Espejo Público quería denunciar cómo Benidorm se convierte cada verano en un punto de desenfreno para los turistas, que acuden a la ciudad levantina para beber en exceso y desfasar.

Para ello, la periodista Noor Ben Yessef acudía una noche a una de las zonas más transitadas, pero lo que encontró resultaba dantesco. Turistas ebrios le ofrecían dinero por un beso, la tocaban e incluso hasta se masturbaban delante de ella. “No tienes que tocar”, decía la reportera, en inglés y en español.

“Da mucha vergüenza que una mujer pasee por ahí y le pase eso. Estábamos trabajando y ellos eran conscientes, dentro de sus niveles de borrachera, de lo que estaban haciendo” relataba la periodista desde el plató.

Además, admitía que la idea era mostrar el ambiente festivo y cómo la mujer era utilizada como reclamo para los turistas, y que no se imaginaba sufrir tales agresiones, que según su testimonio procedía de turistas británicos.

El cámara del reportaje sufrió también una agresión, pero en este caso física. “A a él le tiraban latas, le empujaban, insultaban pero yo al ser mujer las faltas de respeto eran de carácter sexual”, denunció Noor Ben Yessef.