En el día de ayer, en estas páginas ensalzábamos el desempeño televisivo de Josie en MasterChef Celebrity, no tanto por su buena mano en las cocinas, sino por el espectáculo y la diversión blanca que está aportando a la edición. “Me encanta estar aquí, es como ir el fútbol, al que nunca he ido. Esto está siendo el fútbol que no he ido, la mili que no he hecho” decía mientras observaba cómo Gonzalo Miró, Ainhoa Arteta e Iván de la anterior edición de anónimos se enfrentaban a una prueba por el pin de la inmunidad.

En el mismo texto, además, destacábamos su elegancia y prudencia a la hora de hacer frente a las pequeñas píldoras homófobas que se lanzan en el programa. Algo que es ya una constante; en el programa de anoche, Florentino Fernández volvió a sacar uno de los personajes a los que debe su popularidad, Krispín Klander. Un hombre homosexual, “modosito”, con una peculiar dicción, se que declara (y manosea si puede) a cualquier hombre atractivo que tenga delante. Ayer le tiró ficha a Pepe Rodríguez, tumbándose delante de él, e intentando besarle tras agarrarle del cuello.

En el mismo artículo dedicado a Josie, decíamos cómo Florentino Fernández está abusando ya de este tipo de microhomofobias, esto es, pequeños gestos de burla o desprecio hacia las personas LGTBIQ+, y que normalizan la discriminación amparándose en el paraguas del humor. Un humor que a estas alturas debería ir ya por otros derroteros, por más que haya cómicos que no comprendan que “un mariquita se ofenda por un chiste”.

No ha sido el único patinazo de esta edición en temas de orientación sexual o de identidad de género que ha tenido MasterChef, ni Flo ha sido el único en equivocarse. También sobró el día que Jordi Cruz imitó a Josie con la pluma como única característica de su presunta gracieta, y la vez que Laura Sánchez definió como “travelo” el personaje que hizo en la película Tres bodas de más.