Saray en 'MasterChef' (RTVE)

Saray en 'MasterChef' (RTVE)

Televisión

La última entrevista de Saray: "Me llevaron al culto para hacerme exorcismo"

La polémica concursante de 'Masterchef' afirma que ésta será su última entrevista sobre el talent

20 mayo, 2020 12:26

Entre los 17 seleccionados de los más de 30.000 candidatos que se presentaron a la octava edición de MasterChef hubo alguien que llamó la atención de los espectadores: Saray. Y es que, antes de su transición, esta joven cordobesa de 24 años ya había participado en 2017 en Casados a primera vista, donde su relación con Jesuli terminó finalmente en divorcio.

Quiero desvincularme de 'MasterChef' y que ellos se desvinculen de mí

Orgullosa de ser mujer, transexual y gitana, Sarary explicó que siempre ha luchado por su libertad y por defender sus derechos, costase lo que costase. Esto le ha llevado a atravesar situaciones personales muy duras en numerosas ocasiones. Tiene un carácter fuerte, las ideas claras y es una luchadora de los pies a la cabeza.

Un fuerte carácter que demostró hace ahora dos semanas cuando fue expulsada del talent de cocina tras presentar una perdiz cruda sin desplumar. Desde entonces, la joven no tenido reparos en arremeter contra el programa y sus compañeros por lo que considera un trato injusto.

No obstante, la cordobesa quiere hacer borrón y cuenta nueva y "con esta entrevista, quiero cerrar mi etapa con Masterchef. Quiero desvincularme de ellos y que ellos se desvinculen de mí".

Han sido semanas muy movidas y estando en el centro de la polémica. ¿Cómo te encuentras?

La verdad es que tengo sentimientos encontrados porque a veces siento que estoy a tope, y hay otras veces que las críticas pesan y duelen. Haciendo balance, me quedo con los positivo y con lo bueno ya que mucha gente me está apoyando y me están dando su cariño y su apoyo.

Me negaba a aceptar que era una mujer tras, pensaba que cómo podía hacerle eso a mi familia

¿Cómo fue tu transición de hombre a mujer?

Desde chica sabía que algo me pasaba porque no era como los demás niños. Y cómo tampoco tenía ningún referente, no sabía que era la transexualidad. Lo único que veía es que era diferente a los demás niños. Cuando fui creciendo, noté que me sentía una chica, que yo quería ser como mi hermana o mi prima. Pensaba que esto no podía ser y que era imposible. Entonces intenté hacer una vida de un chico gay. Se lo dije a mi familia y eso fue un cataclismo.

Empecé a vivir como un chico gay y me daba cuenta de que no podí. Sentía que no me trataban cómo yo era, necesitaba que me vieran como era por dentro y que yo me sentía mujer. Cuando veía a una persona transexual, flipaba y decía: '¡Qué valiente!' Al final me harté de valentía y empecé a aceptar lo que era. Lo pasé muy mal porque me negaba a aceptar que era una mujer trans, que pensaba cómo podía hacerle eso a mi familia. Lo he pasado mal hasta que me he podido aceptar.

Uno de mis grandes apoyos fue mi compañera de piso, Elena, que somos amigas desde chicas. Mi primera salida como mujer fue con ella yendo a tirar la basura. Luego fuimos a una gasolinera a comprar unas bebidas y un taxista se paró y nos lanzo piropos. Yo pensaba que era para mi amiga y se ve que quería conocerme a mí... Y, al final, me fui con él.

¿Te aceptó tu familia?

No. Al principio fatal, me llevaron a psicólogos e incluso a la iglesia evangélica. Me llevaron al culto incluso para hacerme una especie de exorcismo. Ahora lo veo y no me creo cómo pude creerme esas tonterías. Llegué a creerme que de verdad tenía un problema. Es que lloraba pensando que por qué tenía yo el problema, si no le hacía daño a nadie, si sólo quiero vivir cómo soy. Es cierto que mi madre ha estado allí al pie del cañón, pero le costó. A día de hoy, con mi familia estoy bien e incluso me llevó ahora mejor con mi padre que antes.

Me llevaron al culto incluso para hacerme una especie de exorcismo

Eres una mujer transexual y gitana. ¿Consideras que representas a alguien?

Sinceramente, yo solo me represento a mí misma, a la Saray. Es cierto que doy visibilidad al colectivo trans y a la etnia gitana, pero ni represento al colectivo trans ni a la etnia gitana. Igual que un payo no representa a todos los payos. Yo me represento como yo, Saray, transexual y gitana. A nadie más.

¿Cómo entras en Masterchef?

Una redactora de búsqueda de perfiles se puso en contacto conmigo, y me dijo que les interesaba mi perfil y me animó a presentarme al casting. Yo, de primeras, dije que no sabía hacer esas cosas tan pijas. Pero, finalmente me animaron y pensé que quizá era mi destino entrar en Masterchef. Entonces hice el vídeo y fui pasando pruebas hasta que me al final me dieron el delantal blanco.

