La muerte de Lucía Bosé a los 89 años por coronavirus conmocionaba esta semana a toda España. Por todo ello, desde Telecinco se le ha querido rendir a un homenaje a la artista programando para este viernes una entrevista póstuma con Carlos Sobera en Volverte a ver.

Así lo está promocionando durante estos días la cadena, que asegura que esta emisión será un homenaje "a una mujer adelantada a su tiempo". "El adiós a la gran Lucía Bosé. Hasta siempre, Lucía", dice la cadena. 

Hasta ahora, la última aparición de la matriarca de los Bosé había sido en Prodigios el pasado 14 de marzo. Antes, a finales de 2019, también había aparecido en Ven a cenar conmigo. Gourmet Edition junto a Pablo Carbonell, Antonio David Flores y Cósima Ramírez.

Prodigios 2 - Lucía Bosé, espectadora de lujo

Nacida en Milán en 1931, Bosé fue descubierta con 16 años por Luchino Visconti mientras trabajaba en una pastelería. "Tú eres un animal cinematográfico", le espetó el maestro del neorreaismo desde el otro lado del mostrador a aquella muchacha que le preparaba una caja de castañas confitadas.

Se trataba del inicio de una historia entre ambos y el origen de su carrera: "Fue como un hermano, un amante (...) Di a Visconti lo que he dado a pocos hombres, un amor verdadero", subrayaba hace unos meses durante la presentación del libro Lucía Bosé, una biografía, escrito por Roberto Liberatori 

En aquella época también participaría en el Satyricon (1969) de Federico Fellini, a quien calificó de "adorable", o en Cela s'appelle l'aurore (1956) de Luis Buñuel, a quien definió con cariño como "otro loco", y también sus riñas con Michelangelo Antonioni porque siempre quería cambiar su personaje.

El éxito la llevó a España, contratada por Juan Antonio Bardem para rodar Muerte de un ciclista (1955), obra clave en su filmografía y en su vida privada, ya que fue entonces cuando conoció Dominguín.

Entonces se topó con una España "50 años por detrás de Italia" y gobernada por el dictador Francisco Franco, al que conoció personalmente por su relación con el torero. "Franco era un hombre normal y mi marido era más franquista que Franco (...) No puedo hablar mal de Franco", afirmó, para después subrayar la fama de comunista que tenía entonces.