Uno de los colegios de Valladolid que utiliza la educación musical con los niños

Uno de los colegios de Valladolid que utiliza la educación musical con los niños Clece

Educación y Universidad

La musicalización temprana impacta positivamente en el desarrollo del lenguaje y la socialización, según un estudio

Koala Soluciones Educativas y su aplicación Memima se refuerzan tras un estudio científico que demuestra los beneficios de la educación musical en los bebés.

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Un estudio piloto liderado por el especialista en pediatría Enrique la Orden Izquierdo ofrece los primeros datos sobre el entrenamiento auditivo temprano en lactantes sanos. 

La aplicación, denominada Memima, es una plataforma de audio para el hogar y escuelas infantiles que potencia su inteligencia musical, lenguaje y aprendizaje desde los primeros años.

Su puesta en marcha en colaboración con Koala Soluciones Educativas, filial de Clece, ha demostrado los beneficios que produce en los bebés la educación musical desde su primer día de vida. 

El estudio cuenta con la colaboración de la Universidad Francisco de Vitoria y el equipo de Memima y está avalado por el C.E.I.M. del Hospitall Universitario Severo Ochoa y la G.A.A.P. En total, han sido 82 bebés los que se han testado en este estudio. 

El proyecto evaluó a 82 lactantes sanos nacidos a término, y observó cómo la implementación del método ETFES, a través de sus audiciones diarias de ejercicios de lenguaje musical adaptado, influye en el neurodesarrollo infantil. 

"Los primeros hallazgos muestran que el uso regular de la metodología no solo fomenta la adquisición temprano del lenguaje y la socialización, sino que también contribuye a un vínculo parental seguro", aseguran.

Según el trabajo el doctor la Orden, los padres que han utilizado la aplicación Memima, han observado que sus bebés "lloran menos, tienen menos problemas en la alimentación y más facilidad para establecer rutinas". No solo eso, sino que también hay una "mayor estabilidad emocional y adaptación social".

La constancia es clave

Este método demuestra que, para obtener beneficios significativos, es necesario un mínimo de 6.000 minutos de audiciones, pero algunas familias han alcanzado hasta los 100.000 minutos en varios años.

"Aprender música a partir del primer día de vida, y a lo largo del proceso de aprendizaje del habla hasta los seis años, es como aprender un idioma", explica Albert Munné Vicente, CEO de Memima. 

Asimismo, aclara que cuántos más ejercicios escuche el bebé, "más integrará la estructura musical y el lenguaje sonoro". Y que la clave está en "la determinación y compromiso de los padres". 

Una de las ventajas de este método es que "no requiere tiempo extra" ya que los momentos más habituales para hacerlo son durante la lactancia o alimentación, en rutina del sueño o mientras el bebé juega o se relaja. 

Testimonios

Uno de los aspectos más impactantes del estudio ha sido que los bebés expuestos a ETFES avanzan antes en el desarrollo psicomotor y cognitivo. "Son capaces de atender antes a la voz, reconocer a la madre o balbucear en una edad mucho más temprana que los que no lo siguen", afirma. 

Almudena Anguita, directora de la Escuela Infantil Municipal Colorines, de Laguna de Duero afirma que “los niños han ido asociando las sesiones de ejercicios musicales de Memima a momentos de la rutina diaria y a la relajación sobre todo en el periodo de adaptación, tanto pequeños cómo mayores “. Concluye que “ha supuesto una herramienta útil y capaz de cambiar nuestro día a día. Estamos encantados con el resultado”.

Marta Santos Merino, educadora en la Escuela Infantil Municipal Pinto Pinto, de Laguna de Duero, también ha utilizado el método ETFES en el aula de bebés y afirma que es una herramienta "muy fácil de usar". 

"Hemos podido comprobar que ha favorecido al desarrollo del lenguaje comenzando con una buena pronunciación de sus primeras palabras, son capaces de mantener la atención durante periodos más largos de tiempo junto con una gran sensibilidad ante actividades con instrumentos musicales", matiza.

En definitiva, Memima y el método ETFES ofrecen la oportunidad de transformar el aprendizaje musical en "una experiencia natural y enriquecedora para los bebés, con beneficios que se extienden a lo largo de su vida".