Cobrar entre 87.000 euros y 96.000 euros anuales por ser directivo de informativos en RTVE le parece poco a su presidente, José Antonio Sánchez, que este martes defendió que reciban gratificaciones por su trabajo porque están mal pagados. 

"(Carmen Sastre) ha acreditado su prestigio y trabajo en RTVE como directora de contenidos. Si esto fuera una empresa privada y yo fuera el presidente, estaría cobrando cien veces más porque se lo merece. Está establecido en el convenio y está señora está cumpliendo su trabajo de una forma impecable. Y son responsables de la subida de audiencia de RTVE".

"Informativos es donde menos gratificaciones hay y estos dos profesionales que son magníficos y que serían la envidia de cualquier medio de comunicación privado y se lo rifarían, están mal pagados. Si fuera el presidente de una empresa privada estarían en mejor situación".

Según publicaba Vertele este martes, algunos directivos de TVE han recibido en estos últimos meses algún sobresueldo al margen de su sueldo. Los nombres que han salido a la luz son, además, algunos de los directivos más polémicos y que más problemas han dado a la redacción en estos últimos años. 

Según esta publicación, Carmen Sastre, que ahora ocupa el puesto de directora de contenidos de TVE y número 2 de informativos, recibe un salario bruto de 96.000 euros anuales. A esto habría que sumarle una gratificación trimestral de 4.500 euros que recibió por parte de TVE por "carga de trabajo" o por los buenos resultados de audiencia conseguidos en los informativos. 

Mano derecha de Alfredo Urdaci durante la oscura etapa del periodista al frente de los servicios informativos, Sastre fue ascendida a directora de Contenidos de los Servicios Informativos tras la llegada de Gundín a la dirección de informativos.  

Sastre fue la responsable de Economía cuando TVE fue condenada judicialmente por "vulneración de los derechos fundamentales de huelga y libertad sindical, a raíz de la demanda presentada por Comisiones Obreras por presunta manipulación informativa en los telediarios durante la huelga general del 20 de junio de 2002".

La sentencia consideraba que no se establecieron mecanismos de control "y criterios objetivos" para la distribución de tiempos, espacios y contenidos, y obligaba a TVE a emitir una rectificación que, el entonces director, Alfredo Urdaci, leyó ante las cámaras, refiriéndose al sindicato demandante, como "ce, ce, o, o".

De la rama radical de Telemadrid

No es la única que se habría beneficiado de estos sobresueldos poco entendibles. También José Gilgado, director de informativos diarios, tendría un buen premio por su labor. A sus 87.000 euros brutos anuales hay que sumarle los 2.500 que ha cobrado por las audiencias conseguidas y los 2.000 que cobró el pasado mes de noviembre por una "carga de trabajo" que no se explica. 

Cabe recordar que José Gilgado es externo y fue fichado por Julio Somoano en 2012 cuando se recicló la cúpula de TVE. Desde entonces, Gilgado ha protagonizado numerosas polémicas en la Corporación al haberse enfrentado a numerosos redactores del área de informativos. 

Entre otros episodios, se recuerda cómo obligó a incluir, en agosto de 2013, unas declaraciones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, a pesar de que se sabía que eran falsas.

También tomó bastante protagonismo a finales de septiembre de 2014, cuando la dirección de informativos, todavía dirigida por Somoano, no quería informar sobre la dimisión de Echenique dentro del Ente. La redacción se amotinó y Gilgado, en aquel momento director de contenidos, gritó un “sentaos todos, es una orden” que dejó estupefacto a más de uno. Unas semanas después era nombrado subdirector por Gundín. 

Asimismo, el Consejo denunció en octubre de 2015 que La 2 Noticias había decidido emitir sin firmas porque se les había obligado a retirar del minutado una información sobre la firma por parte de casi toda la oposición parlamentaria, más los partidos que según todas las encuestas entraran a formar parte del próximo Parlamento (Podemos y Ciudadanos), de un manifiesto en defensa de la independencia de la radiotelevisión pública.

Gilgado llegó procedente de la rama más radical de Telemadrid. Denominado a sí mismo como parte del “lado oscuro” de la pública madrileña, estuvo al frente de informaciones como la que acusaba a los sindicatos de “apagar” la televisión durante la huelga. Jamás se firmó la pieza, pero sus compañeros reconocieron su voz en off.