En estos días se ha cumplido 20 años del crimen de la malagueña Rocío Wanninkhof, una chica de 19 años que fue asesinada una noche en la que pretendía ir a la feria de su pueblo, Fuengirola. Fue el 9 de noviembre de 1999.

Un caso que fue seguido de cerca por los medios de comunicación y que generó mucho morbo, sobre todo, desde que se detuvo a una primera sospechosa, Dolores Vázquez, expareja de Alicia Hornos, la madre de la víctima.

Antes de que la justicia hablara, Dolores Vázquez era ya culpable, al menos, por la forma en la que nos la vendieron los medios. Una mujer “fría, calculadora y agresiva” que habría matado a la muchacha por celos. Durante el juicio, la Fiscalía no aportó evidencias que demostraran la culpabilidad de Dolores Vázquez y se centraron en la relación que mantenía con la madre de Rocío.

En el año 2003, otra chica malagueña, Sonia Carabantes, murió asesinada en una localidad cercana, y una prueba de ADN situó a un mismo hombre en los dos escenarios, Tony Alexander King. Él era el culpable. Quedaba así exculpada Dolores Vázquez, que había pasado 17 meses en prisión, en un grave error judicial.

“Estoy segura de que fue Dolores Vázquez. Me lo dice mi corazón.”

Por el 20 aniversario, varias televisiones han contactado con Alicia Hornos, la madre de Rocío, que ha vuelto a los medios para denunciar que, según su pálpito, Dolores Vázquez fue la asesina de su hija, diga la justicia lo que diga.

Alicia Hornos ha manifestado que no está de acuerdo con la justicia

En Hoy en día, en Canal Sur, ha asegurado que Dolores “tuvo algo que ver” con el asesinato. “Estoy segura de que fue ella. Me lo dice mi corazón” señalaba, en la televisión pública andaluza. Si en el Caso Alcasser se habla de crímenes organizados con altas esferas, en el Caso Wanninkhof, Alicia Hornos apunta que no solo la mató Tony King, que “participaron varias personas” en este “crimen por encargo”, y mantiene que fue por “celos”. Además, explica que recibe cartas de Tony King desde la cárcel, y señala que si Dolores Vázquez fue absuelta fue porque “hay una mano negra detrás”.

En Espejo Público, Hornos dijo prácticamente lo mismo, pero se encontró con el periodista Nacho Abad para rebatirla. Abad le recordó que “las pruebas dicen que Dolores Vázquez es inocente y que Tony King era el estrangulador”, pero esto no agradó a Alicia. “Dolores Vazquez dice que no pero yo estoy segura de que sí, que ella mató a mi hija”, destacó Hornos.

La madre de Rocío Wanninkhof reprochó también a Abad y a Alfonso Egea que escribieran sobre el caso de su hija. “Me molestó que no me consultaran para nada, siempre que hablan del caso lo hacen en negativo y no me gusta ni oírlos”, señaló. La conexión acabó repleta de tensión, con Alicia despidiéndose de mala manera,quitándose el pinganillo de la oreja cuando la cámara aún la estaba enfocando.

La polémica que suscitó la miniserie sobre ‘El Caso Wanninkhof’

La atención mediática del Caso Wanninkhof fue enorme, en la línea de lo que hemos visto en los últimos tiempos con el niño Julen o el asesinato del niño Gabriel. Los abogados daban ruedas de prensa, Alicia Hornos pedía justicia por televisión, en los programas se hacían perfiles sobre Dolores Vázquez una vez fue detenida.

La propia Dolores arremetió contra los medios por poner “a la opinión pública” en su contra antes del juicio. Y es que, ciertamente, los medios, espoleados por la indignación popular, ofreció en todo momento una imagen de Vázquez que apuntaba a su culpabilidad.

La familia de Rocío se sintió "humillada" por la serie

En verano de 2008, Televisión Española estrenó una miniserie de dos episodios inspirado en el asesinato, y que llevó de nombre El Caso Wanninkhof, en el que a pesar del título se cambió el nombre a todos los personajes. Se emitió los días 19 de junio (2.876.000 y 17,7%) y 3 de julio (2.662.000 y 18,3%).

El director de TVE Javier Pons afirmó entonces que era un “producto sólido, valiente y muy de verdad”. El cineasta Pedro Costa, director de la serie, y guionista de la misma junto a Juan Cavestany y Antonio Ojeda, aseguraba que con la serie se había "querido cumplir una función social y contar una realidad que no se ha contado nunca, explicar por qué se acusó a esta mujer".

La protagonista absoluta fue Luisa Martín, sosias de Dolores Vázquez, y aquí rebautizada como Victoria Álvarez. Junto a ella aparecieron Juanjo Puigcorbé , Frank Feys, Belén Constenla y Valentina Burgueño.

La miniserie levantó ampollas. Alicia Hornos narró que por la calle “me insultan y preguntan cuánto dinero me han dado por estos capítulos” a pesar de que no tenía nada que ver en el proyecto, y señaló que se sentía humillada por algunas escenas, como por ejemplo, la que daba comienzo al capítulo, en la que aparecía “Rocío acostada con su novio”.

Además, señaló que había errores, como que fue ella quien denunció la desaparición y no Dolores “como hace ver la grabación” y lamentó no haber podido “ver algún guión” antes de la emisión. De hecho, llegó a anunciar acciones contra TVE. Coincidiendo con los 15 años del caso, RTVE repuso la serie, en octubre de 2014.