La alusión a misteriosas galerías subterráneas tal vez tenga que ver con las numerosas bodegas de la zona, como estas de Baltanás.

La alusión a misteriosas galerías subterráneas tal vez tenga que ver con las numerosas bodegas de la zona, como estas de Baltanás.

Cultura

El pueblo palentino del misterio

La comarca del Cerrato es considerada zona de fenómenos paranormales, con epicentro en la villa de Antigüedad

8 mayo, 2022 07:00

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A menos de 40 kilómetros de Palencia, con un censo de unos cuatrocientos habitantes y con un pasado celta, vacceo, romano y godo, el ancestral municipio de “Antiquitate” no deja indiferente a nadie.

Se dice de la comarca de Antigüedad que posee una especial energía, siendo la ermita de Nuestra Señora del Garón y las de Villella, Valverde, el arroyo Valderrey y las Veredas, los focos donde esta fuerza se nota más y donde hasta los sentidos parecen desvanecerse si abrazamos alguno de sus árboles y nos dejamos llevar.

Puede ser este un poder inexplicable y misterioso que en origen hizo que el género humano, como lo conocemos, germinara aquí, que fuera este rincón palentino una especie de Edén donde la Humanidad tuvo lugar. Y hay pruebas, o al menos pistas, según muchos, que pueden sostener esa tesis, como que Antigüedad está situado a mitad de camino entre el Baltanás (o “valle del inmortal”) y Cobos de Cerrato que puede significar “Cueva en el Cerrato”.

Valdecañas de Cerrato, uno más de los muchos lugares ‘mágicos’ que acoge el Cerrato palentino

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Además, el pueblo está a la misma distancia de otros que lo rodean, a algo más de diez kilómetros, ya sea Cevico, Tabanera, Baltanás, Cobos o Espinosa. No es fácil encontrar una localización así en España. Curioso…

Y hay más argumentos de que Antigüedad pudo ser cuna del hombre, como por ejemplo esos avistamientos de naves y ovnis que se han producido y que algunos vecinos han corroborado, o como esa extraña pero relajante música coral, que a veces se escucha y parece provenir de las mismas entrañas de la tierra.

Galerías subterráneas

O de la sensación de paz que existe al visitar el pueblo y los páramos que lo rodean, y cómo se sienten sus campos magnéticos y sus corrientes telúricas, que sin duda pudieron haber hecho de Antigüedad la cuna de aviadores que ha sido desde la Guerra Civil, con los hermanos Martín Campo que luchaban en distintos bandos, hasta más actuales hijos del pueblo que ejercen de militares del aire. Interesante…

Hay vecinos incluso que, en secreto, rumoreaban acerca de la presencia de una imperceptible agrupación de seres humanos en galerías subterráneas excavadas en esta parte de la meseta palentina. Pero solo en secreto y bajo juramento. Quizá este colectivo es un cisma de la humanidad general que desciende de la Edad Media y que poseen conocimientos sorprendentes sobre avances tecnológicos, médicos y espirituales.

Por lo visto, la supuesta ubicación de seres en las profundidades de la tierra no es nueva y, de hecho, se recoge en tradiciones orales y escritas de numerosas culturas del planeta, pero como este parece que solo hay diez asentamientos en el mundo. Chocante…

Algunos de esos mismos convecinos hasta certifican que han intermediado entre estos seres y el exterior, ayudándolos en diversas tareas. Y que justo debajo de alguna casa, en el mismo pueblo, cuya dirección no se puede revelar, se encuentra uno de los tres accesos a la famosa galería, donde en una de sus salas existen dibujos y mensajes cifrados que se han ido desvelando poco a poco. Todavía no se sabe su significado, aunque existen varias teorías: se cree que es un ser vivo con espíritu propio, o una máquina dotada con tecnología muy evolucionada, o es un centro espiritual, una auténtica puerta dimensional a un mundo desconocido. Insólito…

Hasta se dice de la energética villa de Antigüedad que, a esas luces extrañas y sombras sobrenaturales, a esos sonidos que emergen de la tierra y a esas fuerzas perceptibles se une la presencia de una fuente con aguas curativas, por lo que la localidad desarrolla así un tremendo potencial terapéutico, capaz de curar más rápido a los enfermos si se saben usar bien sus energías. Sorprendente

Bueno, esta mención al potencial terapéutico debe ser cogida con alfileres, ya que Antigüedad es muy conocida también por dos famosas caídas o fracturas de huesos. La primera en 1507, mientras la reina Juana de Castilla cruzaba entre Antigüedad y Tórtoles de Esgueva, acompañando el cortejo fúnebre que portaba desde Burgos el cadáver de su esposo Felipe el Hermoso camino de Granada.

Entonces, uno de los nobles que portaban las andas del féretro se fracturó una muñeca, haciendo caer la caja y abriéndose ésta. Se dice que, ante el infortunio, la reina ordenó dejar constancia de lo sucedido y mandó plantar una cruz de piedra en ese lugar del páramo. Y ahí sigue la Cruz de la Muñeca.

Caída de Lance Armstrong

La otra caída sucedió en 2009, cuando el americano Lance Armstrong, durante una etapa de la Vuelta a Castilla y León de ese año y a solo veinte kilómetros para llegar a meta se fracturó la clavícula en un tumultuoso accidente del pelotón en el mismo término municipal.  

Lo cierto, y volviendo al tema principal, es que es una intriga, cuanto menos “llamativa”, esta de la localidad de Antigüedad, elevada a la categoría de “puerta a otra dimensión”, donde ocurren hechos fuera de lo corriente y de donde sus subterráneos habitantes tuvieron que huir, por lo visto, empujados por la contaminación y las tecnologías modernas, en busca de otro asentamiento para desarrollar su filosofía de vida y dar rienda suelta a sus adelantos espirituales.

Dado el extravagante relato, algunos podrán pensar que en Antigüedad no hay corrientes magnéticas sino brisas primaverales, que sus aguas no curan más que la sed, que las voces y pasos que se escuchan no son más que el viento que sopla en El Cerrato, que Baltanás no significa Valle del Inmortal, sino de Atanasio, o que la extraordinaria red de galerías descrita en la tradicional narración, coincide con las casi cuatrocientas bodegas escrupulosamente excavadas en seis niveles que tiene dicho pueblo en el cerro de su castillo.

Habrá quien lo sienta y habrá detractores, pero, si existiera un mínimo resquicio de posibilidad de que exista dicha energía sobrenatural, los importante sería que no se pierda y que su potencial terapéutico se utilice desde ya para sanar cualquiera de nuestras actuales dolencias, inmunológicas o psicológicas, de nuestro mundo de prisas, agobios, materialismos y falta de sueños.