Alejandra Andrade.

Alejandra Andrade.

Televisión

Los peligros de rodar un programa como 'Fuera de cobertura'

Cuatro estrena la segunda temporada del programa de Alejandra Andrade.

20 octubre, 2017 20:11

Siempre que te encuentras con Alejandra Andrade de cara a la promoción de uno de sus programas, es inevitable hacerle la pregunta del millón teniendo en cuenta su historial como reportera. ¿Cuál ha sido el momento en el que has sentido que corrías más peligro?

Y no es para menos. Durante la segunda temporada de Fuera de cobertura, que este jueves se estrena en Cuatro a partir de las 22:45 horas, la periodista se ha adentrado en Sarita Colonia, el presidio más peligroso de Perú, país donde en los últimos dos años han muerto nueve españoles encarcelados; ha accedido a una organización de narcotraficantes de Galicia, o ha investigado la prostitución en Cartagena de Indias.

Es un lujo poder hacer un programa en prime time con estas características

“Después de tantos años trabajando en este tipo de periodismo, he aprendido a manejar situaciones peligrosas o comprometidas. La experiencia y la intuición me dicen cuándo tenemos que parar de grabar, cuándo tenemos que largarnos rapidito y, sobre todo, cuándo tenemos que seguir filmando porque lo que estamos viendo tiene que ser expuesto a la luz pública”, comenta Andrade.

Hace un año nos contabas que Fuera de cobertura era tu proyecto más personal y romántico. ¿Qué balance haces?

Estamos encantados. Estoy feliz. Es un lujo poder hacer un programa en prime time con estas características. Este año hemos mejorado comparado con el año pasado. Entonces era todo nuevo y ahora hemos sabido a lo que nos enfrentábamos. Hemos ampliado en temas.

¿Cómo se eligen los temas?

No es fácil elegir ya que nosotros hacemos un tipo de reportajes, más internacionales, muy periodísticos. Primero se hace un planteamiento de temas, se proponen a la cadena y luego elegimos. Pero no todos salen. Esta temporada hemos conseguido hacer un tema que intentamos el año pasado. Luego están otros que empezamos y tenemos que tirar. Quizá tenemos como veinte temas de los que luego salen ocho.

Y luego está la competencia…

Es buena noticia que haya tantos programas de reportajes. No me fijo mucho en la competencia. Llevamos el amor por esta profesión y pensamos en los temas que nos gustan, que queremos sacar adelante. Tenemos suerte porque no estamos pendientes de la actualidad. Es verdad que algún tema ya lo ha hecho alguien, pero siempre puedes darle un enfoque, una vuelta y conseguir algo mejor.

Además tú tienes tu firma…

Vas madurando, vas creciendo. Los reportajes tienen más ritmo, te los comes con patatas. Cada año vamos mejorando cosas. Intento darle mi sello que es la cercanía con la gente y darle protagonismo a las personas que nos lo están contando.

La gran pregunta que te hacemos siempre: ¿qué momento ha sido el más peligroso esta temporada?

Ha habido varios. Fukushima fue jodido porque nos enfrentábamos a la radiación, ese enemigo invisible. Normalmente utilizamos diez o doce días y en este estuvimos solo seis días para no estar tan expuestos. Fuimos en verano con 40 grados e imagínate con el traje puesto. Y luego está el reportaje de Perú. Yo he entrado en cárceles peligrosas, pero ninguna como esta. Era curioso porque donde estaban los españoles era el pabellón donde estaban los violadores.

Hay reportajes que se ve el miedo. Pero, ¿también se pasa miedo en otros como, por ejemplo, el de Donald Trump?

Ha sido genial porque hemos conseguido unos accesos difíciles. Hemos entrado en sus clubs de golf, en su hotel de Washington…. Hemos accedido a amigos suyos que viven como él, a enemigos como un exparticipante de El Aprendiz. Es uno de mis favoritos.

No es fácil pelear con este tipo de programas en televisión…

Todos los que trabajamos en la tele estamos obsesionados con la audiencia. Pero no lo es todo. Creo que es un programa fácil de ver, que te engancha… El de Perú, por ejemplo, es una película de Hollywood. Es un privilegio tener un programa de reportajes internacional en prime time. Será una batalla dura, pero creo que nos irá bien.

Hablando de tu productora, ¿habéis pensado en hacer otro tipo de programas?

Sí, pero somos un equipo muy dedicado a Fuera de cobertura. Es tanto trabajo, esfuerzo y sacrificio que no podemos. Ahora estamos centrados. Es nuestro bebé. Cada reportaje es como un parto. Ojalá esto siga años y podamos lanzarnos y hacer otro tipo de cosas.

Si tus hijos te dijeran que quieren estudiar periodismo, ¿qué les dirías?

El pequeño ahí lo lleva. Ahora me da la risa porque vio una promo y ahora me llama Alejandra Andrade. El periodismo es una profesión maravillosa y me encantaría que mis hijos siguieran el camino.