Dar el salto de la digitalización básica a una transformación más profunda y especializada no siempre es fácil para las pequeñas y medianas empresas.
Por eso, la Junta de Castilla y León ha puesto en marcha una nueva línea de ayudas pensada precisamente para aquellas pymes que ya han empezado a digitalizarse y quieren avanzar hacia un modelo más competitivo, eficiente y adaptado a las nuevas tecnologías.
A través del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICECYL), la Consejería de Economía y Hacienda destina 1.850.000 euros —ampliables en un millón más— a esta convocatoria que busca apoyar proyectos más ambiciosos: automatización de procesos, implantación de soluciones de Industria 4.0, uso de aplicaciones especializadas o herramientas digitales avanzadas. En definitiva, una apuesta por la digitalización profunda, más allá de lo básico.
Las ayudas podrán cubrir hasta el 75 % del coste subvencionable, en función del tamaño de la empresa, su ubicación geográfica y el impacto que tenga el proyecto en términos de sostenibilidad. Las microempresas y aquellas situadas en el medio rural parten con ventaja: podrán recibir directamente el porcentaje máximo. Los presupuestos admitidos oscilan entre los 20.000 y los 200.000 euros.
La Junta también quiere que estos proyectos tengan un efecto multiplicador. Por eso, se valorará que las iniciativas tengan carácter “demostrador”, es decir, que puedan servir de referencia para otras empresas del mismo sector.
Entre los conceptos que pueden financiarse están la compra de hardware (aunque con límites: no se subvencionan móviles, tabletas ni televisores, y este apartado no puede superar el 50 % del gasto total), la adquisición de software o licencias, el uso de herramientas SaaS y los servicios de consultoría.
Una estrategia global para no dejar atrás a nadie
Esta convocatoria forma parte de un plan mucho más amplio. En lo que va de año, ICECYL ha lanzado cuatro líneas de ayudas dirigidas a la digitalización de pymes y autónomos, con un presupuesto total de 9,3 millones de euros.
La primera de ellas, centrada en la digitalización básica, ha contado con 1,5 millones de euros y ya ha llegado a cerca de 300 empresas, con ayudas directas de 1.200 euros. El 60 % de las solicitudes aprobadas ha recibido el importe máximo.
Las otras dos líneas están centradas en la ciberseguridad, uno de los grandes retos para las empresas en este proceso de modernización. La primera, con 2,3 millones de euros, apoya la innovación aplicada a procesos, productos o servicios; la segunda, con 3,6 millones, se orienta a proyectos de I+D. Ambas forman parte del programa ARGOS, cofinanciado con fondos europeos RETECH, y estarán abiertas hasta final de año.
Con estas medidas, la Junta quiere evitar que las pequeñas y medianas empresas se queden rezagadas en un escenario donde lo digital ya no es el futuro, sino el presente. Se trata de facilitar el camino, acompañar a quienes ya han dado los primeros pasos y abrir nuevas oportunidades para que el tejido empresarial de Castilla y León sea más sólido, más moderno y más competitivo.