La entrada de un nuevo año siempre acarrea cambios. Uno de ellos suele ser la subida de precio de diferentes servicios y artículos. Es un clásico con el que convivimos desde hace ya unas décadas. En el otro lado de la balanza también se sitúa la subida de los sueldos, aunque no se puede decir que vaya al mismo ritmo que la inflación. Sin embargo, la subida de las pensiones sí es una realidad. Así, los pensionistas de Castilla y León verán como desde el próximo 1 de enero su nómina tendrá un aumento.

Así lo ha anunciado la nueva ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, que ya ha avanzado cuál será el aumento de las pensiones de cara a 2024. De esta manera, los pensionistas que perciben las prestaciones más bajas verán incrementadas sus nóminas el año que viene entre casi un 4% y un 14%. Mientras que para el resto de los pensionistas se van a revalorizar un 3,8%. Por su parte, las mínimas de viudedad con cargas crecerá un 14,1%. Es decir, según los datos de noviembre del Instituto Nacional de la Seguridad Social, en Castilla y León hay un total de 150.126 demandantes de la pensión de viudedad a una media de 834,33 euros, por lo que con la subida anunciada podrían aumentar en algunos casos hasta 117,64 euros al mes.

Los datos de noviembre dicen que en Castilla y León hay un total de 622.539 pensionistas divididos en diferentes grupos y con una media de pensión de 1.195 euros. 45.545 son de incapacidad permanente, 403.878 de jubilación, 150.126 de viudedad, 19.081 de orfandad y 3.909 de favor de familiares. Esto es lo que pasarán a cobrar a partir del próximo mes.

De esta manera, las pensiones contributivas, es decir las de aquellas donde los trabajadores han cotizado a la Seguridad Social durante un tiempo mínimo o cuyos familiares lo hayan hecho, por ejemplo en el caso de las de orfandad, van a subir un 3,8%, que es la tasa de crecimiento de la inflación media entre diciembre del 2022 y noviembre del 2023. En el caso de Castilla y León hay un total de 403.878 pensionistas por jubilación, con una media de 1.370,95 euros. En este grupo, y tomando la media, el aumento será de unos 52 euros.

Por su parte, las pensiones mínimas contributivas y las no contributivas van a subir desde enero un 6,9%. Eso sí, no son las mismas. Las primeras forman parte del grupo de las contributivas, es decir, se conceden a aquellas personas que sí han aportado a las arcas de la Seguridad Social, pero que, por diversas circunstancias, perciben la cuantía mínima marcada por el sistema. En el caso de las de jubilación, por ejemplo, ese umbral se sitúa a nivel nacional entre los 692 y los 1.449 euros al mes (dependiendo de si el demandante tiene cargas familiares o alguna invalidez). Ese aumento del 6,9 % también se aplicará al Ingreso Mínimo Vital (IMV).

Hay un caso más especial y donde la subida va a ser la mayor de todas. El de las viudas con cargas familiares y que tienen una pensión mínima. Aquí el aumento es del 14,1%. Un grupo formado en su mayoría por mujeres y que cobrarán por primera vez más de 1.000 euros. En Castilla y León hay un total de 150.126 pensionistas por viudedad que perciben una media de 834,33 euros, la subida en algunos casos podría ser de hasta 117 euros al mes, situándose por cerca de los 1.000 euros.