Uno de los autobuses eléctricos de Switch Mobility, en la plaza mayor de Valladolid

Uno de los autobuses eléctricos de Switch Mobility, en la plaza mayor de Valladolid NCYL

Empresas

Switch Mobility en Valladolid sacará los primeros buses eléctricos en marzo de 2023

La compañía de vehículos anglo-india pondrá este viernes la primera piedra de la que será su única fábrica en la Unión Europea

16 marzo, 2022 13:33

Noticias relacionadas

La cuenta atrás ya ha comenzado. La multinacional anglo-india Hinduja Group, a través de su filial Switch Mobility, líder en fabricación de vehículos exclusivamente eléctricos, pondrá el próximo viernes la simbólica primera piedra en Valladolid de la que será su puerto de salida a los mercados europeos y LATAM.

Los primeros autobuses eléctricos fabricados desde esta planta en Valladolid saldrán al mercado a partir de un año, es decir, en marzo de 2023 (dado que el año fiscal en Reino Unido finaliza en abril), con la que Valladolid liderará la electromovilidad en Europa con una flota de transporte eléctrico al que se le aplicará la más alta tecnología.

Precisamente, el CEO de Switch, Andrew Palmer, ha resaltado hoy durante un congreso on line sobre vehículos eléctricos en el que participa, la importancia de la innovación aplicada a la ingeniería. "Estamos en la era de la innovación que determinará por completo el futuro del transporte y podría transformar a mejor nuestro planeta de manera inconmensurable".

Efectos de la crisis en Ucrania

Sin embargo, el sector de la automoción lleva más de dos años sufriendo los efectos de la pandemia y los cuellos de botella que se produjeron tras la reanudación de la actividad con su correspondiente falta de componentes eléctricos. Un importante revés al que ahora se le suma la incertidumbre de la guerra de Putin en Ucrania, y que ha afectado a plantas de Castilla y León como Renault, Gestamp o Michelin con fábricas en Rusia.

Un escenario que, en principio, "no va a repercutir en los planes que la compañía tiene para la fábrica de Valladolid", según ha confirmado a este periódico Andrew Palmer, CEO de Switch Mobility, por lo que la hoja de ruta marcada para esta planta, continúa su curso.

Una compañía muy bien posicionada en un momento de profundos cambios hacia una movilidad más sostenible con ciudades donde se impulsará el transporte público. Además, las tendencias de los mercados auguran ya nuevas fórmulas que pasan por un cambio de mentalidad: en el futuro, disponer de un vehículo en propiedad comenzará a convivir cada vez más con pagar por su uso sólo cuando se necesite.

Todo ello en favor de una descarbonización que permita cumplir los acuerdos alcanzados por la UE, en los que España pretende estar totalmente libre de emisiones de CO2 en 2050.

Pero para ello, el transporte público también ha de estar descarbonizado. Switch Mobility, con presencia en más de 40 países y con más de 300 vehículos eléctricos en funcionamiento en las carreteras de Inglaterra que llevan más de 40 millones de kilómetros recorridos. Este cambio supone la reducción de más de 1.600 toneladas de CO2 al aire.

Andrew Palmer, CEO de Switch, anunció hace apenas un mes que las primeras unidades de estos autobuses eléctricos de la planta de Valladolid saldrían a finales de este año, pero según ha podido saber este periódico, finalmente, estarán operativas antes de marzo de 2023. Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que en Reino Unido el año fiscal termina en abril, por lo que el objetivo es que estos primeros vehículos de transporte eléctrico salgan de la planta de Valladolid al menos antes de ese mes.

Autorizaciones en los terrenos de ACOR

Tal y como se indicó en su día, Switch adquirió 10 hectáreas de terreno en el área conocida como Soto de Medinilla, en Valladolid capital. Unos terrenos que pertenecían a la compañía vallisoletana de producción de azúcar ACOR.

El acuerdo está formalmente firmado, pero Andrew Palmer confirma a este periódico que continúan negociando "con las autoridades locales para asegurar todas las autorizaciones necesarias para comenzar la producción de autobuses eléctricos en los próximos doce meses"

El CEO de Switch destaca la unión que ha encontrado en las diferentes administraciones (Ayuntamiento de Valladolid, Junta de  Castilla y León y Gobierno de España) que han sido clave en la negociación para que Valladolid finalmente fuera la sede de su nueva fábrica, e indica que seguirán "trabajando con ellas como hasta ahora".

Aceleración de la electrificación

Los intereses de Switch evidentemente pasan porque las administraciones públicas pisen el acelerador de la puesta en marcha de infraestructuras de recarga que hagan posible un cambio de modelo hacia vehículos eléctricos.

Sin embargo, y a pesar de la aprobación en Consejo de Ministros hace una semana de un real decreto que regula la actividad de prestación de recarga de vehículos eléctricos para que España disponga de 100.000 de estos puntos en 2023, lo cierto es que nuestro país sigue siendo uno de los que más atraso lleva en electromovilidad de toda la Unión Europea, con nueve puntos sobre cien, cuando la media de los 27 está en el doble.

En este sentido, Palmer apuesta a la colaboración público-privada como eje fundamental para acelerar la descarbonización en el área de la movilidad. "Seguiremos apoyando a los gobiernos con los que trabajamos para acelerar el proceso de instalación de nuevos puntos de recarga, como lo estamos haciendo en Reino Unido, por lo que seguramente lo haremos también en España", ha asegurado.

Precisamente, Valladolid es una de las ciudades en las que su Ayuntamiento, al frente del cual está Óscar Puente, que ya ha anunciado la implementación de las conocidas como ZBE (Zonas de Bajas Emisiones) que irán gradualmente impidiendo la entrada en la ciudad de vehículos contaminantes desde 2023.

"Es un hecho que las ciudades que han implementado las ZNE de una forma u otra, han mejorado la calidad del aire, y por ello apoyaremos cualquier medida que pueda ayudar a los gobiernos locales y centrales a conseguir sus objetivos de cero emisiones", insiste el CEO de Switch.

Sobre si la sociedad está preparada o no para acometer estos cambios con un desembolso económico en un vehículo eléctrico (el más económico nuevo ronda los 35.000 euros y apenas hay mercado de segunda mano), Palmer se limita a recordar que "hay que actuar ya para parar los efectos del cambio climático".