Margarita Kalifata en la pasarela de ‘Drag Race España’.

Margarita Kalifata en la pasarela de ‘Drag Race España’.

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'Drag Race España' o cómo demostrar la resiliencia del colectivo LGBTIQ+ para convertir el odio en arte y luz

Las historias personales de las concursantes de la quinta temporada del formato de Atresplayer ponen de relieve cuánto queda por luchar contra la LGTBIfobia.

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Los domingos, a las ocho de la tarde, la plataforma atresplayer consigue reunir a miles de espectadores en una emisión en directo. Todo un evento para disfrutar de una nueva entrega de Drag Race España, estrategia que se lleva a cabo desde su primera temporada.

España está haciendo historia en el mundo con el formato. En emisión está su quinta temporada, o la sexta si se cuenta su edición All Stars; es de los pocos países en conseguir semejante hazaña, quitando Canadá y las ediciones que presenta la propia RuPaul Charles, como Reino Unido y la original de Estados Unidos.

Esta quinta entrega en curso está siendo una delicia, y demuestra que, en España, el formato está muy vivo y fresco, tanto o más que en años anteriores. Sus concursantes nos están dando todo: momentos divertidos, actuaciones de quitarse el sombrero y no faltan sus buenas peleas. 

Krystal Forever ha protagonizado varios desencuentros con sus compañeras en general, y con Nix en particular. La pasada semana estuvimos a punto de verlas luchar por la continuidad en un playback a vida o muerte, pero Margarita Kalifata salvó a Nix y fue Alexandra del Raval quien se midió con Krystal, que acabó eliminada.

Pero dejando los salseos a un lado, Drag Race España viene a demostrar, un año más, cuánto falta por luchar contra la discriminación hacia las personas LGTBIQ+, en nuestro país y fuera de nuestras fronteras, tal como apuntó Nix.

Imagen del último episodio de Drag Race España.

Imagen del último episodio de Drag Race España.

La valenciana, que es una mujer trans, vivía en Copenhague antes de entrar en la competición, y en un capítulo contó cómo cinco jóvenes la acorralaron y le gritaron improperios por su condición. La joven, de 29 años, lloró al contar cómo la discriminan por mujer, por trans, que recibe incluso homofobia. El hecho de tener citas ya es violento”, lamentó.

No hay que irse tan lejos. Margarita Kalifata está siendo, por méritos propios, una de las grandes sorpresas de la edición. Es un torrente de luz, de diversión, y una gran intérprete en los retos teatrales y haciendo lipsync [sincronización de labios]. Sin embargo, su mochila personal es mucho más oscura. 

La cordobesa narró con mucho dolor algunos episodios de su infancia, en la que su padre le discriminaba por ser homosexual. Le cantaba “arsa, arsa, maricones no quiero en mi casa”, y le castigaba sin comer, por el simple hecho de ser y expresarse como le apetecía (o de la única manera que sabía).

No tuve el cariño de mi padre, era muy homófobo conmigo y esto provocó en mí muchas inseguridades”, contó en el confesionario la drag andaluza, que, por suerte, tiene todo el amor que necesita en su madre.

La historia de Margarita es la de tantos otros jóvenes LGTBIQ+, que no encuentran en su casa el apoyo que necesitan. Que se sienten obligados a vivir de una manera que no son, a los que se reprimen, a los que les hacen creer que ser como son realmente (a veces, cuando ni siquiera son conscientes de ello) es lo peor que puede pasar en el mundo.

Y no solo en casa. En el episodio de la pasada semana, dos concursantes cargaron tintas contra la religión, pues vivieron auténticos infiernos en colegios católicos. Ferrxn explicó que “no hay día que no me levante y me acuerde de que mis padres, sabiendo que yo era marica, me llevaron a un cole católico”.

Una etapa estudiantil tan traumática como para haber borrado todos sus recuerdos; solo tiene constancia de su primer y de su último día. Todo lo demás, como excursiones, o los profesores, lo ha bloqueado.

Pero sí recuerda cómo le negaban entrar “a una pequeña capillita”. Y que una profesora de biología, haciendo referencia a su sexualidad, le dijo que “los genomas se podían aislar, y que lo mío tenía cura”. Como si ser LGTBIQ+ fuese algo que hubiese que revertir.

Hay que destacar que Ferrxn tiene 27 años, es decir, que esos episodios de homofobia dentro del propio centro de estudios, sumados a la incomprensión familiar, no sucedieron hace tanto tiempo. En ese sentido, Nix comentó que a ella, cuando se confirmó junto a su hermano, el sacerdote les dijo: menos mal porque ya nos daba por perdidos”.

Por todos estos testimonios, así como otros tantos, del pasado y que estarán por venir en la presente edición, Drag Race España es un programa muy necesario en el audiovisual español. Porque pone en relieve todos los problemas a los que se enfrentan las personas que se salen de lo normativo en nuestro país.

Y, de paso, sus concursantes demuestran que, a pesar de acumular episodios desagradables, y de haberse sentido odiados, la resiliencia les permite derrochar arte y luz cada vez que se suben a un escenario.