Este domingo, el último del mes de julio, Viva la vida se despedía hasta septiembre de la parrilla de Telecinco. Así, tras más de un año de emisión ininterrumpida, Toñi Moreno y su equipo se tomará unas merecidas vacaciones, que servirán para reestructurar el formato y hacerlo más sólido y consistente.

En una entrevista a Toñi Moreno que han compartido desde la web del programa y que le realizaron en uno de los descansos, la comunicadora explicó que de esta primera etapa se queda con momentos como “el día que vino Raphael y el día que estrenamos la sintonía con Rosana”, del mismo modo que se le hizo “muy cuesta arriba la entrevista a Mari Carmen y sus muñecos, pero tampoco fue para decir tierra trágrame. Lo importante es asumir que te has equivocado y aprender”.

Además, Toñi explica que tras el descanso volverá con energías renovadas. “En la próxima temporada vamos a trabajar por que las entrevistas sean todavía mejores, que vengan personajes maravillosos, y luego la actualidad. Vamos a reforzar la actualidad, queremos ser una ventana a la actualidad los sábados y los domingos”, afirma la comunicadora.

Una pausa inesperada

Pocos se esperaban que Telecinco dejase en pausa un programa que está funcionando tan bien, y más cuando desde la cadena están acostumbrados a no dejar descansar a nadie. Porque parece que programa que descansa, programa que no vuelve.

Sálvame en su versión diaria y Deluxe lleva años siendo fiel a su cita, Pasapalabra solo descansó durante el mundial pero antes ofreció una ración doble con Pasapalabra en familia, y El programa de Ana Rosa se convierte en estas fechas en El programa del verano pero manteniendo casi la misma plantilla que en temporada alta, a excepción de la jefa.

Cuando se estrenó, Viva la vida fue a ocupar la franja de los sábados por la tarde, que hasta un par de meses antes de su estreno llenaba ¡Qué tiempo tan feliz!, el magazine de María Teresa Campos, algo que al parecer valió una enemistad entre Toñi Moreno y la malagueña; unos rumores que Moreno zanjó este sábado cuando afirmó que la Campos es su maestra, quien le dio la primera oportunidad en televisión y que ojalá le hubiesen dado el programa en otro horario.

La necesidad de oxigenar el programa

Sin embargo, Viva la vida no podría hacer como Qué tiempo tan feliz y dejar programas grabados ya que juega y mucho con el directo, con la actualidad más rabiosa. No hay día que no haya conexiones en directo, que no tengan en plató al protagonista de un caso de actualidad sea de prensa rosa o de cualquier otro asunto.

El descanso de Viva la vida, en teoría, se debe la producción del programa, actualmente a cargo de Cuarzo, podría cambiar de manos, y a la intención de la cadena de ahorrar costes tras el mundial. Y esta pausa puede venirle estupendamente. Así, el programa podrá tomar oxígeno, ver un poco en perspectiva hacia dónde ha tirado y hacia dónde desea ir.

Además, echar un programa de menos puede ser francamente positivo, no hay que saturar al espectador. Eso ya lo ha aprendido Tu cara me suena o Gran Hermano, que cancelaron sus ediciones con anónimos y con famosos respectivamente que tenían programada para la pasada primavera, pues sus espectadores parecían un poco hartos. 

Aunque las vacaciones de Viva la vida serán como la de cualquiera de nosotros; cuando te dicen que es un mes, parece que es mucho, pero al poco de comenzar a descansar te darás cuenta de que en cuestión de días toca volver a incorporarse, porque un mes es muy poco tiempo. Especialmente en televisión.