Montaje de patatas de España con la bandera de Israel
Tortilla de patata con sabor a Oriente Medio: denuncian que los comercios dan la espalda a la producción española
Patatas de Israel y Egipto inundan los lineales en plena campaña de patata nueva de Andalucía y Región de Murcia. Castilla y León, por el momento, no se ha visto afectada.
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La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha denunciado que, mientras la patata nueva española empieza a salir del campo con toda su frescura y calidad, las grandes cadenas de distribución siguen inundando los lineales con patatas importadas de Israel y Egipto. En concreto, más de 80.000 toneladas en 2024.
Según señala Alberto Duque, presidente COAG Valladolid, Castilla y León es una de las comunidades que no se ha visto afectada por este cambio en las exportaciones, pero sí especialmente en la zona de Levante y Andalucía.
Según ha indicado a este periódico, la patata en Castilla y León se consume en territorio nacional, pero no se exporta fuera de las fronteras. Por lo que en principio no debería sufrir ningún problema en las exportaciones.
Lo que sí ha indicado, es que la Comunidad podría verse afectada en un retraso en las ventas y un tapón en la producción si el 20 de mayo, fecha tope en la que todas las exportaciones de España deberían salir, se retrasa.
Tal y como recoge COAG en una nota de prensa, se trata de una "estrategia calculada para retrasar la compra del producto nacional, saturar el mercado y forzar a la baja los precios en origen". El resultado: que el consumidor se ve obligado a hacer la "típica" tortilla de patata con materia prima de Oriente Medio, mientras sufre la producción autóctona de "calidad".
Señala que no es razonable encontrar en una superficie comercial del Campo de Cartagena, con 10.000 hectáreas sembradas, patatas “Origen Israel”.
Productoras de patata nueva nacional
Desde las principales zonas productoras de patata nueva nacional, (Sevilla, Málaga y Campo de Cartagena,) se confirma que en estos momentos la oferta ya es suficiente para abastecer de forma estable la demanda de las principales cadenas de distribución.
“No entendemos que se arrincone a la patata autóctona en los lineales, con sello de calidad y estándares UE, frente a las importaciones de terceros países. Pedimos a los consumidores que se fijen en el etiquetado y exijan a los supermercados patata nueva de aquí", señalan.
COAG advierte que esta estrategia pone en peligro 4,2 millones de jornales en el medio rural, al tiempo que lanza a la atmósfera 3.376 toneladas adicionales de CO2 por el transporte internacional, el equivalente a las emisiones de 10.683 vuelos ida y vuelta por persona de la ruta Madrid-París.
Esta organización trasladará esta problemática al Ministerio de Agricultura y las consejerías del ramo de las Comunidades Autónomas más afectadas, al tiempo que reclama a los jefes de compra de las principales cadenas de distribución una apuesta sin fisuras por la producción nacional.
