Juanjo Mateo ('Gran Hermano 6'), en el reality y en la actualidad a los 54 años

Juanjo Mateo ('Gran Hermano 6'), en el reality y en la actualidad a los 54 años

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La nueva vida de Juanjo Mateo ('Gran Hermano 6') a los 54 años, alejado de la televisión: "Mi intimidad valía 90 € al día"

El concursante de Alicante se alzó con el ansiado maletín y tras el final del programa volvió a su anterior trabajo como taxista.

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En 2005, la vida de Juanjo Mateo dio un inesperado giro cuando se convirtió en ganador de la sexta edición de Gran Hermano.

Los meses de encierro televisivo en Guadalix de la Sierra le otorgaron una visibilidad arrolladora y los codiciados 300.000 euros de premio.

Sin embargo, a diferencia de otros concursantes que aprovecharon la fama y los frutos de la televisión, Juanjo eligió el anonimato y la sencillez como estilos de vida, marcando distancia con las cámaras y el ruido mediático.

El de Alicante entró a Gran Hermano siendo taxista y salió siendo el héroe tranquilo que conquistó al público por su autenticidad y valores.

En su vídeo de presentación para el programa, comentó: "Los taxistas somos los psicólogos de la gente". Esta faceta empática y cercana le permitió conectar rápidamente con los espectadores.

Su estilo desenfadado y su amor por el baile, que mostraba al final de sus jornadas laborales, le dieron un toque único que lo hizo destacar en la edición.

Pese a ello, no tardó en tomar una decisión sorprendente. "Tras el reality, sólo hice las entrevistas obligatorias; preferí volver a mi taxi a salir en la tele", confesaba años más tarde.

Ese regreso a la rutina no pasó desapercibido: muchos lo veían como una rareza, en un país donde la fama suele ser sinónimo de prosperidad.

A diferencia de otras historias trágicas asociadas a la fama rápida y fugaz, Juanjo nunca perdió el norte. Sus palabras, alejadas de todo lamento, destilan serenidad: “No he sido un juguete roto como otros, porque tengo una familia estupenda y eso me da mucha estabilidad".

"Muchos me piden que les firme un autógrafo en el recibo o hacerse una foto conmigo en el taxi. Los que creen que trabajar en el taxi tras Gran Hermano es un fracaso son minoría", explicaba.

Durante años, el ganador de GH6 vivió en Torrellano (Alicante), donde sigue siendo conocido entre sus vecinos por su simpatía y el halo de normalidad que nunca perdió.

De 'Gran Hermano' al taxi

La gente de la localidad lo saluda por su nombre y algunos turistas aún se sorprenden al encontrar al famoso ex concursante como conductor.

No todo ha sido sencillo. Juanjo reconoce la cara amarga de la popularidad. "No me sentí bien pagado porque mi vida cambió. Mi intimidad me la pagaron a 90 euros diarios, un precio nada acorde con lo que perdí", reflexionó.

La exposición mediática tuvo un coste personal y la elección de cerrar la puerta a la televisión fue, para él, una terapia de recuperación del yo.

Actualmente, Juanjo Mateo mantiene su trabajo de taxista, ajeno al bullicio televisivo y centrado en una vida familiar y sencilla. En un mundo donde la notoriedad parece la meta, Juanjo apuesta por una felicidad distinta, que logra con pequeños gestos y grandes silencios.

Su historia es la de quien entiende que el verdadero triunfo está en la estabilidad, la autenticidad y el valor de elegir por uno mismo. Como el propio Juanjo resume: "La tele fue la experiencia de mi vida, pero mi felicidad está en mi gente y mi trabajo de siempre".

A lo largo de estos años, su nombre ha permanecido prácticamente ausente de los titulares, hasta el punto de que muchos espectadores se preguntan qué fue de aquel hombre sencillo que conquistó a España.

Un ganador que decidió, sencillamente, ganar en la vida.Juanjo Mateo, el taxista de Torrellano (Alicante) que conquistó al público y ganó la sexta edición de Gran Hermano, ha seguido una vida ejemplar de autenticidad y sencillez hasta la actualidad, en pleno 2025.