Lourdes Gullón, María Teresa Rodríguez, el rey Felipe VI y Óscar Puente.
Telle, la empresaria premiada por el Rey que se enemistó con sus hijos para construir el imperio de galletas Gullón
De ama de casa a empresaria ejemplar, María Teresa Rodríguez es una de las figuras más influyentes del sector agroalimentario español, pero detrás hay una historia de lucha, empoderamiento y de polémicas cuando casi no existían mujeres al frente de grandes empresas.
Más información: María Teresa Rodríguez, presidenta de honor de Galletas Gullón, recibe el Premio Reino de España de manos del Rey
En Aguilar de Campoo (Palencia), todo el mundo la conoce como Telle, pero detrás de María Teresa Rodríguez, presidenta de honor de Galletas Gullón, hay una historia de sacrificio, empoderamiento y de polémicas. Una historia de choques familiares y luchas generacionales, un Falcon Crest, pero al más puro estilo galletero.
María Teresa Rodríguez es una de las figuras empresariales más influyentes del sector agroalimentario español y una de las mujeres más ricas de Castilla y León. Su trayectoria al frente de Galletas Gullón, compañía fundada en 1892 y hoy referente europeo en galletas saludables, ha marcado un antes y un después en la historia industrial de la Montaña Palentina.
La presidenta de honor de Galletas Gullón ha sido este lunes distinguida con el IX Premio Reino de España, un reconocimiento otorgado conjuntamente por el Círculo de Empresarios, el Círculo de Empresarios Vascos y el Cercle d’Economia.
El jurado señaló su “destacada contribución al desarrollo económico y social de España” a través de más de 35 años al frente de la compañía familiar.
María Teresa Rodríguez ha dedicado el premio “a todos y cada uno de los que han formado parte en algún momento de la familia de Galletas Gullón, una empresa presente hoy en todo el mundo sin perder la esencia y los valores de nuestra tierra”.
Solo ella sabe lo que hay detrás de esas palabras y ese discurso. Una historia que bien daría para una serie en Netflix.
Estudió en La Compasión de su localidad natal y más tarde en Valladolid y Medina del Campo, donde cultivó un profundo amor por la literatura, la naturaleza y su tierra natal, pasiones que la siguen acompañando hoy en día.
En 1962 se casó con José Manuel Gullón, heredero de la familia fundadora de Galletas Gullón. El fallecimiento de su marido en 1979 marcó un punto de inflexión. Con cuatro hijos aún pequeños y sin experiencia en la gestión empresarial, asumió en 1983 la presidencia de la compañía.
Lo hizo en un momento de gran incertidumbre y en un contexto social en el que casi no existían mujeres al frente de grandes empresas.
Con tesón, humildad y visión estratégica, lideró una transformación basada en la reinversión continua de beneficios, la modernización industrial y el impulso a productos saludables cuando este concepto aún era incipiente.
La llegada de Juan Miguel Martínez Gabaldón como director general reforzó este proceso y permitió consolidar un modelo sólido y competitivo.
En 1983, tras el fallecimiento de su marido en un accidente de tráfico unos años antes, Telle asumió la presidencia del Consejo de Administración con amplios poderes.
Lejos de limitarse a conservar la empresa, la impulsó hacia una transformación profunda basada en la innovación, la internacionalización y una visión pionera sobre la nutrición saludable.
Esta estrategia situó a Gullón a la vanguardia del sector, convirtiendo a la compañía en líder nacional en galletas saludables e integrales desde el lanzamiento de la primera María integral en 1979.
A lo largo de su vida, María Teresa ha demostrado una dedicación absoluta a la empresa, hasta el punto de anteponerla sistemáticamente a su familia.
Su compromiso ha sido tan intenso que a sus 83 años continúa acudiendo cada día a la fábrica. Siempre rechazó suculentas ofertas de compra de multinacionales porque su prioridad, que ha sido casi una obsesión, es la de mantener la fábrica y el empleo en Aguilar de Campoo.
Ese fuerte sentido de responsabilidad hacia la empresa derivó en uno de los conflictos societarios más duros vividos en una compañía familiar española.
Asamblea en un coche
En 2009, sus tres hijos varones, Hernán, Rubén y Félix, intentaron retirarle los poderes pese a que ella mantenía la mayoría accionarial.
Llegaron incluso a impedirle la entrada en la fábrica, obligándola a celebrar una junta en un coche aparcado en la puerta, junto con su hija Lourdes, Juan Miguel Martínez Gabaldón y una notaría, para recuperar el control. Unas imágenes que quedaron para la historia.
El enfrentamiento generó una larga cadena de litigios que terminó con los tribunales respaldando a María Teresa como principal propietaria. Desde entonces, mantiene una relación muy distante con sus hijos varones y varios nietos.
La única que permaneció a su lado fue su hija Lourdes Gullón, hoy presidenta ejecutiva de la compañía.
2007, la presidenta de Galletas Gullón, María Teresa Rodríguez (2D), y el presidente de Caja Duero, Julio Hermoso (2I), firman un convenio de colaboración ICAL
Con Lourdes y Juan Miguel Martínez Gabaldón al frente, Galletas Gullón vive hoy una etapa de estabilidad y crecimiento: exporta a más de 125 países, factura 697 millones de euros (44% procedentes del exterior) y avanza con firmeza en sostenibilidad, digitalización y reducción de emisiones, alineada con 11 de los 17 ODS de la ONU.
En paralelo, Telle dedica más tiempo a sus aficiones y a su labor filantrópica en educación, empleo, cultura y desarrollo comunitario.
Sus iniciativas han contribuido significativamente al bienestar social de la Montaña Palentina, donde Gullón se ha convertido en un motor económico que genera ya más de 2.200 empleos directos y aspira a alcanzar los 3.000 en 2030.
Un premio a una vida ejemplar
El reciente galardón que ha recibido, otorgado por un jurado presidido por Santiago Muñoz Machado e integrado por figuras de la talla de Mariano Barbacid o José María Bermúdez de Castro, destaca su capacidad para armonizar responsabilidades profesionales con iniciativas sociales, artísticas y culturales, señalándola como “referente ejemplar para las generaciones venideras”.
En palabras de la propia premiada, el reconocimiento “pertenece a todos los que han formado parte de la familia de Galletas Gullón”.
Su hija Lourdes, emocionada, subrayó que se premia “la gran labor que ha hecho y continúa haciendo mi madre”. Y Gabaldón recordó que “María Teresa es imprescindible para entender la evolución de Gullón en las últimas décadas; una pionera en liderazgo femenino y en visión empresarial”.
Juan Miguel Martínez Gabaldón, consejero delegado y director general de Galletas Gullón, también coincidió en lo "oportuno del galardón". "El papel de María Teresa es imprescindible para entender la evolución de Galletas Gullón en las últimas décadas. Ha sido una pionera, no sólo en liderazgo femenino, sino también en comprender que la internacionalización y la innovación son piezas claves para el éxito en el sector agroalimentario", aseguró Gabaldón.