Pero, ¿realmente hiciste el casting?

Sí, en eso hubo una confusión. Yo me presenté al casting de Masterchef e hice todas las pruebas. Se malinterpretó lo que dije, pero pasé el casting.

¿Qué sentiste cuando te dijeron que estabas dentro del programa y que eras aspirante a Masterchef?

Me dio mucha alegría, pera también miedo ya que era un terreno que no dominaba mucho. Me hizo mucha ilusión, no voy a mentir.

No entendía cómo siendo la peor cocinera de allí, me tuvieran esa envidia

¿Te sentiste bien tratada por tus compañeros?

La verdad es que por la mayoría, no. No te voy a engañar. Es cierto que yo me he encontrado con buenas personas dentro de mis compañeros. Al igual que digo lo bueno, digo lo malo. Había algunos compañeros que si que me apoyaron y otros que fueron a muerte. Yo no entendía cómo siendo la peor cocinera de allí, me tuvieran esa envidia y esa inquina, es que no lo entendía.

¿Y por los jueces?

No, la verdad es que no me sentí bien tratada porque siempre sus valoraciones eran destructivas y negativas. En lugar de alentarme y motivarme a seguir en el programa, me minaban la moral.

La productora (Shine Iberia) llegó a afirmar que fuiste seleccionada para dar visibilidad al colectivo transexual, pero consideran que no has aprovechado la oportunidad. ¿Qué opinas?

¡Es que yo no tengo que ir a ningún programa a enseñar como son las trans, ni a visibilizar a nadie, ni a ser la portavoz de nada! Soy una persona igual que el resto de concursantes y tengo el derecho de hacer las cosas bien o equivocarme. Si ellos me cogieron en el casting por ser transexual y gitana es su problema, no el mío.

¿Qué valoración haces de tu breve paso por el programa?

La verdad es que tengo un sabor agrio de mi paso por Masterchef. Y me da pena porque yo fui a vivir la aventura. Iba a por todas, pero me he quedado con regustillo amargo.

Si me cogieron en el casting por ser transexual y gitana es su problema

¿Haces autocrítica de tu paso por Masterchef?

Claro. Pido perdón a la gente que se haya sentido ofendida por mi comportamiento o por la forma que actué. Podría haber actuado de otra manera pero yo soy así, soy muy impulsiva. Todo pasa por algo, si eso pasó así, por algo será.

¿Crees que Masterchef te debe una disculpa?

Sinceramente pienso que, el trato que se me dio, no fue el adecuado. Las palabras de Jordi fueron demasiado duras. Creo que no era necesario ese trato que se me dio, ni tanto en la primera prueba de la galleta ya que ni se dignaron a probar mi plato... Más tarde, Jordi Cruz hizo unas declaraciones en una revista diciendo que la perdiz se merecía más respeto que Saray. Yo pienso que si yo me he disculpado por hacer ese plato, ellos también me deben una disculpa. Si no quieren disculparse, me da igual. Yo ya no quiero saber nada más de ellos. Quiero pasar página y olvidarme de este episodio. Con esta entrevista, quiero cerrar mi etapa con Masterchef. Quiero desvincularme de ellos y que ellos se desvinculen de mí.

¿Por qué no abandonaste el programa?

Hubo muchas veces que me entró el bajón y pensé en abandonar el programa, pero yo tenía un contrato donde en una cláusula decía que no podía abandonar. Si no me echaban, no podía irme.

¿Por qué hiciste aquel polémico plato del pájaro muerto?

La gente dice que fue una falta de respeto, pero para mí fue un acto revolucionario, como para enfrentarme al jurado, diciéndoles que yo no iba a cocinar más para que me humillaran públicamente. Fue una forma de revelarme al jurado.

La gente dice que fue una falta de respeto, pero para mí fue un acto revolucionario

Sabiendo todo lo que ha pasado, ¿volverías a entrar?

No. Si lo supiera todo, yo no volvería a Masterchef. Como te comentaba, ha sido una experiencia agria pero me he quedado con lo bueno. Pero, pensándolo mejor, no volvería.

¿Te equivocaste yendo a Masterchef?

Creo que no me equivoqué yendo a Masterchef. Fue una oportunidad que se presentó en mi camino y yo aventura que veo, aventura que me lanzo. No me arrepiento. Si tuve que ir, es por algo.

¿Le debes algo a Masterchef?

Lo que le debo a Masterchef es que, de alguna manera, soy conocida. No como me gustaría, pero al fin y al cabo, me han conocido por Masterchef aunque yo haya estado en otro reality. No sé si le debo eso a Masterchef.

¿Qué quieres hacer más en televisión?

Me he quedado con la espina de que la gente no me haya conocido como soy yo realmente. Mi ilusión sería ir a Gran Hermano VIP, que hay un 24 horas y la gente me podría seguir y conocer de verdad. Supervivientes también me encantaría, pero como soy mucho de comer, creo que lo podría pasar mal allí. Pero, ¡yo me lanzo del helicóptero!