Imagen de Ana dando clase

Imagen de Ana dando clase Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Educación y Universidad

Ana (34), cinco años dando clase en pueblos de Castilla y León: "La educación no puede ser un juego de la política"

Tras conseguir plaza fija como docente en el año 2024, suma seis de experiencia. Cinco de ellos en pueblos de la provincia de Valladolid y Salamanca.

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Ana Belén Oliva Martín nació en Salamanca y tiene 34 años. Es maestra diplomada en Educación Infantil, graduada en la misma disciplina, porque le tocó hacer un año más al ser la última promoción de la diplomatura.

Además, es graduada en Educación Primaria con mención en pedagogía terapéutica y graduada en maestra de Educación Física y en Educación Musical. Casi nada. Cuenta con un total de dos carreras y tres menciones.

Es amante de la montaña, de los atardeceres y de salir de compras y leer sobre el desarrollo infantil y también sobre la psicología. Suma seis años como profesora, fundamentalmente en el medio rural, y es una fiel defensora de la educación en los pequeños pueblos de nuestra Comunidad.

En la actualidad se encuentra impartiendo clase en el municipio salmantino de Sancti-Spíritus. Es feliz allí. Cuenta su preciosa historia, y también tiene reivindicaciones para las administraciones, en esta entrevista con EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Los comienzos de Ana

Me defino como una docente apasionada de mi trabajo. Me encanta el desarrollo de los niños y aprender de ellos. Soy de las que creen que un profesor nunca debe dejar de aprender y debe estar en continuo aprendizaje y formación”, explica Ana a este periódico.

Nuestra entrevistada es una persona que se exige mucho. Lucha por lo que quiere y cuando algo lo quiere va a por ello. Es una persona familiar. Le gusta pasar tiempo con ellos y, también, con sus amigos.

“Nací en Salamanca capital. Recuerdo mi infancia de una manera muy feliz. Era la pequeña de cuatro hermanos y estudié en el colegio Sagrado Corazón de Salamanca en el que todos éramos como una familia. Mi infancia estuvo muy ligada a mi abuela materna. Cuando saqué plaza fija como docente me acordé mucho de ella”, confiesa emocionada la salmantina.

Desde pequeña tenía claro que quería ser profesora o periodista. Al final, se decantó por lo primero y no se arrepiente de la decisión.

La lucha del puesto fijo y seis años por pueblos

“Acabé la carrera en 2012. Trabajé después como responsable y formadora de telemarketing en el tiempo que me formé para opositar. En 2024, después de comenzar a trabajar en 2019 como profesora, conseguí plaza fija y me aseguré una cierta tranquilidad, entre comillas”, cuenta nuestra protagonista.

Su primer destino, durante estos seis años como profesora, fue en el CRA El Páramo como profesora de Educación Infantil. Ahí estuvo el curso 2020-21 dando clase en Villanubla, Geria y Ciguñuela.

Un curso más tarde, en el 2021-22, ejerció en Arroyo de la Encomienda. En concreto, en el CEO Atenea. En el 2022-23 lo hizo en el CRA Tierra de Medina, a caballo entre Villaverde de Medina y Bobadilla del Campo.

De estos tres cursos en pueblos de la provincia de Valladolid pasó a Zamora capital para completar el curso 2023-2024 en el CEIP San José de Calasanz, en la capital, y acabar, estos dos últimos cursos, los que van desde el 2024 al 2026, en la provincia de Salamanca, en Sancti Spíritus en concreto.

El Colegio Público Salas Pombo de Sancti-Spíritus

El Colegio Público Salas Pombo de Sancti-Spíritus Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Apuesto por el mundo rural, sin lugar, sin ninguna duda. Aquí hay valores que pasan desapercibidos y no se pueden perder. Es complicado porque hay pueblos con siete niños de cinco niveles educativos diferentes, desde Infantil a Primaria, solo en una clase. Enseñar en el mismo aula a niños de entre 3 y 12 años te hace profesor de verdad”, señala.

Feliz en Sancti-Spíritus

Ahora, nuestra profesora está encantada de trabajar en un pueblo de su provincia. Va y viene todos los días hasta la escuela de Sancti-Spíritus en un camino que dura 45 minutos en coche. Casi hora y media al día entre ida y vuelta.

“El medio rural lo tiene todo para una educación de calidad. Ratios más bajas de alumnos que posibilita una atención más individualizada, por ejemplo. Aquí tengo una clase agrupada en la que llevo todo infantil. Con nueve alumnos de 3 a 5 años que se ayudan año a año”, añade.

Sin embargo, hace mención también a un grave problema que vivimos cada año en los municipios de la región como es el cierre de aulas y pide “facilidades” para que la gente pueda quedarse en su pueblo y estos núcleos rurales no mueran.

“Hay que apostar por conseguir que la juventud se quede y mantenga viva la llama de los pueblos”, asegura y añade que “puede vivir bien con un sueldo de profesora” aunque “sin lujos”.

Reivindicaciones

Ana quiere dar las gracias a la dirección provincial de Educación de Salamanca porque “siempre que les he necesitado han estado ahí” en lo que tiene que ver con sus necesidades personales y la formación continua.

También es clara y quiere expresar que “la Ley Educativa no puede cambiar por el partido político que gobierne” añadiendo que “la educación no puede ser un juego de la política” y apostando por crear una ley general y articular mejoras con los cambios de gobiernos.

Imagen de Ana en su colegio de Sancti Spíritus

Imagen de Ana en su colegio de Sancti Spíritus Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Creo que hay que cambiar el sistema de acceso al puesto de maestros. No es normal que nos presentemos a una oposición con temarios de hace, mínimo, 16 años. También pienso que un profesor en Andalucía o en Madrid tiene que cobrar lo mismo que en Castilla y León”, apunta.

El futuro

Nuestra protagonista es feliz y “busca mejorar cada día como docente” y “seguir trabajando en la escuela rural” tras “muchos años de esfuerzo y sacrificio” que le llevaron a “conseguir su sueño”.

“Ahora quiero abrirme un perfil educativo, con mis métodos de trabajo y material en el aula. Pienso que es positivo para ayudarnos entre los docentes. Que podamos contar con herramientas que nos funcionen a unos para ayudar a otros”, finaliza.

Ana es un ejemplo de una mujer comprometida con el mundo rural y que defiende, fielmente, sus derechos y convicciones.