Las series americanas no son para el verano en la televisión en abierto

Las series americanas no son para el verano en la televisión en abierto

Televisión

Las series americanas no son para el verano en la televisión en abierto

Antena 3 sigue apostando por ficción extranjera en verano.

29 junio, 2017 13:51

Antena 3 estrenará próximamente Hora punta, la adaptación televisiva de la trilogía con Jackie Chan y Chris Tucker, que ya ha sido cancelada en USA. La serie americana es, una vez más, el símbolo de la programación veraniega de Antena 3, que ha preferido rendirse durante los meses estivales a la ficción americana y así dejar descansar su parrilla más local. Una técnica que lleva repitiendo durante los últimos cinco años.

Sin embargo, en su mayoría, las series americanas tienen un verdadero problema de estabilidad. Tras obtener buenos registros en su estreno, poco a poco van perdiendo eficacia hasta terminar relegadas al late night y que sus continuaciones terminen viéndose en la TDT o ni siquiera eso.

La mayoría de ellas termina en el late night, en la TDT o directamente olvidadas en un cajón

En el caso de Antena 3, este plan comenzó en 2012, con el estreno de las primeras temporadas de Juego de tronos y Érase una vez. La primera se estrenó promediando un 19% de cuota de pantalla y 2,6 millones de espectadores en su primer capítulo. Una semana más tarde ya había perdido el 33% de su audiencia. La segunda temporada, en verano de 2013, se emitió en laSexta. La tercera temporada llegó en 2014 directamente a Neox. La cuarta, quinta y sexta temporada ni se han anunciado en el grupo.

También tuvo un inicio prometedor Érase una vez. La serie se estrenó con un 18,8% de cuota de pantalla y 3,4 millones de espectadores. Su primera temporada se despidió con un 11,3% de cuota de pantalla y 2 millones de espectadores. A pesar de esta caída de espectadores, Antena 3 le quiso dar a los espectadores la oportunidad de seguir las aventuras de Emma Swan emitiendo la segunda temporada en prime time. Tras promediar un 9% de cuota en su estreno, la serie quedó relegada al late night. Tampoco más se supo de sus siguientes temporadas.

En 2013 se estrenaban series como La cúpula, Arrow y Vikingos. La serie escrita por Stephen King consiguió una gran media de un 19,2% de cuota de pantalla y 3,4 millones de espectadores en su primera temporada.

¿Y la segunda temporada?

Un año más tarde, la serie ya no pudo sacar tanto pecho de sus datos. Aunque su segunda temporada se estrenó con un 16,6%, los datos cayeron hasta un 10,8% en semanas posteriores y Antena 3 no tuvo más remedio que pasarla al late night. El mismo camino que siguieron Arrow o Vikingos, que promedió un 15,2% de cuota en su primera temporada y terminó en el late night en su segundo año.

2014 fue el año de Rehenes. En esta ocasión, Antena 3 tenía la oportunidad de emitir una serie de principio a fin ya que la serie sólo tenía una temporada al ser cancelada al otro lado del Atlántico. La serie logró un gran estreno con un 16,7% de cuota de pantalla y 2,2 millones de espectadores. Sin embargo, semana tras semana iría cayendo en audiencia hasta anotar un 10,4% y 985.000 espectadores en su desenlace.

Aquel año también se estrenó Transporter, con un buen 14,7% de media en su primera temporada. Esta última tuvo también la oportunidad de volver a intentarlo al siguiente verano. Sin embargo, su 8,8% de media en la noche de los viernes llevó a la cadena a pasarla a la noche de los jueves y emitir capítulos hasta la madrugada.

Ya en 2015, The Flash se estrenó con un gran 19,6% de cuota de pantalla y casi 3 millones de espectadores. Sin embargo, a pesar de que la serie funcionó correctamente, la cadena decidió emitir del tirón sus cinco últimos episodios, enfadando a sus seguidores.

El pasado año, Antena 3 estrenó Lucifer, Blindspot y Supergirl. La primera se estrenó con un 15,6% de cuota de pantalla y 2,3 millones, la segunda con un 18% y  2,6 millones de espectadores y la tercera con un 16,1% y 2,2 millones de espectadores. Todas ellas fueron cayendo hasta despedirse en el late night.

La competencia

No le ha ido tampoco mucho mejor a Telecinco en términos de ficción extranjera. Una semana después de su estreno, la cadena tuvo que retirar de su programación el año pasado la serie Backstrom tras sus malos datos de audiencia. La serie se estrenó con un catastrófico 4,9% de cuota de pantalla. Igualmente, la cadena mataba a la serie antes de su estreno emitiendo tres episodios seguidos que cayeron hasta los 348.000 espectadores al final de la noche. 

El secreto de Adam fue otro de los títulos que estrenó Telecinco el pasado verano. La serie se estrenó con un correcto 13,1% de cuota de pantalla y casi 2 millones de espectadores. Datos buenos para una primera semana pero que pronosticaban un descenso paulatino. En su tercera semana, la cadena ya estaba emitiendo tres capítulos de la serie en una misma noche y los datos ya rozaban el escaso millón de espectadores. 

No le fue tampoco bien a TVE con el estreno de Los misterios de Laura o a Cuatro con Quantico. La adaptación de la serie española de TVE se estrenó con un 8,2% de cuota y una semana después caía a un 6,4% después de que la pública mareara a los espectadores emitiendo algunas semanas dos episodios y en otras tres capítulos. 

En el caso de Quantico, la serie se estrenó con un impresionante 12,4% de cuota de pantalla en Cuatro, marcando récord en la cadena. Semanas después, la serie bajaba hasta un 5,7% de cuota de pantalla.

Los grandes problemas

Pero, ¿a qué se debe esta caída constante de audiencia? Las cadenas de televisión en España no entienden eso de emitir un capítulo de una serie de televisión americana y dejar que sus espectadores desconecten hasta la próxima semana.

Si un espectador español quiere seguir una serie de televisión americana tiene que mantenerse despierto hasta más allá de la 1:00 de la madrugada ya que en la mayoría de ocasiones se emiten hasta tres episodios de seguido, lo que hace que el número de espectadores va cayendo según va avanzando la madrugada.

Esto lleva a muchos espectadores a buscar otras formas legales y no legales para continuar viendo esas series cómo, cuándo y dónde quiere, sin necesidad de verse sometido a la dictadura de la programación.