El actor taiwanés-canadiense Godfrey Gao, quien gozaba de cierta popularidad en China, falleció este miércoles durante el rodaje de un reality de televisión tras desvanecerse repentinamente mientras estaba corriendo. El formato en sí se llamaba Chase Me, de Zhejiang Television, y en él se ponen a dos equipos a participar en exigentes pruebas físicas en zonas urbanas después de la media noche. Un programa muy duro, que requiere que sus concursantes famosos se esfuercen casi constantemente durante la filmación.

El medio chino Tencent News apuntó que un miembro de la audiencia escuchó a Gao gritar “no puedo seguir” antes de entrar en un colapso. Los cámaras inicialmente se acercaron para tomar un primer plano y continuaron filmando, creyendo que simplemente le habían fallado sus fuerzas.

Esta misma semana, en España, vivíamos otro desagradable episodio, aunque no tuvo un final trágico. En El Hormiguero, Marron quiso demostrar que se podía respirar bajo el agua en llamas, y su ayudante Keller lo iba a demostrar.

Las cámaras no dejaron de grabar tras el desvanecimiento del actor, creyendo que solo le fallaron las fuerzas

Sin embargo, durante el transcurso de la demostración, un pequeño fallo con el tubo de respiración de Keller hizo que se incorporase y saliese de dentro del tanque cuando estaban las llamas incendiando la superficie del agua. Con una reacción inmediata, Marron y Pablo Motos acudieron rápidamente en su ayuda. Tras apagar el fuego, pudieron hablar con Keller que, confirmó que se encontraba en perfecto estado.

Este miércoles, además, el programa aprovechó la visita de Alberto Chicote para hacer una exhibición en la que un especialista fríe un huevo mientras conduce un coche sobre dos ruedas; en directo todo salió bien, pero durante el ensayo, la prueba salió mal y el coche volcó con el especialista en su interior.

Esto nos lleva a pensar en qué lugar están los límites para ofrecer un buen espectáculo en televisión, y si es necesario jugarse el cuello con tal de llamar a la audiencia. Algo que lleva ocurriendo desde hace años, ya sea en realities, talents o concursos de cualquier categoría.

El riesgo se premia en ‘Got talent’

En la televisión actual, Got talent es uno de los programas en los que más riesgo vemos, pues acróbatas o faquires compiten para obtener un pase de oro. Tras varias ediciones, los jueces cada vez piden más riesgo a sus concursantes, y a veces también nos llevamos algún susto.

Risto meditó sobre cómo alguien puede ponerse al límite por conseguir un premio

Por ejemplo, el pasado abril, Roberto Rodríguez, el hombre más fuerte de España, se lesionó en la fasde e los directos. Su intención era batir un récord: aguantar el tirón de 4 quads sujetos a sus extremidades, algo que nunca se había hecho en el mundo. Tenía que aguantar 30 segundos, pero pasados los 10, tuvo que desistir: había sufrido una lesión en el hombro, por lo que tuvo que ser atendido por una UVI móvil.

La situación dejó a todos con una gran preocupación, pero a la vuelta de publicidad, Santi Millán informaba que “Roberto está bien, sufre una distensión muscular y que, por suerte, la cosa no va a más. Los números los eligen los concursante asumiendo el riesgo que conllevan”. Por su parte, Risto Mejide decía, poco antes, cómo le “cuesta mucho ver a la gente poniéndose al límite de esta manera por conseguir un premio”.

Lesiones en ‘Gran Hermano’ y ‘Supervivientes’

En Gran Hermano o Supervivientes también hemos visto a los concursantes poner en riesgo su salud para pasar determinadas pruebas, ya sea por dar demasiado de sí mismos o porque algo falle. En la pasada edición de Supervivientes se vivió una accidentada noche en la que Fabio y Albert terminaron con un hombro dislocado por las pruebas de recompensa y de inmunidad, respectivamente, y Colate sufrió lo que en principio parecía una lesión en las costillas después de que una pesada rueda cayese sobre él. Finalmente, conocimos que el empresario se había partido la clavícula.

Eliad Cohen se desmayó tras la prueba de la apnea

Y no olvidemos el susto que nos dio Eliad Cohen en la edición de 2017 tras perder el conocimiento en la prueba de la apnea. Una vez recuperado, Eliad recogió su collar de líder y Jorge Javier Vázquez le dio las gracias por el gran concurso que estaba realizando, tanto él como sus compañeros. “Concursantes como vosotros dais sentido a Supervivientes” dijo el presentador, con un mensaje completamente opuesto al de Risto.

No hay que irse a Honduras para ver accidentes; en Guadalix de la Sierra, donde se graba Gran Hermano, Alejandro Albalá se cayó al suelo mientras realizaba la prueba de 'crossfit' y que le hizo continuar el concurso con el brazo escayolado. Y sin olvidarnos de la “triunfal” entrada de Álvaro “pollito volador” en 2013, que fue animado a saltar al vacío, y confiado lo hizo sin ponerse un arnés de seguridad. Acabó con los brazos partidos, y teniendo que retrasar varias semanas su participación en el reality en el que todo se ve ys e oye.

Cuando Supermán se lesionó en el ‘Un, dos, tres’

En el mítico programa Un, dos, tres, Chicho Ibáñez Serrador solía exponer a los concursantes a una prueba física en la sección conocida como la eliminatoria, y que eran probadas previamente por el equipo para evitar accidentes, que no siempre se pudieron evitar.

A Chicho Ibáñez Serrador le criticaban la dureza de las pruebas del 'Un, dos, tres'

En la entrega dedicada a los cómics, emitida en julio de 1987, los concursantes masculinos, vestidos de Superman, debían saltar desde una plataforma para coger unas esferas suspendidas en el techo, que representaban planetas. A continuación, caían al suelo del plató, cubierto de colchonetas.

Uno de ellos, en uno de los saltos, no cayó sobre la zona amortiguada sino el suelo del estudio y le provocó una lesión que tuvo que ser tratada en un hospital, al que fue trasladado en ambulancia y acompañado por el propio director.

A Chicho, por entonces, les escribían muchos espectadores quejándose de que a los participantes se les exponía a pruebas demasiado duras, o que se les exponía a hacer el ridículo. Él respondió mostrando, dentro del Un, dos, tres, imágenes de un programa japonés llamado Endurance (Resistir), y su mecánica solo se basaba en pruebas físicas extremas, como dar vueltas sobre un palo sobre un estanque de cocodrilos, o dejar que un elefante te arrastre durante la mayor distancia posible.