos los trabajadores". "Somos casi 60 trabajadores y sin ellos no se hace nada y están colaborando y funcionando y es gente de toda la vida", apunta.

El director de Loyu 2000 asegura que a la empresa nunca le falta trabajo. "Hay épocas mejores y peores pero hemos superado todas las crisis habidas y por haber y nunca hemos despedido a nadie por falta de trabajo. La empresa hace un esfuerzo por mantenerles pero ellos igual o más grande, la empresa es auténticamente familiar y todos los trabajadores son conocidos y conocemos a sus familias y estamos con ellos", afirma.

Y asegura que su característica principal es que lo hacen "casi todo con medios propios". "Tenemos muy poca dependencia de terceros y eso nos da una seriedad muy importante a la hora de cumplir con los compromisos de plazos, que cada vez son más exigentes", asegura, destacando su "vocación de servicio".

"Disponemos de grandes instalaciones y de un stock muy amplio y damos soluciones a muchos clientes, tenemos una vocación de dar servicio a los clientes que está muy valorada y tenemos clientes muy fieles y abarcamos mucho, estamos muy diversificados dentro de nuestro negocio", destaca, haciendo hincapié en su capacidad de adaptación e innovación. "Tenemos que estar a lo que se necesite e incluso un poco por delante, hacemos lo antiguo y lo moderno y lo adaptamos a la filosofía de la empresa de no depender de terceros", zanja.

Una tienda histórica

El almacén de vinos y licores El Canario es un establecimiento profundamente ligado a la vida comercial de Medina del Campo. Su nombre es sinónimo de tradición, servicio cercano y continuidad generacional en un sector fundamental para la identidad de la villa: la alimentación especializada y el comercio minorista.

El dueño del almacén de vinos y licores El Canario, José Sánchez, asegura estar "muy ilusionado" con la recepción del Premio Trayectoria Profesional en el marco de los Premios Fernando de Antequera de Medina del Campo. "Es un reconocimiento a toda la historia de esta tienda", señala. Un establecimiento con más de 150 años de historia al que Sánchez ha dado un auténtico lavado de cara para reconvertirlo en una fusión entre tienda gourmet y colmao de toda la vida.

El dueño de El Canario asegura que se trata de "una tienda bastante querida en el pueblo". "Por eso me animé a reformarla y a convertirla en lo que es ahora mismo", asegura. Y se muestra muy orgulloso de ese reconocimiento a su familia aunque lamenta que su abuela no esté viva para verlo. "Ha sido una pena que nos podíamos haber juntado tres generaciones, porque murió mi abuela hace unos meses con 99 años, y le habría hecho una ilusión de miedo, porque fue su vida", apunta.

Y recuerda el origen de la tienda. "Esto viene de mis tatarabuelos que eran de La Seca, luego pasó a mi bisabuela, de mi bisabuela pasó a mi abuela, que se casó con El Canario, y luego pasó a mi madre y de mi madre ha pasado a mí", apunta, y recuerda cómo se le ocurrió la idea de transformar el establecimiento.

"Es un formato de tienda que hay en las grandes ciudades, tengo otros negocios y viajando me di cuenta de que existía ese formato. Aquí puedes tomar un vino y degustar cualquier lata de las que tenemos en la tienda, es como recuperar un colmado antiguo pero en el siglo XXI", afirma. Una auténtica fusión entre lo antiguo y lo moderno que ha recibido un merecido reconocimiento a más de 150 años de trayectoria.

Un ejemplo de innovación

Grupo Pistacyl es uno de los casos más destacados de emprendimiento agrícola innovador en Castilla y León. Fundado por los hermanos Pérez Heras, el grupo ha pasado de gestionar viñedos a especializarse en el cultivo del pistacho, convirtiéndose en la mayor productora de la comunidad, con 15.000 pistacheros, 70 hectáreas de cultivo y 125.000 kg anuales de producción.

La empresa es pionera en la producción de pistacho al natural —sin sal, sin tostar y sin aditivos— y ha desarrollado una línea complementaria de productos gourmet como aceite de pistacho, pasta, granillo, harina natural parcialmente desgrasada y cremas, algunos de ellos en colaboración con instituciones culturales como el Museo Thyssen.

El presidente de Pistacyl, Alfredo Pérez, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, sentir "mucha ilusión" ante la recepción del Premio Emprendimiento en el marco de los Premios Fernando de Antequera. "Que te den un premio en tu tierra hace mucha ilusión. Que te veas apoyado por la gente de tu zona es muy ilusionante y, además, acompañados de otras dos empresas que son fantásticas. Es un reconocimiento muy de casa", señala.

Pérez destaca que Pistacyl lleva años apostando por la adaptación del cultivo de pistacho en Castilla y León con varios proyectos de I+D+i y que cuenta con varios proyectos de innovación y con mucho trabajo con las universidades. "Hemos apostado por el procesado de una calidad de fruto siempre al natural y siempre buscando la máxima calidad del producto, pensando en la salud y en no deteriorar las grasas monoinsaturadas muy favorables que tiene el pistacho, que favorecen el flujo sanguíneo y previenen contra el colesterol", comenta.

El presidente de Pistacyl subraya la apuesta de la empresa por conservar esas grasas no sometiéndolas a altas temperaturas. "También hemos apostado por una venta de producto en natural, en crudo, para aprovechar de la mejor forma las propiedades saludables que tiene", asegura.

Entre los retos a corto plazo de la empresa, Pérez hace hincapié en el proyecto de impulsar nuevas naves para la empresa. "Además, hemos sacado el primer aceite de pistacho prensado en frío que se hace en España y estamos montando una tienda online para poder entrar en venta online", comenta. Los Premios Fernando de Antequera vuelven a reconocer 12 años después a las empresas y al comercio local de Medina del Campo y su papel fundamental en el desarrollo económico y social del municipio.