Los concursantes de Gran Hermano 16 podrían enfrentarse esta semana a su primera derrota en una prueba semanal. Los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra están poniendo todo de su parte para superar el Comecocos que la organización les ha propuesto, pero sin saberlo están afrontando un problema inesperado: un boicot.

Los concursantes han de emular el conocido videojuego andando por un laberinto convertidos en Pac-Man y en fantasmas. Mientras el primero ha de lograr puntos para sumar a su casillero, los segundos han de taparse los ojos y recorrer el laberinto a ciegas, teniendo que darse la vuelta cuando choquen contra algún muro o compañero.

Sin embargo, Suso parece no haberlo entendido así y ha decidido hacer su propio juego. El que fingiera ser hijo de Maite ha tenido que convertirse en un fantasma, pero no se ha tapado los ojos como exigen las normas.

Así, como muchos internautas y espectadores del 24 horas han denunciado, Suso recorre el laberinto viendo por dónde camina e incluso provoca los choques contra las paredes. Tanto es así que al cruzarse con algún compañero les da pequeños golpes sabiendo que ellos no ven.