Sólo dos años después de su llegada a París, Netflix abandona su sede en Francia para instalarse en Países Bajos para pagar menos impuestos, según informa la prensa gala.

La compañía aún no ha hecho el anuncio de forma oficial pero, según los medios, el gigante americano ha tenido que desembolsar 600.000 euros en materia de impuestos, frente a una ganancia de 1,1 millones de euros.

Según las leyes francesas, una empresa con sede en el país debe garantizar que el 12% de sus ingresos se dediquen a la producción en el país. De ahí que produjeran la serie Marseille, que no ha recibido críticas demasiado positivas.

Desde su nueva sede, además de este ahorro, Netflix podrá difundir su contenido sin tener que respetar la cuota que obliga a que el 60% de su producción sea europea y de ésta un 40% francesa.

Esta decisión no afectará, sin embargo, a la producción de la segunda temporada de la serie protagonizada por Gerard Depardieu.