Paula Echevarría se sincera en 'El Hormiguero' sobre el problema de salud que sufrió por su mala alimentación

Hacía muchos años que Paula Echevarría no visita El Hormiguero, y más, si no se tiene en cuenta la participación que tuvo a través de videollamada durante la pandemia del coronavirus. Tanto hacía que ni ella misma recordaba la última vez que pisó aquel plató cuando esta noche se reencontró con Pablo Motos ante las cámaras.

Y el presentador valenciano despejó sus dudas: desde 2018 no estaba con las hormigas, por lo que ambos se fundieron en un abrazo en el reencuentro.

Aunque Paula es conocida principalmente por su faceta de actriz, esta noche no acudía al programa de Antena 3 a promocionar ninguna serie o película. Fue a El Hormiguero para hablar de su nueva colección de ropa con Primark, algo que según su relato le divierte mucho y le hace pasárselo tan bien que hasta olvida que está trabajando.

[‘El programa de Ana Rosa’ tira de nostalgia y recupera a Máximo Huerta 10 años después de su salida]

Esta colaboración sirvió de percha a Pablo Motos para hablar del pasado de Paula en Londres, donde vivió en 1999, cuando trabajaba en una tienda de ropa. Y sobre aquel olvidado oficio, el presentador quiso saber cuáles eran sus trucos o sus frases para vender más. “Los clientes necesitan ver todas las posibilidades que tiene una prenda”, sentenciaba Echevarría al respecto.

Sobre aquella etapa londinense, Paula admitió que se alimentaba de una manera “horrible”. “Comía fatal y siempre he sido muy gocha comiendo”, aseguraba, enumerando platos habituales de su dieta de entonces como las hamburguesas y los paninis.

['La isla de las tentaciones', un oasis de Telecinco en su travesía por el desierto: también reina en las audiencias en diferido]

Al respecto, Pablo le preguntó si es una de esas personas que come y no engorda, y la actriz lo confirmó. “Pero en esta vida no es todo engordar, hay que estar sano también”, apuntaba, contando a continuación un susto que tuvo porque “la bilis no filtraba”. “Me dio un cólico biliar y empecé a comer un pelín más sano, empecé a controlar porque comía mucha grasa. Ahora como mucho mejor, ahora tengo conciencia”, decía con orgullo.

Sobre su peso, Paula explicó que cuando se quedó embarazada se puso “como una rotonda”. “Paula echó barriga, y por un momento pensó que se iba a quedar así para siempre”, añadía, haciendo un juego de palabras con su propio nombre, tal como habían lanzado poco antes Trancas y Barrancas.

“Estaba desaparramada. Mi madre me dice: tenlo claro, nunca serás la típica embarazada mona. Yo me desparramo, ya desde el mes uno”, se sinceraba. Y es que embarazada llevó a verse “el sobaco gordo. No era barriga o culo. De esto que te vas a depilar y salía para fuera. Muy heavy”.

Con el embarazo cambió tanto que incluso un día coincidió con José María Cano, al que conocía previamente, y el artista musical no la reconoció hasta un rato después. Y por eso, el que fuese miembro de Mecano le dijo: “Ay, yo estaba pensando qué gordita tan guapa tengo aquí a lado”. “No me había reconocido”, finalizaba.