El origen del brote de peste porcina sigue siendo una incógnita.
Asaja exige unificar Agricultura y Medio Ambiente para frenar la asfixia del campo: "Forman un todo inseparable"
Asegura que las políticas dictadas "desde los despachos, de espaldas al campo, y una gestión ambiental desconectada del territorio" comprometen la continuidad de los pueblos.
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Las organizaciones provinciales de Asaja en Valladolid y Ávila han demandado que las competencias de Medio Ambiente y Agricultura y Ganadería vuelvan a integrarse en la misma cartera ministerial o Consejería, como ya sucedió tanto a nivel nacional como en Castilla y León.
Según defienden desde la organización, esta estructura administrativa "no es un capricho, sino la respuesta lógica a una realidad donde el territorio, el medio ambiente y la producción agraria forman un todo inseparable que actualmente se encuentra fracturado".
Desde Asaja denuncian que las políticas ambientales actuales se han convertido en una auténtica "espada de Damocles" para el campo. Aseguran que muchas de las decisiones actuales se adoptan desde un "profundo desconocimiento" del medio rural, lo que está poniendo en "grave riesgo la viabilidad de miles de explotaciones".
Además, aseguran que las políticas dictadas "desde los despachos, de espaldas al campo, y una gestión ambiental desconectada del territorio" comprometen la continuidad de nuestros pueblos.
Entre los ejemplos más críticos, señalan el "fracaso en la gestión de la fauna salvaje", en concreto citan la proliferación de ataques de lobo a la ganadería extensiva y la expansión descontrolada del jabalí, que, según critican, actúa como transmisor de enfermedades graves como la tuberculosis o la peste porcina africana.
Asimismo, lamentan la impotencia de los agricultores ante los daños provocados por los conejos en cultivos y viñedos "frente a la pasividad administrativa".
La crítica de la organización también se extiende a las trabas sistemáticas que frenan el desarrollo de naves ganaderas, la demonización del regadío y las restricciones cada vez más severas en materia de fertilización y control de plagas.
Asaja sostiene que estas medidas se amparan en una interpretación "ideológica y dogmática de la Agenda 2030 que, lejos de proteger el entorno, está expulsando la actividad y la población de los pueblos".
En este sentido, señalan que los grandes incendios forestales de cada verano "no son catástrofes naturales inevitables, sino la consecuencia directa del abandono del monte provocado por unas políticas que impiden limpiezas, desbroces y aprovechamientos forestales tradicionales".
Finalmente, recuerdan que "no puede existir sostenibilidad ambiental sin sostenibilidad económica y social" y advierten que separar ambas áreas ha sido un "error histórico" que se traduce, en su opinión, en explotaciones cerradas y un medio rural cada vez más vulnerable al fuego por la falta de gestión humana.
El sector reclama "recuperar el sentido común y la coherencia política", exigiendo una administración única que escuche a los agricultores y ganaderos como los principales aliados del medio ambiente, antes de que el proceso de despoblación y abandono sea irreversible, como así expresan en un comunicado.