El humorista Miguel Lago, colaborador habitual de Todo es mentira, colgaba un tuit en su cuenta personal que pronto causó revuelo. “He tenido que parar el coche. Máxima difusión” señalaba, acompañado de un vídeo junto a un cartel de carretera en el que reza “Centro Parálisis Cerebral Infanta Elena”. “He tenido que parar el coche” decía en el mismo, sonriendo.

Pronto los tuiteros se le echaron encima por bromear con los problemas de salud de los demás, y le criticaban que no hiciese humor con los enfermos de la izquierda. Por ello, Lago procedía a borrar el mensaje. “Queridos amigos ultras, la idea era que la fiesta fuera vuestra. Dejad de mandarme el pantallazo que ya dije que lo borraba para "salirme del grupo", además yo también lo tengo”. Y es que la imagen se había vuelto viral, y muchas cuentas compartían el vídeo en cuestión.

“No me compensa darle a mis enemigos carnaza para su disfrute. Quizá esta medida sea peor pero por lo menos así siguen insultándome en el vacío. No soy víctima de nada, sólo quiero una noche de domingo tranquila” añadía después Lago. Como las críticas no cesaban, terminó por subir uno de sus monólogos, en los que se define a sí mismo como “un hijo de puta”. “Bueno, parece que voy a tener que presentarme nuevamente ante tantos que no acaban de entender la esencia última de mi persona”, explicaba.